El Metro en la ciudad no ha cumplido
¬ José Antonio López Sosa miércoles 16, Mar 2011Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Varias veces tuvimos la oportunidad de entrevistar a Francisco Bojorquez, director general del Sistema de Transporte Colectivo Metro el año pasado, en todas las oportunidades nos habló de una fecha límite para la tolerancia de los denominados vagoneros, es decir, vendedores ambulantes que van de tren en tren, vendiendo cualquier cantidad de mercancías, incluyendo piratería.
Con mucho júbilo nos platicaron de algunos locales comerciales construidos en diversas estaciones, ellos darían servicio a los vagoneros para que cambiaran la venta ambulante por la establecida. Todo parecía marchar viento en popa, ¿qué sucedió después?, es lo inexplicable.
Dos días, 7 estaciones y más de 13 vagoneros por día domingo y lunes en la línea 2 del Metro de la Ciudad de México. Ambos días abordé el metro y con ello me encontré, venden desde el documental Presunto Culpable pirata, hasta paletas, caramelos, plumas, prendedores, en fin, cual mercado parecieran los trenes de esta línea.
Los policías en las estaciones miran sin actuar, no vi una sola remisión a pesar que en estaciones como Hidalgo, algunos policías rondaban las puertas escuchando los alaridos de cada vendedor. Eso sí, uno tras otro de adelante hacia atrás sin interrumpirse pero seguidos sin dejar un espacio en silencio.
Nos han dicho hasta el cansancio que el Metro está ampliamente subsidiado, que debiera costar 9 pesos y que si la tenencia vehicular desaparece, tendrían que aumentar el precio actual de 3 pesos, sin embargo ¿por qué no desarticular estas mafias que controlan vagoneros?, si miles y miles de pesos los que ganan estas agrupaciones por vender nuestros espacios públicos.
Hemos buscado sin poder contactar al director del Metro para que nos explique qué sucedió con ese mes de tolerancia ficticia, diciembre de 2010, donde se supone que todo terminaría para los vagoneros. Hoy día están peor que nunca y los trenes del Metro parecen mercados ambulantes donde se expende de todo, fluctuando entre lo legal y lo ilegal a comerciar en un espacio prohibido para tal actividad.
Esperemos que las ocupaciones del señor Bojorquez le permitan explicarle a la ciudadanía qué sucedió y sobre todo, qué sucederá.
Finalmente, desde mañana y por algunos días estaremos narrando en esta columna el acontecer diario desde Ottawa, Toronto y Niágara en Canadá. Mucho que descubrir y mostrar, mucho qué aprender y mucho qué comprar con México, estos ejercicios periodísticos nos sirven a todos.
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