Más de 10 mil decesos por coronavirus
¬ Augusto Corro martes 2, Jun 2020Punto por punto
Augusto Corro
A la hora de redactar estas líneas la cifra de decesos por coronavirus (Covid-19) es de 10 mil 167; el número de contagios es de 93 mil 435; y el de activos de 16 mil 303. ¿Qué sigue? Solo tiempo nos lo dirá. Desde luego, el futuro de México es oscuro, de pesadilla. La pandemia del Covid-19 trae además de los daños irreversibles a la salud las repercusiones desastrosas en la economía.
Esos dos factores juntos tienen al mundo en una crisis de incertidumbre, con un problema social mayúsculo, que implica desempleo, pobreza, violencia, etc. Y poco se puede hacer para controlar el coronavirus, pues no se cuenta con una vacuna para aniquilarlo.
Se puede controlar el contagio, pero nada más. En esas medidas preventivas tenemos la obligación de participar. ¿Cómo? Pues en el cumplimiento de las medidas sanitarias: lavarse las manos varias veces al día, usar cubrebocas, estornudar o toser escudados en el antebrazo y guardar la denominada sana distancia.
Se vale exagerar esas prácticas porque ayudan a limitar la acción contagiosa del virus. No cumplir o dejar de lado esas medidas sanitarias multiplica el riesgo de contagiarse. Y los resultados son las cifras espeluznantes de personas que perdieron la vida, el número de contagiados y la cantidad confirmada de quienes padecen el mal.
Tratamos el tema de la pandemia porque anteayer, el lunes, se volvió a la nueva normalidad en la reactivación de las industrias de la construcción, mineras y automotriz. En algunas obras grupos de personas se dieron cita para conseguir trabajo. No usaban cubrebocas, ni guardaban la sana distancia.
La actividad en la Ciudad de México presentó una movilidad parecida a los tiempos sin coronavirus. En el Metro se vio a pasajeros sin el cubrebocas. De la sana distancia ni quien se acordara.
En las principales avenidas continuó intenso el flujo vehicular. En calles de colonias populares la vida continuó sin sobresaltos. En Tepito, la actividad comercial no disminuyó. En Nezahualcóyotl poco les interesó cuidarse del contagio.
En fin, una gran parte de la población continuó confinada, pues aunque se dio el banderazo de salida a la reactivación económica, México terminó la jornada nacional de la sana distancia con semáforo en rojo por coronavirus.
Las autoridades ni siquiera esperaron más días para decidir sobre nuevas medidas para contrarrestar las acciones del virus que, como se señala en las cifras, su actividad mortal no cede.
El día 1 de junio, el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, inició sus giras por el interior del país, como si la pandemia fuera parte de la historia. ¿No se podía esperar para mejores tiempos la presencia física del mandatario para no exponer a las personas al contagio?
¿Cómo se le exige a un ciudadano que guarde la sana distancia o cumpla con las medidas sanitarias, si las principales autoridades no lo hacen? ¿Qué es más importante, cuidar la salud, la vida o romper la cuarentena para la realización de actos políticos?
¿Por cierto, usted considera que la pandemia se encuentra controlada? Pienso que aún falta que llegue lo peor. Así lo reflejan las cifras al principio de la columna. Las autoridades deben incrementar las convocatorias para que la población continúe en la cuarentena.
Si usted se cuida nos ayuda a todos a evitar el contagio. De otra manera continuaremos expuestos a los rebrotes de la pandemia y otra vez el regreso a lo mismo: más enfermos y más decesos. ¿Qué opina usted amable lector?