El coronavirus sumado al fracaso de la 4T produce hambre en millones de mexicanos… y precipita la sucesión de AMLO
Roberto Vizcaíno viernes 15, May 2020Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Este trimestre no se le va a olvidar nunca en lo que le reste de vida a Andrés Manuel López Obrador. De sus recomendaciones de marzo del salgan y abrácense, al quédense en casa y cuídense, apenas pasaron unas pocas semanas.
Semanas en las que se le desdibujó y deshizo todo su proyecto de vida y Gobierno. Semanas en las que la 4T se fue al caño. En que el México bajo su administración pasó de la crisis del menos cero, al muy probable menos 15 por ciento del PIB. Al eufórico anuncio de voy a crear 2 millones de empleos de aquí a diciembre, a la perspectiva de 4 millones de despidos. Del vamos requeté bien al asomo del hambre en al menos 10 o 125 millones de mexicanos que según el Coneval pasaron rápidamente de la pobreza simpe y dolorosa, a la angustiosa pobreza extrema.
Y el hambre que ya sufren millones de mexicanos porque no tienen ingresos ni ayudas de sus programas subsidiarios, es lo que le llevó a dictar el decreto para revivir la militarización de México, lo que lo decidió a relanzar a los militares en las calles del país, lo que lo hace parecerse tanto a su odiado enemigo Felipe Calderón.
Y es el hambre de millones de mexicanos, y sus previsibles consecuencias sociales y políticas que eso pueda traer, lo que le preocupa, y no la delincuencia organizada ni el narco. Eso está más que claro cuando ha dejado explícitamente en claro que él y su Gobierno no van contra los cárteles ni los jefes de la delincuencia organizada. Cuando los ha dejado hacer y deshacer. Apoderarse libremente de pueblos, municipios y ciudades. Cuando decidió dejar libre a Ovidio Guzmán. Cuando va y saluda de mano a la mamá de “El Chapo” y cuando asiste a un brounch campirano organizado por el cartel del Pacífico.
No, la militarización no es contra la delincuencia ni al narco. Es contra las consecuencias del hambre que ya está a las puertas de Palacio Nacional, en el seno de la sociedad mexicana.
Coneval y otras organizaciones advierten que luego de la pandemia, cuyas consecuencias sumadas a los errores cometidos por él, se sumarán 10 millones más de mexicanos a la pobreza heredada por los anteriores gobiernos.
Y es que no sólo no creo empleo ni bienestar, sino que ha llevado al país a tal deterioro económico que los resultados se cuentan hoy en más, muchos más pobres.
El bienestar nórdico prometido por él en su campaña ya no llegó. Lo prometido se fue al archivo de los sueños incumplidos, llevándose consigo a la 4T. Ya no hay forma de que cumpla. Su tozudez y ausencia de programas y obras viables, no dejas espacio más que para la desesperanza y el fracaso.
Fracaso, hambre y sucesión
Todo lo anterior lo han entendido bien quienes tienen que entenderlo, y eso ha activado, acelerado, precipitado muy tempranamente ya la sucesión presidencial.
Lo apuntaba yo en este mismo espacio ayer: tres son los señalados a 4 años de la sucesión presidencial de López Obrador: el canciller Marcelo Ebrard, la jefa de Gobierno de la CDMX Claudia Sheinbaum y el zacatecano Ricardo Monreal.
Claudia, opinan todos, es la más incapaz pero la preferida del tabasqueño.
Marcelo, con cada vez más carteras asignadas por AMLO, ejerce casi una vicepresidencia desde la cual no pocas veces rebasa al Jefe, con el aplauso de este.
Monreal llega pleno a este momento, con una posición en la que ha tenido que sortear poderosos obstáculos, lo que lo ha fortalecido.
La consecuencia del acelerado hundimiento del régimen, y de la marcada obcecación de concentración de poder que domina a López Obrador, lleva a personajes y sectores, agrupaciones y otros centros de poder como los del capital y la empresa, a acercarse a los mencionados como la alternativa del cambio.
Eso lo vimos con toda su luz el miércoles en la conferencia entre los coordinadores de los grupos del Senado encabezados por Ricardo Monreal y las cúpulas del gran capital nacional y extranjero.
Ahí se habló del futuro. Y de política. Es decir, de un escenario sin López Obrador.
“En el caso particular de México, en donde tan acostumbrados estuvimos en los años setenta y ochenta a movernos entre situaciones críticas en la parte económica… (cuando sólo contaban y se negociaba con PRI, PAN y PRD) nos permitió transitar de una mejor manera la crisis que podíamos estar viviendo. Creemos que esta solución sigue siendo efectiva y válida”, sugirió Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial.
Y consideró que con este tipo de negociaciones y encuentros -sin AMLO, podemos transitar de una mejor forma la problemática que hoy enfrentamos.
“Tenemos que buscar reorientar el gasto público. Nosotros no somos quién para decirle a la autoridad federal y mucho menos al presidente (de la República) qué deba hacer. Lo que sí creemos es que se debe privilegiar que se apoye la liquidez y el empleo”, indicó.
Y se fue a fondo: “No puedo estar más de acuerdo en que la eficacia, la eficiencia, la coordinación y la unión entre nosotros (senadores, Monreal, los partidos de oposición y los empresarios) son las ideas que deberían hacernos transitar para poder disminuir los efectos negativos de esta crisis, insisto, que no buscábamos y que de alguna manera, para resolver el problema de salud, nos hemos autoinfringido”.
No dejó pasar la oportunidad de que con el tabasqueño no hay ya camino: “En ninguna de esas recomendaciones (las que le propusieron a AMLO y este rechazó sin más) se habló de usar recursos que se pudieran convertir en Fobaproa o cualquier adjetivo que podamos poner a eso. En ninguno de esos renglones que están establecidos en las ideas, no del sector empresarial, sino de la diversidad que tuvimos a través de todas estas mesas, se habló de que esto se podía utilizar para, de alguna manera, soportar pérdidas de alguna compañía o pérdidas de algún sector empresarial’’.
En fin. Insisto. La sucesión ya está el marcha y se acelerará conforme se hunda la 4T.
¿Apuestan?
En el mismo contexto ahora el encuentro es con Graue
Bajo el pretexto de una donación de 50 millones de pesos a la UNAM para apoyar tareas contra el conavirus, los coordinadores de las fracciones del senado encabezados por Ricardo Monreal, conversaron ayer en forma digital y remota con el rector Enrique Graue.
Catedrático el mismo de la UNAM, el zacatecano subrayó la importancia de la UNAM en la vida académica y política del país.
Graue les agradeció a los coordinadores parlamentarios la confianza mostrada con este donativo a la UNAM, y reconoció el enorme esfuerzo, “que hicieron de austeridad para sumarse al gran proyecto de combatir todos juntos a la pandemia”.
El rector señaló que en la Máxima Casa de Estudios igual ha habido un esfuerzo de austeridad para aportar donativos el equipamiento de los médicos que forman la primera línea del combate a la pandemia.
Y consideró que el gran reto ahora es el de regresar a la realidad universitaria.
“… tenemos que generar acciones para enfrentar la nueva realidad, que no será sencillo, pues el 64 por ciento de las familias de nuestros alumnos, tienen ingresos menores, y eso implica que muchos estudiantes no tengan acceso a las tecnologías de las información”.
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