Los corruptos beneficiados
¬ Augusto Corro miércoles 20, May 2020Punto por punto
Augusto Corro
El discurso obradorista contra la corrupción es el eje central de la Cuarta Transformación (4T). Va directamente contra el neoliberalismo que permitió el enriquecimiento ilegal de los políticos. Sin embargo, las condenas a ese estilo de política y economía no tienen eco. Se pierden en el vacío.
¿Sabe usted cuantos ex funcionarios se encuentran en la cárcel por corruptos? ¿Por saquear las arcas de la nación? ¿Por desviar el dinero destinado a programas sociales? Son unos cuantos corruptos encarcelados que esperan sentencia y otros que están a punto de alcanzar la libertad.
Claro que son innumerables los servidores públicos ladrones que están tranquilos por la 4T se inclina por el borrón y cuenta nueva. Entre los agradecidos de esta política está el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, a quien un juez veracruzano le ratificó la sentencia de nueve años de prisión.
Ese tiempo tras las rejas podrá reducirse por buen comportamiento y por influencia de algún político importante. Se podría decir que el caso de Duarte debe olvidarse. Las autoridades fueron benévolas con el exmandatario, que en su tiempo fue acusado de cometer un sinnúmero de delitos.
Para empezar, durante la administración duartista floreció el crimen organizado. El ex gobernador desvió miles de millones de pesos del erario veracruzano. Con el dinero robado compró alrededor de cuarenta casas, ranchas, etc., que las autoridades no pudieron quitárselas. ¿Hay mejor testimonio de sus acciones saqueadoras del exmandatario?
Por supuesto, el exmandatario no actuó solo. También su esposa, Karime Macías, se llevó parte del botín. Ella huyó del país y se encuentra en Inglaterra, donde disfruta del dinero sustraído de las arcas públicas. Se dijo que ella, como presidenta del DIF estatal, entregó 112 millones de pesos a empresas fantasmas “por servicios que no se llevaron a cabo”.
La señora Karime Macías no debe preocuparse por sus cuentas pendientes por la justicia. Si el marido casi resultó exonerado por esos delitos graves, ella podría ser homenajeada por su conducta delictiva.
En Veracruz durante el gobierno de Duarte el periodismo se convirtió en una profesión de alto riesgo. De acuerdo con índices de criminalidad, en aquella entidad, entre el 1 de diciembre de 2011 y el 12 de octubre de 2016, fueron asesinados 17 periodistas.
En los asuntos de los saqueadores de los recursos quedó demostrado que la lucha contra la corrupción no se aplica con rigor y que quienes imparten justicia lo hacen con miedo.
Tal es el caso del ex gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, también acusado de cometer un sinnúmero de delitos, que van desde presuntos desvíos de recursos públicos hasta el remate de terrenos propiedad del estado.
El ex mandatario quintanarroense se encuentra en un reclusorio en la Ciudad de México en espera, seguramente, de una sentencia que le permita salir lo más pronto posible de la cárcel para disfrutar su riqueza.
En los dos casos de los ex gobernadores se muestra que a lucha contra la corrupción es cae más en los discursos de los políticos que en la realidad. No es serio la guerra contra los saqueadores del erario.
¿Alguien sabe dónde se el mandatario chihuahuense, César Duarte, buscado por la policía mexicana? Ya se repitió hasta el cansancio que el político se esconde en alguna ciudad de Estados Unidos, pero que las autoridades mexicanas no tienen interés en capturarlo y traerlo a México.
Cabe señalar que el político chihuahuense entró a la “grilla” como vendedor de autos seminuevos y como gobernador se hizo socio de un banco. Como se ve la situación, no habrá castigo para el corrupto.
El ex mandatario fue acusado por las autoridades de Chihuahua de encabezar, planear y ordenar desviaciones del erario que sumaban al menos mil 200 millones de pesos.
En la presente administración, las autoridades actúan contra ex funcionarios corruptos y uno que otro líder. Se encuentra preso en España, el ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, acusado de lavado de dinero, soborno y malversación de fondos.
Será extraditado a México y aquí, ya saben, se buscará que su sentencia sea de unos cuantos años en prisión y luego a disfrutar la riqueza obtenida ilegalmente.
Rosario Robles, una ex funcionaria del gabinete de Enrique Peña Nieto, se encuentra en una cárcel capitalina. Está acusada de participar en una red de corrupción que presuntamente desvió recursos públicos por más de cinco mil millones de pesos.
La ex subordinada de Peña Nieto es una de las pocas personas que deberá responder de los malos manejos en la administración pública. Chivo expiatorio o no, tendrá que rendir cuentas y también podría resultar beneficiada con la política del “borrón y cuenta nueva”.
En fin, la tan afamada política del nuevo gobierno contra la corrupción solamente se encuentra en los discursos de los políticos. En la vida real, los políticos saqueadores no tienen razones para preocuparse de su destino.
Si Manuel Bartlett Díaz, titular de la CFE, acusado de enriquecimiento ilícito, logró convencer a las autoridades de su honorabilidad, cualquier otro de los pillos puede hacerlo también, pues ya tiene el mal ejemplo.
La lucha contra la corrupción empieza a caer en el terreno de los discursos demagógicos.