El iluso líder de Morena
¬ Augusto Corro martes 23, Jun 2020Punto por punto
Augusto Corro
El líder nacional de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, declaró que su partido está listo para ganar las 15 gubernaturas en disputa en 2021, así como la mayoría en los congresos locales; y mantener la mejor posición en la Cámara de Diputados, todo ello, porque en México la oposición (política) es irrelevante. El dirigente guinda peca de optimista. Sí es posible que su partido continúe con la mayoría de legisladores en San Lázaro, pero los comicios intermedios no serán una fiesta. Falta conocer el saldo de la lucha contra el coronavirus (Covid-19), el desempleo galopante y la ola de violencia. El próximo mes de diciembre se sabrá oficialmente la situación real del combate del gobierno a la criminalidad. Fue el plazo que se dio el presidente Andrés Manuel López Obrador para acabar a la delincuencia, que dicho sea de paso, no disminuye.
En el enfrentamiento a la pandemia del Covid-19 el gobierno tendrá una relativa defensa que le permitirá justificar los errores cometidos desde la invasión del virus a la fecha. Si nos atenemos a la información de la autoridad federal sobre cifras de decesos y contagios, lo único alcanzaremos a conocer es que van en aumento. Sobre el semáforo de emergencia, los funcionarios un día sí y el otro también cambian las fechas del retorno a la llamada “nueva normalidad”. Se tuvo la impresión que las autoridades querían pasar el color rojo al verde sin importar las repercusiones negativas de un retorno con una dosis densa de irreflexión.
¿Qué le lleva al dirigente Ramírez Cuéllar pensar que el electorado votará por Morena? De no ser por sus palabras de soñador, se podría decir que el líder morenista vive fuera de la realidad. Porque una es cosa que su partido se encuentre listo participar en la contienda electoral y otra que se declare ganador, con la idea de que el electorado no le cobrará las facturas por el mal manejo del gobierno emanado de Morena en los problemas del desempleo, inseguridad y la mala economía. Esa preocupación de disminuir su poder en la Cámara de Diputados es un problema agobiante para los guindas.
Al propio gobierno obradorista le conviene continuar con la mayoría de legisladores en la Cámara de Diputados para apoyar los proyectos del presidente López Obrador relacionados con la Cuarta Transformación (4T), en la segunda parte de su administración. En las 15 gubernaturas en disputa aún no hay nada escrito, aunque habrá cambios en la contienda electoral, porque los gobernadores no podrán meter las manos para ayudar a sus “delfines”, como ocurría en sexenios anteriores.; y los delitos electorales, como el fraude, serán castigados con mayor severidad.
Los renglones relacionados con la economía de México son preocupantes. Según estimaciones oficiales más de 12 millones de personas podrían quedarse sin trabajo. Para nadie es un secreto que son millones de comerciantes informales, en todo el país, que padecen los efectos de una economía que ya no caminaba, estaba frenada, desde antes de la llegada de la pandemia del coronavirus. Si ya se padecía ese mal económico, el Covid-19 lo agudizó. ¿Esos ejércitos de desempleados y aquellos que viven en la pobreza van a votar al Morena? ¿Usted qué opina amable lector?
En el tema de la espiral de violencia, México no puede regresar a la seguridad. Los hechos criminales se multiplican a lo largo y ancho del país. Los narcos, huachicoleros y fuerza pública realizan constantes enfrentamientos. El fin de semana estuvo repleta de hechos sangrientos. En Caborca, Sonora, un enfrentamiento entre narcos: al menos 12 personas perdieron la vida: en Guerrero, seis policías fueron asesinados en una emboscada: en Celaya se desató la violencia por la captura de 26 integrantes del Cártel Santa Rosa de Lima (CSRL) y familiares de José Antonio Yépez, El Marro, capo de esa organización criminal.
Son pues los tres problemas que tienen a México sumido en la preocupación: la pandemia, la economía y la inseguridad. En el asunto del Covid-19 el miedo al contagio es permanente, pues no existe la vacuna para destruirlo. Respecto a la economía, no se ve al genio que resuelva la problemática: en el asunto de la violencia son catorce años de guerra sin victoria alguna. Ni gobiernos panistas y priistas pudieron erradicarla y devolvernos la seguridad. Las autoridades morenistas tampoco avanzan en la lucha contra narcos y huachicoleros.
El panorama que se presenta al líder nacional de Morena, Ramírez Cuéllar, es sombrío. ¿Qué es lo que sabe el dirigente que no sabemos nosotros, pero que a él lo mantiene con ilusión de que a su partido le irá bien en las próximas elecciones? El multicitado dirigente lo primero que tiene que hacer es llevar orden y disciplina a su partido, que en el presente es escenario de luchas intestinas que le hacen daño a la bandera que enarbolan los guindas contra la corrupción. Su actual secretaria general, Yeidckol Polevnsky es acusada del desvío ilegal de dinero de la organización. Las pugnas internas en Morena anuncian el inicio del divisionismo dañino en los partidos llamados de izquierda; pero a los dirigentes guindas no les interesa la armonía en esa institución política.