Conmigo o contra mi
¬ José Antonio López Sosa martes 9, Jun 2020Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Una reducción de una amplia y controvertida coyuntura política a la personalización de un escenario, como si todo fuese inherente a una persona, que dicho sea de paso, habla como marca el hábito del buen político, en tercera persona como si la decisión personal fuese un verdadero consenso de asamblea.
Una vez más, esta de forma radical, el presidente López Obrador pide definición, es decir, que los ciudadanos debemos definirnos con relación a, si estamos con él o contra él, incluso, citó a Melchor Ocampo “los liberales moderados no son más que conservadores más despiertos”.
El Presidente asume estar en el centro neurálgico de la discusión, pretende traer conceptos del Siglo XIX a una etapa distinta, con condiciones y variables diferentes, como si las realidades de Melchor Ocampo y Lucas Alamán estuviesen vigentes en pleno año 2020.
Aquí sí hay medias tintas, contrario a lo que piensa el Presidente de la República, ningún ciudadano tiene la obligación de asumirse o manifestarse de un lado o del otro, como si no hubiese puntos medios y otras formas de pensamiento. López Obrador no es una figura teológica que pueda exigir estar con él o contra él, es sencillamente el presidente constitucional, que ha hecho cosas buenas y malas durante su breve gestión, que nos guste o no, cumple con un mandato sexenal y está sujeto todos los días, al escrutinio ciudadano y periodístico, es el jefe del Estado mexicano y debe actuar en consecuencia como tal, gobernando para todos, conservadores o liberales, morenistas o panistas, neoliberales o socialdemócratas.
Es reprobable querer resumir la coyuntura política de un país en plena transformación en estar conmigo o contra mi, desde la silla presidencial. Es reprobable que desde su tribuna matutina el Presidente denoste una y otra vez a los periodistas y medios de comunicación que le critican, a él y a su gobierno. Es inaudito que gente como Manuel Bartlett, Ana Gabriela Guevara o Sanjuana Martínez sigan formando parte de su gabinete despúés de las investigaciones que les han exhibido por diferentes yerros.
El presidente López Obrador llegó al poder producto de la democracia, luchó por décadas por la democracia, desde su dimisión del PRI, en su paso por el Frente Democrático Nacional, el PRD, el PT y finalmente Morena, la democracia siempre ha sido su motor, luego entonces ¿por qué no quiere que tengamos democracia en el ejercicio del poder?, la democracia significa también cohabitar políticamente con quien piensa distinto, llegar a acuerdos a través de la política para mediar, para equilibrar, para vivir en armonía aun con las diferencias políticas, económicas e ideológicas, ¿cuándo se olvidó López Obrador de la democracia?, ¿por qué luego de 18 años de lucha por el poder, nos exige ahora determinar si estamos con él o contra él?
Yo ni a favor ni en contra, el Presidente no debe exigir “ubicarse” dentro de su contexto político personal. Esta “clasificación” no hace más que polarizar el país. En una democracia caben todas las visiones y todas las posturas. Yo no doy juego a su advertencia: no estoy ni a favor ni en contra, hay cosas buenas y cosas malas, mi responsabilidad ciudadana y como periodista es señalarlas, de un lado y del otro.
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