Los cálculos de Monreal
Ramón Zurita Sahagún viernes 26, Jun 2020De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Si algo sabe hacer con gran celeridad el senador Ricardo Monreal Ávila, es reinventarse, sin detenerse a lamer las heridas, el zacatecano sabe cuándo y cómo actuar y de qué forma.
Los golpes que recibe los asimila, sabe calcular y actuar cuando es oportuno. Así lo ha reflejado durante toda su carrera política, en la que ha mostrado no necesitar vejigas para flotar.
El enfrentamiento con el académico John Ackerman no es el primero que tiene en su ya larga y curtida carrera política, en la que ha subsistido siempre en buenos planos, sin importar lo que deja atrás.
Golpes los recibe, los absorbe y los digiere, ya que cuenta con alternativas para continuar en su ruta política, por el camino que pretende y cuyo final desemboca en la candidatura presidencial.
Monreal Ávila es un político pensante, inteligente preparado de convicciones maleables, que puede adaptarse a la ideología predominante, sin importarle el pasado y que acepta retos y sostiene enfrentamientos de todo tipo, saliendo victorioso de cada uno de ellos, sin importar la calidad de sus adversarios o si son o no militantes del mismo partido.
Allá por 1998 era el vicecoordinador de la bancada priista en la Cámara de Diputados, cuando el presidente de su partido, Mariano Palacios Alcocer acusó a su familia de vínculos con los grupos del narcotráfico, con la intención de frenar su candidatura al gobierno de Zacatecas. Monreal renunció al PRI se convirtió en candidato del PRD y ganó la gubernatura.
Denuncias como ésa, de presuntos nexos con la delincuencia organizada, de él o sus hermanos, han sido una constante en su carrera política, sin que jamás se hubiese probado ninguno nexo de sus familiares con el crimen o la comisión de ilícitos.
Su fortuna también ha sido cuestionada y hace unos cuantos años se publicó un extenso reportaje en que se mostraban datos de las propiedades suyas y de sus familiares, destacando las de él, su esposa y sus hijas.
Más adelante, se le acusó de favorecer a empresas vinculadas con sus hijas en el otorgamiento de contratos de la delegación Cuauhtémoc, en la que había sido electo.
En ambos casos, Ricardo Monreal dio su versión de los hechos. Sobre las propiedades dijo que eran parte de la herencia de un rancho de su padre que fue fraccionado. De los contratos asignados a constructoras vinculadas con su familia precisó que fueron las propuestas más bajas en cada uno de ellos.
Mencionábamos que es un político de convicciones maleables, pues al término de su gobierno en Zacatecas se mostró dispuesto a ir a una contienda interna para disputar la candidatura presidencial a Andrés Manuel López Obrador, lo que finalmente no sucedió, aunque sí coordinó parte de la campaña presidencial y obtuvo una senaduría, la que no pudo coordinar, por lo que aceptó el cambio de bancada para encabezar la del PT. Luego fue coordinador de la diputación del MC.
Después de ser delegado en Cuauhtémoc aspiró a la jefatura de Gobierno de la CDMX, siendo desplazado por la nominación de Claudia Sheinbaum, por lo que fue convencido de aceptar una candidatura al Senado de la República, donde se convirtió en coordinador de la bancada de Morena.
La inteligencia, lucidez, sagacidad y hasta clarividencia de Ricardo Monreal lo hacen advertir que siendo uno de los tres políticos de Morena mejor posicionados para el lejano 2024, por lo que busca alternativas, basado en su reconocimiento como político bien evaluado ante la ciudadanía.
De ahí, que está abriendo una ventana de oportunidades para su futuro, consciente de que los duros de Morena le tratarán de cerrar el camino hacia una eventual candidatura presidencial.
En su trayectoria política Monreal ha recibido ofertas de varios partidos, algunas de ellas aceptadas y otras rechazadas. Todavía en 2018, Monreal fue tentado con varias propuestas de partidos ajenos a Morena para que se convirtiese en su candidato al gobierno de la CDMX, las que analizó y rechazó.
Tal vez en su fruto, se esté cocinando otra más que podría desembocar hacia una posible candidatura presidencial, por lo que necesita sacudirse algunos lastres.
Solamente como dato, tres de los mejores amigos de Ricardo Monreal militan en distintos partidos: José N. Murat, priista, Arturo Núñez Jiménez, perredista y Dante Delgado es el principal accionista de Movimiento Ciudadano.