Vientos de escándalo en Morena
¬ Augusto Corro lunes 22, Jun 2020Punto por punto
Augusto Corro
Los jerarcas del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) decidieron exigirle cuentas a la ex presidenta y actual secretaria general, Yeidckol Polevnsky. La dirigencia nacional del partido, que encabeza Alfonso Ramírez Cuéllar, presentó una denuncia en contra de la lideresa ante la Fiscalía General de la República (FGR), por presunto daño patrimonial. Trascendió que la propia secretaria general prepara, a su vez, una denuncia en contra de la dirigente morenista por daño moral.
Como señalamos en este espacio a Yeidckol Polevnsky se le acusa de presuntos desvíos millonarios de dinero para la compra de inmuebles y contratos de obra. Un equipo de abogados revisa el caso que llevan en materia civil como penal. En la Comisión de Honor y Justicia del partido iniciaron un proceso en contra de la secretaria general para determinar si actuó conforme a los documentos internos del organismo político o incurrió en anomalías. En el partido se presume que fueron desviados recursos federales en beneficios de terceros.
De acuerdo con información en manos de los jerarcas morenistas, Yeidckol Polevnsky ordenó que se transfirieran recursos de Morena por 312 millones 444 mil 479 pesos en favor de la lnmobiliaria Moscati de Querétaro SA de CV; y 82 millones 555 mil pesos a la Constructora Estrada Miranda Proyecto y Construcción SA de CV. El dinero se pagó a Enrique Borbolla, un amigo de la dirigente, con objeto de construir o remodelar edificios que no se encontraron en los contratos.
En el partido Morena, sus dirigentes decidieron pelear contra la lideresa sin importar el daño que le causarán al partido. Sin embargo, tendrán que llegar a fondo en este caso, porque se trata del partido que llevó a Andrés Manuel López Obrador al poder con la consigna de acabar con la corrupción en México.
Resulta que el mandatario tabasqueño tiene en la organización política que fundó a elementos negativos que desdibujan la lucha contra los corruptos, donde la ambición por los intereses personales no les permitió ver los caminos de la honestidad. El pleito interno en Morena empezó cuando surgió la necesidad de elegir al nuevo comité ejecutivo. Se apuntaron varios aspirantes a la presidencia del partido, pero fue tanto el desorden que no se logró la elección.
El problema se radicalizó porque la presidente interina y secretaria general propietaria, Yeidckol Polevnsky quería continuar en el cargo para que le sirviera de trampolín en la búsqueda de la candidatura a la Presidencia de la República, en su momento. La dirigente no vio o no quiso ver que no está sola, que a su alrededor decenas de morenistas anhelan lo mismo que ella.
No se pudo llevar a cabo la elección a pesar de que tuvieron el tiempo suficiente para hacerla. Desde que López Obrador tomó el cargo de Presidente de la República, Yeidckol Polevensky se quedó como encargada del partido. Morena empezó a desaparecer del escenario político. Los dirigentes se durmieron en sus laureles; es decir en la pasividad política.
Durante el tiempo de la dirigente al frente Morena, los partidos políticos de la oposición tampoco lograron hacer algo importante. Se pasmaron. La aplanadora que pasó sobre ellos los dejó en calidad de moribundos. No pueden reponerse y Morena debe agradecerles su inutilidad, porque los militantes guindas están desorganizados y sin líderes que los guíen en su lucha. En la dirigencia del partido Morena tendrán que ponerle punto final a las pugnas internas lo más pronto posible, porque ya tienen enfrente las elecciones intermedias de 2021.
Una de los principales deseos del presidente López Obrador es que el partido que lo llevó al poder mantenga la mayoría de legisladores en la Cámara de Diputados para que le ayuden a la realización de sus proyectos. Después de los pleitos internos en Morena, ¿cuál será la respuesta del electorado tras es el escándalo de Yeidckol Polevnsky?