Sener limita la expansión de proyectos que hacen frente al cambio climático.
Jorge Luis Galicia Palacios martes 19, May 2020Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Necesario fortalecer Pemex y CFE con sistemas de energías renovables
No obstante que a nivel mundial hay un tema que a los países preocupa por considerarlo una amenaza medioambiental del primer orden y se le conoce como cambio climático, la Secretaría de Energía de México no parece comulgar con esa corriente de pensamiento y así quedó demostrado con la emisión de un acuerdo que, sin duda, impactará entre los inversionistas y empresas que en los últimos años han dedicado a generar energía limpia en nuestro país o lo que es peor, con esta acción se deja entrever que el asunto de las energías limpias simplemente “no es tema” en la agenda nacional.
Lo que son las cosas, hasta antes de que en el mundo se presentará el tema del Covi-19, uno de los principales desafíos a afrontar eran los efectos del cambio climático, pero hoy de este último tema muy pocos países los conservan en su agenda o en todo caso lo conservan como un asunto aislado de los efectos ocasionados por la pandemia, que entre otras cosas nos está dejando muerte, desempleo, sistemas de salud colapsados, quiebra de pequeños negocios y comercios, y en general más pobreza y economías debilitadas.
Es cierto, el desafío del Covid-19 tiene prioridad y en ese contexto tal vez se requiera hacer una pausa en el tema del cambio climático, pero eso no debe ser sinónimo de retirada u olvido en las prioridades de la problemática mundial y por el contrario todos los países deben insistir para que la problemática medioambientalista siga siendo un tema urgente en los asuntos de la agenda del globo terráqueo.
A fines del año pasado, y los primeros dos meses del presente, los ambientalistas y especialistas en temas globales advertían al mundo de la sequía de ríos, inundaciones atípicas, desplazamientos de poblaciones por sequías y altas temperaturas, crecimiento de zonas desérticas y aumento de los niveles del mar, entre otros fenómenos y cada vez más presentes en nuestro entorno, y desde las tribunas más altas de foros como el de las Naciones Unidas se hacían llamados a la comunidad internacional para, entre otras propuestas, se procuraran cambios en la implementación de políticas energéticas que basan su desarrollo en consumo de recursos fósiles como petróleo, gas y carbón, elementos que al producir energía son también el principal causante de lo que en con más frecuencia hemos incluido en nuestro léxico bajo el término de efecto invernadero y que en otras palabras estamos refiriéndonos a la contaminación ambiental.
Primero, hay que combatir el Covid-19 y todas sus secuelas, no está en duda esa prioridad, pero será un error que en esa dinámica las políticas gubernamentales del orbe olviden o hagan a un lado la atención del cambio climático que hasta hace unos días también era considerado una amenaza por sus efectos de devastación medioambiental.
Y esto viene a colación porque luego de que se dio a conocer el acuerdo emitido por la Secretaría de Energía, que encabeza la zacatecana Rocío Nahle, los especialistas en la materia señalan que esa acción limita e impide la continuidad de proyectos de energía renovables y por ende imposibilitará la expansión de nuevos proyectos en el país.
En ese sentido, un sector importante de la población que aspira a un mejor medio ambiente, pugna porque México se desista de querer poner todos los huevos en una sola canasta en materia de desarrollo energético y de obtención de recursos financieros con la venta de los respectivos productos, donde el enfoque único es el rescate de las empresas productivas del Estado, conocidas como CFE y Pemex, lo cual no está mal, pero hay que fortalecerlas con otras acciones en el mismo rubro.
En esa observación, los estrategas financieros y ambientalistas aconsejan al gobierno diversificar el portafolio de oportunidades para generar energía y recursos financieros, al tiempo que se combata la contaminación. La fórmula es simple, seguir la tendencia mundial que propone la transición energética y buscar invertir en fuentes alternas generadoras de energía, o lo que es lo mismo poner huevos también en una segunda o hasta en una tercera canasta, y con ello mirar hacia escenarios donde se encuentran las energías limpias, o sea las que se producen mediante sistemas de viento o sol, por ejemplo, y con ello contribuir en las estrategias contra el cambio climático.
VA MI RESTO.- “Vamos a seguir extrayendo petróleo, cuidando nuestras reservas y buscando también la generación de opciones con energías alternativas; no apostar todo al petróleo, que es un producto no renovable, y que tenemos que heredar a las nuevas generaciones. Pero vamos a seguir con la política de refinar en México”, destacó el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en abril pasado, al dar a conocer las fuertes presiones que nuestro país recibió de la OPEP para que, junto con otras naciones productoras del hidrocarburo, redujeran su producción en un porcentaje del orden del 23% en el contexto de la caída de los precios petroleros a causa de la pandemia.
Y aunque en la actual administración no se ha tocado mucho el tema de las energías limpias, no hay que olvidar que, en uno de los debates presidenciales, durante la campaña política de 2018, el entonces candidato se comprometió a fomentar la generación de energías con recursos renovables, con el viento, con el sol y con el agua. Así lo dijo AMLO y por eso nos extraña que el acuerdo de la Sener diga todo lo contrario en este tema o al menos así se interpreta, y hasta ahí porque como veo doy.