Por sus pronósticos negativos, urge reemplazar al PIB
Miguel Ángel Rivera jueves 28, May 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
De verdad urge el nuevo método para medir la felicidad ofrecido por el presidente Andrés Manuel López Obrador, porque los procedimientos tradicionales, en particular el Producto Interno Bruto (PIB) sólo nos trae malos resultados y peores pronósticos.
Por ejemplo, el Banco de México (BdeM o BANXICO) estimó que el retroceso en el crecimiento de la economía mexicana en este año, como consecuencia de la pandemia del Covid 19 llegará a menos 8.8 por ciento, con una pérdida de hasta un millón 400 mil empleos formales. Aunque no es novedad, los especialistas del banco central confirman la predicción de que ésta será la mayor contracción en México desde 1932, tras la Gran Depresión mundial, que arrancó en Nueva York el martes 29 de octubre de 1929 con el desplome de la Bolsa de Valores que opera en esa ciudad.
De acuerdo con las estimaciones de los especialistas de BANXICO, la caída económica se extenderá en 2021. Este año, el descalificado oficialmente producto interno bruto (PIB) se ubicará entre menos 4.1 y menos 8.8 por ciento. Por contraste, en el último trimestre de 2019, es decir antes del arranque de la crisis por el Coronavirus, se pronosticaba un moderado crecimiento para el presente año de 0.5 a 1.5 por ciento.
El Informe Trimestral enero-marzo 2020 confirmó que la actualización a la baja es la quinta que aplica el instituto central al pronóstico de crecimiento para 2020.
“Ello representa la profunda incertidumbre a la que está sujeta la economía y las diferentes trayectorias que podría presentar el PIB”, comentó el gobernador de BANXICO, Alejandro Díaz de León al presentar el informe.
En ese documento, también se menciona el tema del desempleo, igualmente preocupante.
El estudio de BANXICO prevé que en 2020 podría observarse una cifra de desempleo de entre 800 mil y un millón 400 mil plazas, en tanto que para 2021 se podría presentar una variación de entre 200 mil y 400 mil puestos de trabajo.
Aunque no es consuelo, los efectos negativos por la pandemia del Covid-19 no se registran sólo en México, pues tienen dimensión mundial.
Al respecto tenemos el informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en donde se advierte que como consecuencia de esta crisis, una de cada seis personas menores de 29 y en edad de trabajar han perdido su empleo, mientas que quienes conservaron sus puestos de trabajo han visto reducida su jornada en un 23 por ciento, en promedio.
“La pandemia inflige un triple impacto sobre los jóvenes. No solo destruye sus empleos, sino también su educación y formación, y coloca grandes obstáculos en el camino de quienes buscan entrar en el mundo del trabajo o cambiar empleo”, advirtió el informe de la OIT.
Al presentar el informe en la ciudad suiza de Ginebra, sede de ese organismo, el director general de la OIT, Guy Ryder, propuso a los gobiernos prestar una atención especial a esta “generación del confinamiento” para evitar que la crisis afecte a largo plazo.
“Si no tomamos medidas inmediatas y significativas para mejorar su situación, el legado del virus podría acompañarnos durante décadas. Si su talento y energía (de los desempleados) quedan marginados por falta de oportunidades o de competencias, esto ocasionará un daño al futuro de todos nosotros y hará que sea mucho más difícil reconstruir una mejor economía post-Covid”, dijo Ryder.
Por si no fuera suficiente, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que espera un aumento continuo de casos del nuevo coronavirus en México y, además, manifestó preocupación por el incremento de Covid-19 en Brasil, Chile y Perú, además de que se espera un alza en El Salvador, Guatemala y Nicaragua.
En resumen, la OPS advirtió que no es momento para flexibilizar las medidas de contención de la pandemia.
La directora de ese organismo multinacional, Carissa Etienne, señaló que América Latina superó a Europa y Estados Unidos en el número de infecciones mundiales que se registraron a diario en la semana reciente, unos 15 mil 800 en periodos de 24 horas (5 por ciento más respecto de la semana anterior), por lo que se convirtió sin duda en el nuevo foco internacional de la pandemia.
