Morena y la corrupción
¬ Augusto Corro lunes 15, Jun 2020Punto por punto
Augusto Corro
El partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) es escenario de una lucha entre sus principales dirigentes. Y según se ve, el motivo principal del conflicto se encuentra relacionado con posibles actos de corrupción.
El presidente interino de esa organización política, Alfonso Ramírez Cuéllar, decidió exigirle cuentas a la expresidenta del partido y actual secretaria general, Yeidckol Polevnsky. La lideresa pagó 395 millones de pesos a un empresario amigo suyo para hacer remodelaciones de edificios inexistentes y otros servicios no cumplidos.
Ese hombre de negocios, se dijo, es Enrique Borbolla García, quien, en 2014, estuvo preso por participar en la compra de un avión para el gobierno de Quintana Roo, que nunca entregó.
Borbolla García se dedica a la remodelación de inmuebles, cadenas de comida, plazas comerciales y hospitales. Se jacta de ser un personaje influyente en el primer círculo del poder morenista.
La acusación contra Yeidckol Polevnsky tendrá sus repercusiones políticas en el interior del partido guinda. ¿Positivas o negativas? Si resulta culpable tendrá que renunciar a la dirigencia y a la militancia. Si solo se trata de un hecho para desprestigiarla, la semilla del divisionismo ya empezó a germinar.
Es difícil de entender que Morena ganó la presidencia de la República entre otras cosas por sus promesas de erradicar la corrupción. El propio presidente Andrés Manuel López Obrador a diario se lanza contra los corruptos, pero en el partido que lo llevó al poder no parece que lo escuchan.
El pleito entre Ramírez Cuéllar y Yeidckol Polevnsky no será de tiempo ilimitado. El partido deberá llegar con su mejor imagen a las elecciones intermedias. Tratándose de Morena la elección de los candidatos no será fácil. Como se sabe, el mencionado instituto político se formó con políticos de distintos colores, no siempre con los mejores historiales.
Muchos de esos personajes casi desahuciados de la política encontraron en Morena refugio y protección. Y en el mismo gobierno se sintieron a salvo. ¿Verdad Manuel Bartlett? Por cierto, ¿en que terminó el caso de Ana Guevara, la atleta olímpica encargada de la dirección general de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade? Ella y varios funcionarios fueron señalados de desviar ilegalmente recursos públicos.
Lo que ahora ocurre en Morena no llamaría tanto la atención si no fuera porque el mandatario tabasqueño enarbola la bandera anticorrupción. No se entiende que mientras él lucha contra ese problema social, los dirigentes de su momento no intentaran alejarse de los corruptos.
Morena, como en la mayoría de los partidos de izquierda, las ambiciones personales de sus líderes los destruyen. Los divide el interés del poder y el dinero. Sobran los ejemplos en los que el divisionismo de los grillos hunde esas agrupaciones políticas y luego las desaparece.
Los asesinatos de periodistas
México se encuentra entre los primeros lugares de los países con mayor número de periodistas asesinados. Realmente es peligroso ejercer el oficio del periodismo.
Las lista de comunicadores asesinados en los últimos sexenios registró más de 140 periodistas ultimados. En la actual administración del obradorismo van 17 víctimas.
Es importante señalar que en el 99 por ciento de los casos no se investiga ni se castiga al homicida. En esas condiciones, quienes se dedican a la comunicación se encuentran a merced de los agresores.
El jueves de la semana pasada el periodista José Castillo, de 55 años, fue asesinado a puñaladas en su domicilio en Ciudad Obregón, La víctima trabajó como reportero en el medio “Prioridad Máxima” y se dedicaba cubrir asuntos de nota roja.
En México, los grupos delincuenciales, las propias autoridades y los grupos caciquiles saben que eliminar a un periodista no les causa ningún problema. Con actos violentos, decenas de periodistas fueron silenciados.
En fin, no hay ningún interés de las autoridades para castigar a quienes privan de la vida a los periodistas. La impunidad les permite a los delincuentes burlarse de la justicia.