Irresponsabilidad
Armando Ríos Ruiz viernes 15, May 2020Perfiles de México
Armando Ríos Ruiz
Permitir que los niños regresen a clases el primero de junio entraña una absoluta falta de responsabilidad, tan grande como ocurrió al principio de la pandemia, cuando las autoridades sanitarias y otras instancias internacionales iniciaron su campaña de cuarentena en los domicilios, para evitar contagios que comenzaban a aparecer por todos lados.
La voz del Presidente de México se hizo escuchar con los consejos más disparatados y alejados de la realizad convertida en amenaza de muerte, cuando aconsejaba que la gente se abrazara, pues no pasaría nada; que hiciera su vida normal, pues los técnicos aseguraban que el 19 de abril se acabaría el problema. Dijo que junto con la India, México era el país menos contaminado y cosas parecidas que hicieron un daño gigantesco, de acuerdo con voces, tanto nacionales como de otras latitudes.
No existe aún ninguna vacuna y menos al difundirse el problema. No podíamos acudir por una medicina y los milagros no estaban dispuestos a aparecer por todas partes, para ayudar al mandatario a convencer a los mexicanos de que todo estaba bien. Las muertes a causa del virus cada día alcanzan a personas más cercanas a nosotros y esta circunstancia atemoriza al máximo a nuestras familias.
Ahora se insiste en que se aplanó la curva, cuando ni siquiera es curva, sino una línea vertical que apunta al cielo. Acaba por confundir completamente, que Hugo López-Gatell dé una fecha como pico del problema o como solución y el Primer Mandatario lo desdiga con una diferente.
Hay quien asegura que en México muere un promedio de 600 personas diarias. Se dice que no hay capacidad para detener el mal. En las redes, un video ha intensificado su distribución con estadounidenses que aseguran que las carrozas hacen fila para dejar sus cargas de víctimas en las salas de autopsias, incapaces de recibir el siniestro cargamento cualquier día. Quienes lo hicieron se burlan del domador y del aplanador.
El Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME), de la Universidad de Washington, referencia para la Casa Blanca en materia de Covid-19, afirma, con base en sus propios cálculos, que para principios de agosto habrá en siete estados mexicanos casi siete mil muertos, cifra optimista aún, porque no se incluye la variable de la apertura de la economía ya anunciada.
El vaticinio sólo corresponde a siete regiones de la República. Por lo tanto, sólo en esas zonas, “el rango de mortalidad podría llegar a un máximo de 16 mil 795, de acuerdo con doctor Rafael Lozano, uno de los involucrados en el tema.
México es uno de los países peores evaluados en materia de pruebas para determinar si la gente está contagiada o no y esta situación precisa que, junto con Brasil, corra más riesgo que otros en América Latina. Dice el Subsecretario de Salud López-Gatell, que aquí se sigue un modelo matemático para conocer a fondo el problema. Sólo que muchos millones de mexicanos no creen en ese método, porque las matemáticas no pueden sustituir los exámenes físicos.
Por esa razón y por muchas otras, los gobernadores de Nuevo León, Tamaulipas, Durango, Michoacán y Coahuila acordaron no seguir las medidas para contener el coronavirus, indicadas por el gobierno federal. Por lo tanto, no estarían dispuestos a permitir que las clases de reanuden en junio, cuando seguramente, el país aún vivirá un enorme peligro.
La opinión se ha extendido inclusive a Sinaloa, Yucatán, Chiapas, Puebla y Guerrero. Los respectivos gobernadores han coincidido en que el día en que deberán reanudarse las clases, está lejano. El personal docente se siente vulnerable y temeroso de contraer el virus y los padres piensan terminante en no enviar a sus hijos ni un paso afuera de sus casas.
Ahora podemos asegurar que los técnicos que vaticinaron el fin de la pandemia para hace un mes, saben bastante del asunto. ¿Cómo confiar?