Coronavirus: cada quien hace lo que le parezca
Miguel Ángel Rivera viernes 5, Jun 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Como desde la aparición de la pandemia del Covid-19 en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador y su vocero para este fenómeno, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, lanzan señales poco claras, que pueden ser interpretadas de diferentes formas, acerca del avance de ese padecimiento.
El único hecho relativamente concreto es que anteayer, miércoles, se registró el mayor número de muertes por coronavirus en México. El número de muertos por ese mal llegó a mil 92, para elevar el total 11 mil 729. Ese registro significa que se duplicó el número de defunciones registradas anteriormente en un solo día y coloca a México como el país con el mayor número de defunciones, más que Estados Unidos, y los contagiados, sumaron 101 mil 238, 3 mil 912 más que en la víspera.
Para la mayor parte de las personas, esas cifras confirman que estamos en una de las peores fases de la pandemia -nadie puede asegurar que en el futuro no habrá peores momentos-, a pesar de lo cual desde el gobierno federal se autorizó el proceso de vuelta a la (¿nueva?) normalidad, lo cual aprovechó el Presidente para satisfacer sus ansias de dar el banderazo del arranque a las obras de uno de sus proyectos “estelares”, el Tren Maya.
No fue suficiente un solo acto, ayer encabezó la cuarta ceremonia de arranque, en su natal Tabasco, como antes lo hizo en Quintana Roo, Yucatán y Campeche.
En medio de tanto optimismo, el primer mandatario tuvo un momento de aparente debilidad, precisamente el miércoles, cuando admitió que en caso de continuar los reportes negativos, tal vez sería conveniente volver a medidas restrictivas de la movilidad.
Pero fue solamente una distracción momentánea, pues ayer rectificó. En Palenque, Chiapas, donde está su hacienda, el primer mandatario afirmó que la estrategia contra la pandemia del Covid-19 ha sido la correcta e indicó que “tenemos que ir cuidando que no se extienda tanto el confinamiento e ir poco a poco caminando hacia la nueva normalidad”.
“Ya son muchos días, y la gente ha hecho un gran esfuerzo, un sacrificio, y no todos tenemos espacios en nuestras casas. La mayoría vive en espacios muy reducidos, hay hasta hacinamiento por la pobreza”, agregó.
En reunión a distancia con los integrantes de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) de la Cámara de Diputados, que encabeza el coordinador de Morena, Mario Delgado, el vocero oficial y subsecretario de Salud López-Gatell rechazó todas las críticas de los legisladores de oposición y manejó las estadísticas de manera de justificar la actuación del gobierno de la llamada Cuarta Transformación.
En respaldo del funcionario federal estuvieron como siempre los legisladores de Morena y sus aliados del PT, PVEM y PES (que en San Lázaro mantiene su grupo parlamentario). De manera destacada el ahora militante del PT, Gerardo Fernández Noroña, quien se hizo famoso por su rebeldía ante el poder público, pero que ayer confirmó que también puede desempeñar con éxito la caracterización de afombra o de patiño.
La verdad es que López-Gatell no requería ningún auxilio. La experiencia adquirida en sus cotidianas conferencias de prensa, sus encuentros con legisladores federales y sus debates con sus críticos quedó en evidencia al manejar los datos a su libre interpretación y encontrar siempre una respuesta atinada.
Por ejemplo, negó que al principio de la pandemia hubiese pronosticado un total de diez mil muertes en nuestro país, cifra que ya se superó ampliamente. Aseguró que desde ese momento advirtió que, según otras estimaciones, el total de decesos podría llegar a los 30 mil.
También dijo que no hay una sola curva estadística para definir lo que sucede en la República, por lo cual sus estimaciones y decisiones se guían por regiones. Por ejemplo, para decidir la vuelta a la “nueva” normalidad, se tomaron en cuenta las estadísticas de la Ciudad de México.
El desmentido a lo expresado por el subsecretario de Salud se encuentra en la revisión de los informes que, por separado, hace la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien no parece compartir el optimismo del gobierno federal y recomienda continuar con el aislamiento.
