Van contra Yeidckol Polevnsky
¬ Augusto Corro viernes 19, Jun 2020Punto por punto
Augusto Corro
Pues sí, va en serio la pugna contra de la dirigencia del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) contra su secretaria general, Yeidckol Polevnsky.
Los representantes del partido denunciaron a su ex presidenta en la ventanilla de la oficina del Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero.
La acusación está relacionada con un presunto daño patrimonial estimado en mil millones de pesos en la adquisición de inmuebles y por pagos de obras al empresario Enrique Borbolla que no cumplió.
La acusación formal contra la lideresa llegó en vísperas del inicio de campañas de los partidos políticos que participarán en las elecciones intermedias del próximo año.
Morena tendrá que participar en dos guerras: una hacia el exterior contra la oposición y la otra en el interior. Quizá el conflicto interno resulte con mayores complicaciones.
Además, no se ve, por ahora, que alguien llame a la cordura para solucionar el pleito. ¿Se tratará de intereses irreconciliables? ¿Nadie cederá y hará a un lado sus ambiciones personales?
La secretaria general Yeidckol Polevnsky disfrutó del poder absoluto en el partido del 2018 a la fecha. Se quedó encargada del despacho y forjó ilusiones de continuar en la dirigencia y de ahí saltar a la candidatura para la presidencia de la República.
Sólo que no quiso darse cuenta que en Morena militan personajes desahuciados de la política que salieron o fueron echados de otros partidos. Esos grillos también quieren participar del pastel que representan el poder y el dinero que se manejan en Morena que no son una bagatela.
Una vez que los principales líderes morenistas se fueron a cumplir funciones políticas en el gobierno o en el poder legislativo, el partido se quedó huérfano.
El dirigente principal y fundador del partido, Andrés Manuel López Obrador, ganó la silla presidencial y se alejó de la organización política. Dejó encargada de ese instituto político a Yeidckol Polevnsky. Fue una mala decisión del ahora presidente de la República. La responsabilidad de la dirigencia le quedó muy grande a la señora Polevnsky. En primer lugar no pudo poner orden en el partido.
Además, en todo el tiempo que estuvo como presidenta interina no tuvo la capacidad de organizar a su partido para llevar a elegir al nuevo presidente nacional de Morena.
Hoy, ese cargo lo ejerce un presidente interino, el diputado con licencia, Alfonso Ramírez Cuéllar, uno de los principales impugnadores de la actuación de la dirigente.
Precisamente, los primeros enfrentamientos entre la dirigencia morenista surgieron cuando se empezaron a manejar nombres de posibles candidatos a ocupar la dirigencia.
La señora Polevnsky en su calidad de presidenta interina del partido quiso aprovechar su posición política para convertirse en la titular del cargo. No lo logró.
Lo que sí consiguió fue la división en Morena, que va para los dos años sin presidente titular y para ser sinceros, se ignara cuando podrían llevarse a cabo las elecciones internas.
Hoy el principal adversario de Polevnsky es el presidente interino, Alfonso Ramírez Cuellar, quien ya confirmó la presentación de denuncias civiles y penales en contra de su adversaria política, por recomendación del cuerpo de abogados del partido, según sus declaraciones.
El escándalo político en nada favorece a Morena. Mientras el presidente egresado de esa organización política todos los días condena los actos de corrupción y a quienes los practican, en su partido no parece que le hicieron mucho caso.
Eso se ve en las acusaciones formuladas contra Polevnsky.
¿Qué tanto afectará a Morena la pugna de sus dirigentes? Como señalamos, el próximo año habrá elecciones intermedias para renovar la Cámara de Diputados? También se votará para elegir 15 nuevos gobernadores.
¿Cuál será la imagen que Morena ofrecerá a los electores tras los escándalos de la dirigencia morenista y los resultados de la lucha contra la pandemia del coronavirus y la caída de la economía? ¿Usted qué opina amable lector?