Crisis de pensionados
Freddy Sánchez jueves 28, May 2020Precios y desprecios
Freddy Sánchez
¡Éramos muchos y parió la abuela!…
Un dicho a la medida del problema de los pensionados, que no está resuelto, más bien continúa y podría agravarse a partir del año próximo.
Cuando se cumpla el plazo para que comience el flujo migratorio del empleo al desempleo de las personas de la tercera edad, que comenzaron a laborar quedando sujetas a la ley del IMSS de 1997.
Así que los afectados y las autoridades deberán afrontar el dilema de qué hacer ante un abrupto decremento en los ingresos familiares.
Y es que si uno de los dos aportantes al gasto de la casa, deja de trabajar y tiene que limitarse a la pensión que le corresponda por las aportaciones hechas a las afores, su salario anterior podría bajar hasta 70 por ciento. Y si fueran los dos aportantes familiares los que sufren la misma situación, la crisis económica por afrontar sería virtualmente catastrófica.
Ese enorme “bajón” en los dineros disponibles para el gasto familiar, obedecería a las condiciones del régimen del Instituto Mexicano del Seguro Social, en apoyo a los trabajadores jubilados que entró en vigor, justamente, para salvar de la crisis financiera a la institución con una reforma legal en el 97.
Lo cual, fue producto de una acción legislativa del priismo, que pudo ser indispensable para sanear las quebrantadas finanzas del IMSS, (antes por cierto, dedicadas incluso a comprar equipos profesionales de futbol), lo que de hecho hacía prever la inviabilidad de pagar las pensiones a largo plazo y por eso el traslado de este derecho de los trabajadores a la administración privada de las pensiones, en manos de lo que se conoce actualmente como “la Afores”.
Y visto en retrospectiva este asunto, es evidente que los señores del PRI hicieron una maniobra política financiera y legal para darse tiempo para administrar sin presiones los dineros disponibles del erario, recurriendo a la supresión de la ley del IMSS del 73, y de ese modo, con un “plumazo” poder anular un gasto súper millonario en las pensiones a futuro, lo que posiblemente ni siquiera se habría podido pagar con dinero público.
El caso es que como bien dice otro dicho: no hay deuda que no se pague, ni plazo que no se cumpla.
Y justamente, a partir del próximo año comenzarán a intentar sobrevivir de las aportaciones a las Afores quienes quedaron sujetos a la nueva ley del IMSS del 97.
La que si bien incrementó a 25 el tope salarial para las pensiones a recibir por parte de jubilados, (más del doble de los 10 salarios que como máximo estipulada la ley del 73), en la práctica ese beneficio a recibir por los trabajadores se convirtió en un mero propósito incumplido, por no decir un descarado engaño de las autoridades.
Porque, habiendo sido tan bajas las aportaciones patronales y de los propios trabajadores durante mil doscientas cincuenta semanas, para adquirir el derecho a jubilarse con una pensión basta y generosa, lo que obtendrá la mayoría será un pago mensual insuficiente o de plano francamente raquítico.
Algo que no pasaba con la vieja ley, puesto que el trabajador que se jubilaba, podía ejercer el derecho a una pensión igual al salario promedio de sus últimos cinco años de trabajo, con las cotizaciones pagadas al IMSS.
O sea, que con el garlito de que los trabajadores estarían mejor favorecidos por el tope de los 25 y no 10 salarios al solicitar una pensión, entre otras ilusiones falaces en favor de los trabajadores, la realidad ha puesto en un predicamento a los futuros pensionados y a las autoridades competentes.
Otra “herencia maldita ”, que afecta a la Cuarta Trasformación de Andrés Manuel López Obrador, quien inevitablemente tendrá que buscar la forma de aliviar la posible desgracia económica de miles y miles de futuros pensionados de la tercera edad que en realidad requieren la solidaridad institucional ante lo que podría llegar a ser una terrible crisis de pensionados.