Caída económica será peor, vaticina Banco Mundial
Miguel Ángel Rivera martes 9, Jun 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador sigue empeñado en su lucha entre buenos y malos, entre conservadores y liberales, los organismos especializados en medir los efectos de la crisis mundial mantienen pronósticos negativos respecto al futuro de la economía de México.
Por ejemplo, el Banco Mundial -del cual la administración de AMLO recibió recientemente un préstamo de mil millones de dólares– aumentó la estimación respecto a la caída que tendrá este año la economía nacional. En abril pasado sus especialistas calcularon que el declive de México sería de 6 (seis) por ciento anual, pero en su más reciente estimación aumentó la caída a 7.5 por ciento.
En apariencia se trata de un recorte de 1.5 puntos porcentuales, pero en realidad la caída es mucho más drástica si se tiene en cuenta que en enero, la misma institución esperaba que el producto interno bruto (PIB) del país creciera 1.2 por ciento en 2020. Si se toma esta cifra como referencia, la caída es 8.7 puntos.
El estudio destaca que la economía mexicana ha sido afectada por condiciones financieras “difíciles” como consecuencia del derrumbe de los precios del petróleo, la parálisis en el turismo y las restricciones a la movilidad para reducir la velocidad a la que se contagia el nuevo coronavirus.
Como acostumbra también decir el primer mandatario mexicano, al final del túnel asoma una luz, pues los analistas del BM prevén que para 2021 se logre una recuperación de aproximadamente el tres por ciento.
El Banco Mundial advirtió que las condiciones económicas en América Latina y el Caribe han empeorado drásticamente a medida que toda la región se ha visto afectada por la pandemia de Covid-19, pues recientes brotes en la región se han propagado con rapidez, lo cual a la vez provoca el cierre de los negocios e incrementa las restricciones para circular
El Banco también señaló que la fuerte caída de los precios mundiales de los productos básicos ha afectado a gran parte de la región, en especial, a los productores de petróleo y gas. Además, las condiciones financieras se han deteriorado en un contexto donde las grandes economías han experimentado importantes salidas de capitales, con primas de riesgo en los mercados de bonos más elevadas que al inicio de 2020.
A esto se suma, indican los analistas, la abrupta desaceleración económica en Estados Unidos y China que ha alterado las cadenas de suministro de México y Brasil y provocado una fuerte caída en las exportaciones de economías que aportan productos básicos, como Chile y Perú.
A nivel global, el BM prevé que la actividad económica caerá a su punto más bajo durante el segundo trimestre del año.
Adiós auto nuevo
Si las estimaciones externas son poco optimistas, la realidad resulta peor.
Por ejemplo, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) informó quelas ventas de autos nuevos se desplomarán hasta 47 por ciento en 2020, respecto a las cifras de 2019.
De acuerdo con ese organismo, la caída en las ventas es consecuencia del cierre de plantas y la crisis económica derivada de la contingencia sanitaria, más la tendencia negativa que arrastraba el sector desde antes de la pandemia de Covid-19.
El director general de la AMDA, Guillermo Rosales, explicó que en cuanto a ventas de autos el sector tiene dos escenarios, uno basado en una recuperación moderada en la segunda parte del año y otro en un estancamiento económico. En el primer caso, de darse una recuperación en forma de “V”, el pronóstico de ventas de autos nuevos para todo 2020 es de 921 mil unidades, lo que implicaría una caída anual de 30 por ciento; en tanto, de darse un estancamiento se colocarían 700 mil unidades, 47 por ciento menos que en 2019.
Para el presente mes de junio, en caso de generarse un escenario de recuperación, se venderán 71 mil automóviles, lo que implicaría una caída de 43 por ciento respecto a igual mes de 2019, pero de acentuarse el estancamiento, la baja será de 59 por ciento al venderse sólo 44 mil unidades.
Por otra parte, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en mayo de 2020 se vendieron 42 mil 028 vehículos nuevos en el mercado interno, 58.9 por ciento menos respecto a las 102 mil 402 unidades de mismo mes de 2019. De enero a mayo de 2020 la cifra de automóviles colocados fue de 373 mil 608, una caída de 30 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado.
El director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, Fausto Cuevas, estimó que en 2020 la producción de automóviles tendrá una caída de entre 20 y 30 por ciento, mientras que en exportaciones el desplome esperado es de entre 30 y 33 por ciento con relación a 2019.
A su vez, el presidente ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes, Óscar Albín, prevé una caída de 32 por ciento en la producción de autopartes: “Con estos niveles estamos regresando 10 años al pasado, esperamos no tardar otros 10 en recuperarnos y que los números mejoren el siguiente año”, agregó.
El sueño de que un mexicano encabece la Organización Mundial del Comercio
Antes de que el mundo se le viniera abajo con el surgimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y los asesinatos del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio y de su cuñado José Francisco Ruiz Massieu, se pronosticaba al entonces presidente Carlos Salinas de Gortari un “retiro dorado” como presidente de la naciente Organización Mundial de Comercio, que nació oficialmente el primer día de 1995, justo un mes después de que el mandatario mexicano terminara su periodo.
Salinas de Gortari fue decidido partidario de la apertura comercial y condujo a México por ese rumbo definido por algunos analistas como neoliberalismo. En consecuencia, alcanzar la dirección general de la OMC hubiese sido una forma de compensar sus esfuerzos y ubicarlo en posición de derribar más barreras que contenían el intercambio mundial de mercancías.
Pero esa meta no se materializó como resultado del negativo panorama en el que terminó el sexenio de Salinas de Gortari, rematado con las crisis financiera por el “error de diciembre”, compartido con el recién llegado presidente Ernesto Zedillo.
Ahora, 25 años después, el gobierno nacional mexicano es partidario de fortalecer una economía de autosuficiencia y condena el neoliberalismo, al que considera prácticamente fuente de todos los males actuales de México y en especial de los acentuados desequilibrios en la sociedad mexicana.
Con todo, el gobierno de la llamada Cuarta Transformación ha tenido que ajustarse a la nueva realidad mundial de fomento del libre intercambio de mercancías.
Así, desde antes de tomar posesión de la Presidencia de la República, López Obrador designó un representante personal para participar en las negociaciones para la renovación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que por presiones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, tuvo que modificarse para quedar convertido en T-MEC.
El representante del presidente López Obrador fue el ahora subsecretario de Relaciones Exteriores, Jesús Seade Kuri, ingeniero químico por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que estudió la maestría en Economía en el Colegio de México y el doctorado en Oxford, Inglaterra.
Seade trabajó en el Banco Mundial y jefe Negociador por México en la Ronda de Uruguay, foro de donde surgió la OMC. Su labor recibió el reconocimiento internacional, por lo cual fue elegido primer Jefe Adjunto de la nueva Organización, cargo desde el cual tuvo entre otras responsabilidades la relación con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, dos organismos que tampoco son bien vistos por el gobierno de la llamada Cuarta Transformación por considerar que imponen a los países miembros políticas neoliberales que sólo benefician a los ricos.
Pues bien, este economista y negociador mexicano es ahora el candidato del gobierno nacional para ocupar la Dirección General de la no bien apreciada (¿o si?) OMC. Ese cargo lo desempeña el brasileño Roberto Azevedo, cuyo periodo al frente del organismo concluye en agosto venidero.
Al anunciar su candidatura, el presidente López Obrador dijo que Seade es un negociador “equilibrado, profesional, íntegro, honesto y partidario de que haya entendimiento entre los países para facilitar las relaciones comerciales”.