Sorpresa: Sheinbaum admite que el registro de muertos es inexacto
Miguel Ángel Rivera viernes 15, May 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
“Nosotros hemos dicho que hay más decesos que los que se reportan diariamente por el gobierno de México, porque hasta ahora se reportan sólo aquellas personas a las que se les hizo la prueba de Covid-19 y salió positiva y fallecieron, pero hay más defunciones y para saber si fue por Covid-19 o por otras razones, es un comité científico el que debe establecerlo”.
La anterior declaración, contra la que se pudiera pensar, no viene de ninguno de los adversarios o enemigos políticos del presidente Andrés Manuel López Obrador que acusan a su administración, de errores y omisiones al enfrentar la pandemia de Coronavirus.
El reconocimiento de inexactitudes (por no usar un término más descalificador), sino que fue parte de una declaración pública de uno de los funcionarios de la llamada Cuarta Transformación que, dicen los enterados, más apreciados por el primer mandatario, al grado que está entre los favoritos para ser candidato de Morena a la Presidencia de la República en las venideras elecciones de 2024.
Si, efectivamente, se trata de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la doctora en Ingeniería Ambiental, Claudia Sheinbaum Pardo, cuya carrera política ha estado estrechamente vinculada al presidente López Obrador del que fue secretaria del Medio Ambiente en el gobierno del entonces Distrito Federal.
Pero no es la única diferencia que ha marcado la mandataria capitalina respecto del gobierno federal en los criterios y la manera de hacer frente a la grave contingencia ambiental.
Mientras el presidente de la República continuaba sus giras por el interior del país a pesar de que el Coronavirus se había extendido por gran parte del mundo y recomendaba salir a fondas y restaurantes, además de que repartía besos y abrazos en medio de multitudes, el gobierno de Sheinbaum optó por medidas más estrictas de control para evitar que avanzara la pandemia, a pesar de lo cual la gran metrópoli de la capital del país es la región con mayor número de enfermos y muertos por la acción del virus.
Por ejemplo, las autoridades capitalinas optaron por recomendar el uso del cubrebocas que siempre ha despreciado el gobierno federal. Un caso notable de esta diferencia de criterios se manifestó en la reciente conferencia de prensa en la que se anunció, en Palacio Nacional, el programa de retorno a “la nueva normalidad”. Allí el único con cubrebocas fue el gobernador del estado de México, Alfredo del Mazo, mientras que Sheinbaum, con todo y las recomendaciones de su administración, quedó al descubierto, al igual que todos los allegados a López Obrador.
Ya fuera de Palacio Nacional, al volver las instalaciones del gobierno de la Ciudad de México, Sheinbaum aclaró que la capital del país no estará entre las entidades que volverán a “la normalidad” el venidero 1 de junio, como lo pretende el Ejecutivo Federal.
No, todavía no, ya lo vamos a anunciar. Estamos preparando el plan, informó la mandataria capitalina, quien obviamente descartó un prematuro reinicio de labores, programado para el ya cercano lunes 18 de mayo, para los llamados municipios “de la esperanza”, ese término que, nada casualmente, coincide con el lema de Morena, “el partido de la esperanza”.
Extraoficialmente circularon versiones en el sentido de que en esta metrópoli las acciones tendientes a la vuelta a la normalidad se iniciarán el 15 de junio, pero esto todavía no es seguro, pues se tiene que escuchar la opinión de los especialistas.
Lo que sí es un hecho es el inicio de actividades de la Comisión Científico Técnica para el Análisis de la Mortalidad por Covid-19, integrado por distinguidos profesionales como Christopher Edward Ormsby, doctor del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, y Arturo Galindo Fragua, doctor del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.
Sheinbaum manifestó que el Comité establecerá una metodología para determinar cuantas personas fallecidas durante la pandemia, perdieron la vida a causa del coronavirus, para lo cual se revisarán en las 16 jurisdicciones sanitarias en las que se ha dividido la Ciudad de México las actas de defunción del Registro Civil y los registros de los hospitales e instituciones médicas.
