Elecciones diabólicas
Alberto Vieyra G. lunes 15, Jun 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Las elecciones federales de 2021 serán la madre de todas las elecciones en la historia de México, pero también serán las elecciones más diabólicas. ¿Por qué?… ahora se lo diré.
Estarán en disputa alrededor de tres mil 200 cargos de elección popular. Con los cuales se renovarán 14 gubernaturas, 500 diputados federales, más de 2 mil alcaldías con sus respectivos síndicos y regidores municipales. Veremos en las elecciones intermedias de 2021 mucha hambre y hartas ganas de comer, veremos a muchos desempleados que por obtener un hueso político serán capaces hasta de matar o envenenar a sus contrincantes. Veremos muchos chapulines o mercenarios del poder, que como changos saltarán de un mecate a otro para no vivir en el horror fuera del presupuesto, sí con nuestros impuestos y más ahora que escaseará la chamba y el dinero por la crisis del coronavirus y la crisis económica que nos vino a recetar en maldita la hora, Andrés Manuel López Obrador. Conoceremos a muchos traidores, muchos corre ve y dile, muchos con cinturita de mantequilla, lambiscones y bragueteros, que buscarán bajarnos el sol, la luna, las estrellas, marte, miércoles, los cien millones de galaxias que existen en el cosmos y todo, en un solo día.
¿Por qué serán diabólicas las elecciones de 2021?
Porque la inmensa mayoría de chambistas de la industria política en México recurrirán a las mentiras del diablo para engañar a la gente, para dividir a los mexicanos, incluyendo a familias completas que jamás estarán de acuerdo con unos y con otros que les pelarán de lo lindo la mazorca enseñándonos sus dientes podridos, sus lenguas viperinas y otros haciéndose pasar como “humanistas” de la talla de Jesucristo, como hoy ocurre con López Obrador.
Es más, el proceso electoral diabólico ya comenzó y sabe usted, ¿quién fue el primero en soltar los demonios?: Sí, AMLO, quien esta semana dio el banderazo para esas mugrosas y diabólicas elecciones, engañando a México con un panfleto, mediante el cual sus opositores quieren arrebatarle el poder porque la silla presidencial le quedó muy grande, como la guayabera que le regalaron en Yucatán, pero sobre todo por su ineptitud y afán enfermizo en dividir y enfrentar a los mexicanos bajo la tiránica mentira de que “o se está con la transformación, o se está en contra de la transformación del país”. Sí, AMLO ya se metió a la brava en el proceso electoral y echando lodo nauseabundo.
AMLO no ha demostrado la autenticidad de su mamotreto o panfleto y en caso de que así fuese, nada de malo tendría que la gente se organice para quitarle el poder a su gobierno y su gobierno, está en todo su derecho de organizarse para no suicidarse en el poder. ¡Así de fácil!, pero de que AMLO nos salió un gobernante chafa, planfetero y que le ha echado a los mexicanos más de 25 mil mentiras en las mañaneras de Palacio, no hay la menor duda, que nos vino a heredar una espantosa crisis económica, tampoco hay duda y con su estrategia de “abrazos y no balazos” hizo que los demonios de las mafias criminales se apoderarán del país, tampoco hay ninguna duda y menos la hay en la crisis de salud que provocó con el mal nacido Insabi y su negrerismo que provocó que México ya lleve más de 16 mil muertos por un infame manejo de la pandemia del coronavirus y porque lleva a México derechito al comunismo, tampoco hay ninguna duda.
Sin embargo, con esas infames cartas-credenciales, quiere que su partido siga en el poder para llevar a México un siglo atrás y lo más peligroso a la pérdida de libertades y a la abominable concentración del poder en el país en un solo hombre. Por ello y por más, las elecciones de 2021 serán diabólicas y los electores tendremos que ser muy cautelosos e inteligentes votando con la cabeza y no, con el corazón y hasta con los pies para no cometer otro accidente político en México.