Morena, ¿sin brújula?
¬ Augusto Corro viernes 22, May 2020Punto por punto
Augusto Corro
En estos días, reapareció el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en el escenario político.
Su presidente interino, Alfonso Ramírez Cuéllar, propuso que se permitiera al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) entrar a los hogares a medir el tamaño de la riqueza de los moradores.
Con el propósito, según él, de revisar el patrimonio inmobiliario y financiero de las personas más acaudaladas del país.
Tan singular idea provocó el descontento entre propios y extraños, porque se violaría la ley y además ya existe el pago de impuestos predial.
Quizá la propuesta del dirigente buscaba otros fines; pero no lo supo expresar con claridad.
Con su desacertada idea, Alfonso Ramírez Cuéllar mostró que Morena no ha desaparecido aunque estuvo invisible desde el inicio del gobierno obradorista.
Durante ese tiempo, solo se notó la presencia de los morenistas por sus ambiciones personales y sus escándalos.
Sus principales protagonistas del desorden fueron Ramírez Cuéllar, Bertha Luján, Yeidckol Polevnsky y Alejandro Rojas. El diputado Mario Delgado, quien buscaba la dirigencia, optó por hacerse a un lado.
Un tribunal electoral tuvo que poner orden. Morena en esos días fue semejante al Partido de la Revolución Democrática (PRD) cuando sus dirigentes eran movidos por la ambición del poder.
Igual que los demás partidos
El gobierno de López Obrador no tiene oposición. Los partidos políticos no representan el contrapeso necesario para tomarse en cuenta.
Mejor otros sectores, empresarial, patronal, etc., tienen más representatividad que las organizaciones políticas.
Morena con su mutismo se encuentra en las mismas condiciones que las instituciones políticas que no influyen en nada ni en nadie.
¿El partido guinda llevó a la presidencia a López Obrador? ¿O fue el tabasqueño solo, el que gano las elecciones?
Los especialistas siempre dijeron que Morena es López Obrador. Con la supuesta ausencia del tabasqueño en la filas morenistas, el partido vale un cero a la izquierda. Pero el Presidente ya les advirtió que si no se portan bien, el deja el partido.
En su último pronunciamiento, el líder Ramírez Cuéllar no tuvo que esperar mucho tiempo la respuesta del mandatario tabasqueño. El martes en la mañana, el presidente López Obrador rechazó la propuesta de Morena para revisar el patrimonio inmobiliario y financiero de los mexicanos, al señalar que esa información debe mantenerse como privada.
“No creo que sea correcto, se tienen que mantener e privado lo que significan los patrimonios de empresarios y de todos los mexicanos”, reafirmó.
Quedó claro la poca visión del dirigente morenista que no calculó ni la dimensión de su proposición, ni el tiempo para presentarla.
Los mexicanos se encuentran agobiados por la presencia del coronavirus, un problema mayúsculo que exige el mayor esfuerzo de todos para contenerlo.
Pero sale Ramírez Cuellar con la peregrina idea de permitir al Inegi que invada la privacidad de las personas para conseguir información.
Las elecciones del próximo año
La propuesta del dirigente morenista en época de elecciones le habría significado el fracaso. Cualquier pronunciamiento de la oposición lo hubiera hecho trizas.
Esa política demagógica ya no funciona y podría convertirse en una preocupación real para el presidente López Obrador.
El mandatario necesita el apoyo de la Cámara de Diputados para continuar con sus proyectos; pero si ya no cuenta con la mayoría de legisladores en San Lázaro, podría complicarse su administración.
Por cierto, el próximo año se efectuarán elecciones en varios estados para cambiar gobernadores, congresos locales y 500 diputados.
Para esa fecha, los electores ya tendrán una evaluación del gobierno de López Obrador que tendrá tiempos difíciles. Se supone que ya estarán superados los problemas de la economía y la violencia.
Lo dudo. No será fácil darle empleo a miles de desocupados. Tampoco informar que ya no hay asaltos, secuestros y asesinatos.