Llegó el plan de la “nueva normalidad”
¬ José Luis Arévalo jueves 14, May 2020De frente y claro
José Luis Arévalo
Pues contra viento y marea, se dio a conocer el plan de reapertura de actividades económicas, educativas y sociales, el cual entrará en vigor el 18 de mayo y poco a poco ir avanzando para permitir que logremos reactivarnos al 100 por ciento; lo que muy probablemente se conseguirá en el mes de agosto.
Y le digo que contra viento y marea, ya que este plan está ensombrecido por la incredulidad a las cifras, la falta de realizar más pruebas, la desconfianza de muchos y la urgencia de otros por volver.
Estamos entre la pandemía sanitaria y la necesidad económica; entre la urgencia por reabrir los negocios formales e informales y la impotencia ante un virus volátil que amenaza nuestros pasos metro tras metro; entre la pobreza generada por la falta de trabajo y la valentía de enfrentar al Covid con tal de llevar sustento a nuestros hogares; y finalmente, entre la exigencia del gobierno por cumplir con las recomendaciones y el “valemadrismo” del mexicano que insiste en que no le pasará nada.
Ante este panorama, llegó este plan que contempla un semáforo que nos indicará el momento en que se irán reactivando muchas de las actividades económicas y sociales.
Sin embargo, el tema no es solamente ver cómo vamos a ir regresando, el tema es ver si esto nos ayuda a ir aclarando tanta incertidumbre que hay acerca de las pruebas realizadas para saber el número de contagiados, del número de personas realmente enfermas y fallecidas, y algo muy importarte, recuperar la confianza tanto entre nosotros los mexicanos como con los extranjeros que recibamos una vez que se abra el turismo.
Confianza para podernos acercar a otra persona, para podernos subir al transporte publico, para poder llegar a un lugar sin tener temor de ser contagiado. Esta es una pieza fundamental en la que debemos trabajar como sociedad y en la que las autoridades tendrán que brindar las herramientas necesarias y suficientes para conseguirlo, siempre y cuando, eso si es importante, conservemos muchas de las medidas sanitarias e higiénicas que hemos aprendido en este tiempo.
Y me quiero remontar a la época de la epidemia del H1N1, cuando a partir de entonces aprendimos una nueva manera de estornudar, una nueva manera de lavarnos las manos, hasta que llegó la vacuna colocando a la influenza como una de las enfermedades de nuestro tiempo. Esto también nos va a enseñar a conservar ciertos niveles de higiene que antes teníamos olvidados o simple y sencillamente no los aplicábamos.
Lo que es un hecho es que ya no solamente se trata de elaborar un calendario para regresar a “la nueva normalidad”, sino además, lo que es vital para la autoridad, es evitar a toda costa un rebrote de la pandemia. Veo muy difícil que la sociedad mexicana aguante una nueva cuarentena.
Pero por fin llegó este calendario y tenemos una cierta certidumbre de lo que irá pasando en los próximos días, en las próximas semanas; siempre y cuando, por supuesto -y aquí quiero ser muy enfático-, usted, yo y todos los que nos rodean, no dejemos de cumplir con las medidas higiénicas, de sana distancia y manteniéndonos más tiempo en casa; ya que esto aún no ha terminado. Sin duda, el calendario definitivo lo da el propio virus… ni nosotros, ni el gobierno.