La Boa de risa
Armando Ríos Ruiz viernes 12, Jun 2020Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
La organización Bloque Opositor Amplio (BOA) resultó un bodrio ideado en los sótanos de la 4T, que no tuvo ningún eco, por más que lo intentaron, más que en las redes sociales, desde donde ridiculizaron al Presidente de México cuando lo hicieron aparecer en un micrófono, con los músicos de la famosísima Sonora Santanera cantando “la Boa”, uno de los primeros éxitos del grupo.
Algunos analistas políticos dicen que se trató de uno de tantos distractores que utiliza el mandatario, tal vez mientras apoyaba una iniciativa de su partido, que pretende fusionar tres dependencias para reducir el gasto público, que en la óptica de la oposición se trata de un riesgo para el contrapeso de poderes.
De ahí resultaría el Instituto Nacional de Mercados para el Bienestar, que supuestamente permitiría un ahorro de 21 por ciento del gasto actual, afirmó el senador Ricardo Monreal, autor de la mencionada iniciativa, en la que el mandatario se mostró absolutamente de acuerdo y que la senadora Xóchitl Gálvez ve como “auténticos floreros para empezar a entrar en un Estado presidencial dictatorial, autoritario”.
El ahora ya famoso BOA fue ideado por encargo o por el propio Presidente y presentado en una conferencia por el vocero presidencial. Pero ahí mismo se reconoció que no se sabía quién o quiénes fueron lo autores, lo que se traduce en una gran irresponsabilidad, porque pretendieron victimizarse a manos de alguien a quien no conocen o lo que es lo mismo, de alguien que no existe.
Es parecido a cuando dan un mensaje a una persona a quien le dicen: “creo te llamaron por teléfono…” “¿Quién?” “No sé…”
En un principio se conoció que salió de la oficina de Prensa de la Secretaría de Gobernación, en donde no se pudo encontrar al autor. Luego trataron de encontrar culpable a Monreal y finalmente, todo acabó por convertirse en una maraña incomprensible y en elucubraciones de que el BOA se concibió como un golpe maestro que redundaría en favor de la figura presidencial. La víctima tendría motivos para poner en su lugar a los enemigos.
Después de darse a conocer en la matutina, otro enviado acudió al diario El Universal a entregar el documento incriminatorio para su publicación, pero pidió que se hiciera como una investigación realizada por el rotativo. Solo que no encontró eco. Por lo visto, el vocero sabe tanto del manejo de la Prensa, que su memoria no le permitió acordarse de que los medios exigen una fuente informativa, aunque no la publiquen, sino como justificación por si alguien emite una reclamación por lo publicado.
En realidad no se necesita de inventos tan ridículos. Basta con mirar en las redes sociales a personas que se presentan y hablan de manera directa, sin rodeos y con un valor inusual, sobre las pifias en que diariamente incurre el Ejecutivo, la 4T, Morena y todo lo que concierne al presente ejercicio de gobierno.
Basta con recordar las calles de muchísimas ciudades del país, en donde la gente ya hizo actos de protestas por lo que considera un gobierno fallido; por los errores tan repetitivos y por las decisiones tan desatinadas que diariamente se ejercen, para mal de las mayorías.
Basta con echar un ojo a todos los diarios, en donde abundan analistas que señalan mentiras de un gobierno dizque de izquierda, que a un año y medio en el poder, ha sumergido a México en un desastre en muchos rubros, principalmente en el económico, que pronto comenzará a hacer sentir sus estragos.
Los periodistas que no están de acuerdo con el mandatario, como otros actores de la vida nacional, no necesitan de organizaciones para manifestar su sentir, para dar a conocer sus desencuentros, como no lo necesitan los que aparecen a cuadro y manifiestan igualmente sus desacuerdos.
Hay que reconocer que hoy, gracias a esa ocurrencia, todo mundo ríe.