Por cierto, la gobernante capitalina anunció que por la contingencia sanitaria sólo habrá un periodo de verificación vehicular.
Los detalles de los cambios en materia ambiental se detallarán la semana venidera y entre otros aspectos comprenderá el instructivo acerca de la forma como los automovilistas que no cumplieron con la verificación en el primer semestre podrán hacerlo de forma extemporánea.
Debido a la necesidad de mantener la sana distancia, los centros de verificación vehicular de la Ciudad de México cerraron desde el pasado 25 de marzo, en pleno periodo de revisión de los vehículos con calcomanía rosa, terminación 7 y 8, a los que seguían los de calcomanía roja terminación 3 y 4.
Los ajustes en el Congreso
Ante la fuga de Lilly Téllez, el grupo parlamentario de Morena aplicó la vieja sentencia popular que dice: “no busco quién me la hizo, sino quien me la pague”.
Como apuntamos ayer, la salida de la senadora sonorense de sus filas significó para Morena y sus aliados un aumento de las dificultades para reunir una mayoría calificada, necesaria en el Congreso de la Unión -obviamente también en el Senado- para concretar cambios trascendentes, como en los momentos actuales significa tener la posibilidad de poder convocar a un periodo extraordinario de sesiones para sacar adelante reformas que necesita el presidente Andrés Manuel López Obrador para hacer frente a las necesidades derivadas de la actual crisis económica, acentuada por los efectos de la pandemia.
Para convocar a un periodo extraordinario, Morena y socios requieren un voto más de los que actualmente tienen en la Comisión Permanente, ante lo cual el coordinador de los senadores “morenos”, Ricardo Monreal, y la presidenta de la Cámara, la también “morena” Mónica Fernández, abrieron la ruta para asegurarse la mayoría calificada.
La “víctima” seleccionada ese este caso es el ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México, el ahora senador Miguel Ángel Mancera, quien llegó a la Permanente en calidad de coordinador de una inexistente fracción parlamentaria del PRD.
Como resultado de varios cambios de bando, el PRD que originalmente tenía ocho senadores, quedó reducido a sólo tres integrantes. Desde que quedó con menos de cinco, debió disolverse esa fracción, pero como resultado de negociaciones internas, se mantuvo el reconocimiento del grupo, cuyo coordinador es Mancera.
Ahora las condiciones han variado y para los intereses de Morena y socios resultó más conveniente la desaparición del grupo del PRD, lo cual anunció oficialmente la presidenta Mónica Fernández. En especial debe tenerse en cuenta que Mancera llegó a la Permanente precisamente por su condición de coordinador, pero al desaparecer su fracción no se justifica el nombramiento, como tampoco su participación dentro de la Junta de Coordinación Política.
Para que no pareciera que el PRD era el único objetivo, la directiva del Senado decretó también la desaparición del Grupo Parlamentario del PES, partido que perdió su registro oficial como partido, pero que conservó su derecho a tener un grupo propio en el Senado porque también sumaba más de cinco integrantes. Al igual que el PRD, al paso del tiempo, el PES perdió integrantes y quedó reducido a cuatro, pero en su caso no hay problemas, pues los que permanecen en sus filas en realidad están incorporados a la bancada mayoritaria de Morena y sus votos siempre están al lado de los deseos de la llamada Cuarta Transformación.
El voto que importa es el que representa Mancera. Su posición en la Permanente responde a su condición de coordinador de la bancada del PRD, pero al desaparecer grupo, su condición cambia radicalmente y, de aplicarse las leyes radicalmente, esa sitio estaría a disposición de lo que decidan la directiva de la Cámara y la Junta de Coordinación Política.
Otra posibilidad es que Mancera acepte incorporarse a la bancada de Morena. Sin embargo, el ex gobernante capitalino descartó esa salida y aseguró que continuará representando al PRD. Dijo que nadie le ha propuesto integrarse a Morena y manifestó confianza en que subsista hasta el término de la legislatura el acuerdo político que mantuvo en activo al grupo del PRD.