A pesar de todo, AMLO se prepara para reanudar giras
Aunque no hay todavía nada definitivo en torno a la fecha límite para iniciar la vuelta a la normalidad, el presidente López Obrador no puede contener sus ansias de retomar las giras por diversas partes de la República, que le aseguraban un contacto directo con el “pueblo sabio”, pero también le generaron críticas porque contravenía las recomendaciones de las autoridades sanitarias de conservar la “sana distancia”.
En su conferencia mañanera, el primer mandatario reveló que el próximo martes iniciará un plan de giras por provincia, el cual empezará en Cancún para luego seguir por otros lugares de Quintana Roo, así como de los estados vecinos, Yucatán, Chiapas y Campeche. El motivo central de este recorrido consiste en dar el banderazo de inicio a las obras del Tren Maya, pero también comprenderá la visita a los trabajos de construcción de la refinería de Dos Bocas, Tabasco, dos de los proyectos estelares de su administración.
Aclaró que por recomendación médica sólo viajará por avión desde la Ciudad de México al balneario de Quintana Roo y regresará a la capital por carretera. Indicó que usará cubrebocas en el vuelo, si así lo requiere la aerolínea.
López Obrador también indicó que luego irá a norte de la República y que en adelante – en vez dedicar a sus giras sólo los fines de semana, como lo hacía antes – alternará a un ritmo de una semana de estancia en la Ciudad de México y otra de gira.
Con todo y que abandonará el confinamiento que todavía se demanda al resto de la población, el presidente pidió mantener la disciplina y preservar la “sana distancia” como factor central para reducir los riesgos de contagio, porque si no se tiene vacuna ni tratamiento lo que mejor ha funcionado es cuidarnos.
El PRI demanda abandonar una mal entendida austeridad en el gobierno
No es momento de ahorrar, sino de gastar bien y valernos de incentivos fiscales adecuados para subsanar las pérdidas económicas, afirmó el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, al insistir en la necesidad de un acuerdo nacional para retomar juntos la estabilidad y condiciones óptimas de seguridad y desarrollo.
La emergencia sanitaria trae consigo un escenario complejo que habrá de requerir del concurso de todos los actores públicos, privados y sociales a todos los niveles para enfrentarlo, advirtió el dirigente del tricolor y presidente de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (COPPPAL).
Al encabezar, por videoconferencia, el “Encuentro Nacional de Alcaldes y Retos Fiscales y Sanitarios del Covid-19. Una visión desde lo local”, organizado por la Federación Nacional de Municipios de México (FENAMM), Moreno Cárdenas recordó que la pandemia por coronavirus ha generado graves estragos a la economía nacional y para enfrentarla se requiere dar paso a la solidaridad, un principio que debería seguirse al programar el presupuesto.
“Durante marzo y abril se perdieron cerca de 750 mil empleos formales en México, y las estimaciones del Banco de América indican que esta cifra podría ser de 1.2 millones de personas para finales de año. Mientras que el Coneval estima que entre 6 y 10 millones de personas podrían caer en situación de pobreza por motivos de ingreso”, mencionó el dirigente priista como parte de los obstáculos que se tienen que enfrentar.
Señaló que, en materia de salud, el manejo de esta enfermedad ha sido más complicado por factores como la crisis del sistema hospitalario, con más de 300 instalaciones de salud incompletas en el país y carencia de médicos especialistas; corrupción en el sistema de compra y distribución de medicamentos e insumos, y porque México es el país que menor inversión pública tiene en materia de salud entre los países de la OCDE.
El dirigente del tricolor destacó que el escenario posterior a la pandemia demanda una nueva visión para los municipios, nuevos criterios para el desarrollo urbano e innovación tecnológica en la prestación y gestión de los servicios públicos, además de fortalecer la recaudación de los municipios para generar ingresos propios que permitan destinar recursos a los sectores que mayor impacto han recibido tras la pandemia.