Intocable, debe ser la lucha contra la discriminación
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 22, Jun 2020Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Cambios en la CONAPRED no deben ser sinónimo de claudicación sino de reforzar la estrategia de prevención y eliminación de prácticas discriminatorias
La renuncia ¿o despido? que la semana pasada presentó Mónica Maccise a la titularidad del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), dio como consecuencia un debate sobre la permanencia o no de este organismo y, aunque con matices, la generalidad esta a favor de su continuidad si no del nombre sí de los objetivos que hasta ahora persigue: Prevenir y Eliminar la Discriminación.
Es cierto, habrá quien diga que desconoce para que sirve la CONAPRED o bien que, como lo señalan en las redes sociales, la ultima vez que se oyó algo relevante de este organismo, por decirlo así, fue cuando éste exhortó a los integrantes de la Cámara de Diputados a evitar “reproducir prejuicios y estereotipos negativos” como los que se produjeron durante la aprobación del Presupuesto de Egresos 2018, en el marco de una sesión ordinaria de la Cámara de Diputados, cuando un grupo de legisladoras del PRI, gritaron al también parlamentario de Morena, Mario Ariel Juárez, ¡Eeeeeeeehh pu…! En aquel entonces, el CONAPRED recordó que ese grito es una expresión de “desprecio, de rechazo y no es descripción ni expresión neutra, es una calificación negativa que estigmatiza, pues homologa la condición homosexual con cobardía”.
En ese contexto, es un hecho que los mensajes y/o recomendaciones de este órgano del Estado la mayoría de las veces no son bien recibidas por sus destinatarios cuando se trata de proteger a todos los ciudadanos y ciudadanas, y mucho menos tienen como objetivo tener una trascendencia mediática, ya que de lo que se trata es garantizar derechos y que éstos no sean excluyentes para nadie por su condición de origen étnico o nacional, sexo, edad, discapacidad, condición económica o social, de salud, embarazo, lengua, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra, que impida o anule el reconocimiento o el ejercicio de los derechos, tal como lo establece el artículo cuarto de nuestra Carta Magna.
De ahí que por lo general las recomendaciones emitidas por la CONAPRED no sean bien recibidas ya que éstas exhiben o denuncian una actitud impropia, aunque también, hay que decirlo, algunas veces las conclusiones a las que llega ese organismo tienen un dejo de autoritarismo y censura hacia manifestaciones o expresiones que son propias del lenguaje popular y nada tienen que ver con acritudes discriminatorias, como fue el caso del grito expresado en el recinto de San Lázaro y que en los estadios de futbol se repiten como una expresión que ya forma parte de nuestra cultura popular al igual que diversas formar con la que se utiliza la palabra chingar.
Como sea, a pesar de algunos excesos en sus facultades y atribuciones, que son las menos, la realidad es que el organismo al que ya renunció Mónica Maccise, y en solidaridad con esa decisión también presentaron su renuncia miembros de la Asamblea Consultiva del CONAPRED, como fueron los casos de Katia D’Artigues, Regina Tamés Noriega y Mauricio Merino, a pesar de ello lo cierto es que en materia de cultura contra la discriminación hay avances y pretender desaparecer esa dependencia gubernamental sería un retroceso y de serias consecuencias para grupos que tradicionalmente han sido vulnerables, tal como es el caso de personas con discapacidad, matrimonios del mismo sexo, trabajadoras domésticas, población indígena, y muchos otros etcéteras, que en la vida diaria sufren agresiones, exclusiones, presiones, persecución, acoso y hostigamiento.
Dicho lo anterior, el asunto de la CONAPRED sin duda dará mucho de que hablar en los próximos días y hasta podemos vislumbrar un debate en el poder legislativo, pero por lo pronto podemos defender los objetivos de dicho organismos con un grito de alerta a la población ¡¡¡Viva la no discriminación!!!
VOY CON TODO.- “Cambiemos todo lo que debamos cambiar: mantengamos todo lo que debemos mantener! Una sociedad sólo se conserva en la medida en que puede cambiar, pero, a la vez sólo cambia en la medida en que puede conservar. Quienes no conservan algo del pasado, difícilmente construyen algo para el futuro”, habría pronunciado en uno de sus discursos el gran político e ideólogo veracruzano, Jesús Reyes Heroles, y no estaría mal que esas palabras fueran retomadas por el gobierno que está decidido a lograr la cuarta transformación del país, sobre todo cuando se trate de políticas públicas que hablen de la no discriminación.
VA MI RESTO.- Cambios se están dando en la estructura administrativa, en la forma de gobierno, en toda la burocracia, en las políticas públicas, también en algunos proyectos y programas que no se consideren viables en la vida pública para la nueva circunstancia que vive el país, que es la transformación de casi todo lo que se considera no está funcionando, pero en esas decisiones hay una mayoría que opina que los objetivos y lucha contra la discriminación son intocables, que se deben no solo conservar sino reforzar o en su caso revisar y adecuar, pero conservar el espíritu con que fueron creadas, y hasta ahí porque como veo doy.