El gobierno central de la Ciudad de México no está solo en la tarea de buscar los mejores medios para facilitar la recuperación económica sin que se afecte la salud de su población.
El alcalde de Milpa Alta, Octavio Rivero, está muy activo para superar la contingencia derivada de la pandemia, la cual ha provocado cierre de negocios que tienen a cientos de familias en una situación económica muy complicada.
Para apoyar a esos establecimientos mercantiles, a comerciantes de mercados públicos y a concesionarios en vía pública, el funcionario impulsa un programa de apoyos que van de 1,500 a 3 mil pesos, lo que significa una inversión de 5 millones de pesos. Además, Octavio Romero dio instrucciones para distribuir 30 mil paquetes alimentarios, de los cuales lleva 20 mil entregados a familias de su delegación.
En total este programa alimentario, beneficiará a 100 mil personas.
El regreso a clases
en la UNAM no será fácil, advierte el rector Graue
Luego de presentado oficialmente el programa de regreso a la “nueva normalidad”, se llega a la conclusión de que no es posible fijar fechas determinadas para la reactivación de un determinado sector de la vida nacional, pues todo dependerá de las condiciones especiales de cada estado o región del país y de las características de las diferentes actividades.
Uno de esos sectores especiales es el educativa, con sus divisiones naturales de los niveles básico, medio y superior. En principio se fijó una meta general de empezar a volver a la normalidad a partir del venidero 1 de junio, pero luego de la presentación del plan de reactivación, el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, precisó que los estudiantes no regresarán a las aulas hasta que existan las condiciones de seguridad para hacerlo.
“No vamos a regresar a clases hasta que sea seguro, y esto lo indicará la autoridad sanitaria. Solo abriremos cuando el semáforo esté en verde”, señaló el funcionario.
En ese mismo sentido, el rector de la UNAM (la cual sirve de guía a otras instituciones de educación superior), Enrique Graue Wichers declaró que el regreso a las actividades escolares, luego de las medidas de restricción para combatir el contagio por COVID-19, no será sencillo.
Luego de recibir un donativo del Senado por 50 millones de pesos para utilizarlo en las necesidad de la Universidad, Graue advirtió que “vienen muchos más retos” en el regreso a la “nueva normalidad”.
Además, contra lo idea generalizada de que los alumnos de la llamada máxima casa de estudios forman parte de la élite del país, el rector destacó que el 64 por ciento de las familias del estudiantado tiene un ingreso promedio menor a dos salarios mínimos, con lo cual no tienen acceso a la comunicación, tecnologías de la información y el aprendizaje.
En reunión virtual con los integrantes de la Junta de Coordinación Política del Senado, presidida por Ricardo Monreal de Morena, que sirvió para formalizar un donativo de ese órgano legislativo a la UNAM, Graue destacó los esfuerzos de austeridad la administración universitaria e indicó que el donativo del Senado podría aprovecharse para apoyar a ese sector de alumnos de escasos recursos y proporcionarles los elementos tecnológicos para que su regreso sea lo más sencillo y eficiente posible.
En lo que respecta directamente a las posibilidades de contagio por el Coronavirus, el rector informó que la coordinación de investigación científica de la UNAM ya trabaja en una serie de elementos que incluye biosensores y pruebas serológicas, para evitar el acceso de estudiantes o trabajadores que estén infectados.
Graue aprovechó ese encuentro virtual con para recordar el alto riesgo que afrontan las enfermeras en los hospitales, por carecer de insumos y el equipo de protección para atender a los enfermos por Covid-19.
“Hay que recordar que el grupo de la enfermería es aquel que está en contacto directo con los infectados. Son aquellos que atienden, les ayudan a veces a comer, cambian sus ropas, hacen sus camas y, bueno, están expuestas. Y, en ese sentido, creo que valdría la pena que algo que consideremos en conjunto sea apoyarlas”, indicó el rector.