Sin agua y sin flores
¬ Sócrates A. Campos Lemus lunes 11, May 2020¡Que conste,.. son reflexiones!
Sócrates A. Campos Lemus
CERRARON LOS PANTEONES EL 8, 9, 10 Y 11 DE MAYO, no querían que nos siguiéramos contaminando y contaminar a otros, a muchos les pareció un medida del carajo, no faltaron las mentadas de madre aunque muchas madrecitas, seguramente, se revolcaban en sus tumbas por la “boquita” de sus parientes, a lo mejor jamás las fueron a ver en vida, las dejaron como muchos las hemos dejado en sus casas y visitándolas de vez en vez y claro, cuando mueren, pues los remordimientos que se llevan hasta la muerte, pero eso sí, lo que no se hizo en vida se hace o se pretende hacer en el panteón y van y cuando encuentran cerrado el lugar, pues se emborrachan, tratan de saltar las bardas, hacen sus panchos y cuando menos mientan muchas madres por los que hayan operado el cierre, y bueno, en este caso no estaban muy acostumbrados los encargados de los panteones, el asunto es que con ello también se llevan entre las patas, dicen en mi pueblo, a los que venden flores porque ahora, en vez de sacarlas al mercado, las tienen que destruir en los campos y es un espectáculo terrible, es como perder el color y el perfume de la vida cuando se meten los ramos en las máquinas que las hacen pedacitos.
Hace algunos años me gustaba pasear por los campos del Estado de México, donde los sembradores de flores para exportación daban un espectáculo de vida y de aromas que dejaban marcado el olfato y la vista de quienes teníamos el honor de pasear por esos campos y ver el trabajo y el empeño y cariño de los floricultores mexicanos, ahora, cuando pienso en ellos, pues en verdad, pareceré cursi, pero me dan ganas de llorar, es como si los tiempos buenos se perdieran ante una pandemia y ante la maldad de muchos que siguen, además, en esas zonas, como grupos de la delincuencia robando, extorsionando o cobrándoles “piso” a esos hombres y mujeres que al lado de sus hijos acarician las flores que llevarán los recuerdos de miles de gentes que las compran para tenerlas en sus hogares, en mi casa cada semana se compran muchas flores, las colocan por todos lados, en la parte que tenemos destinada para orar y honrar a los que ya se fueron y en los puntos clave de la casa, pero además, doña Mari, siempre, antes de iniciar sus labores, va y corta flores por el jardín y pone su florero que siempre tiene un bello toque en la mesa del comedor y cada día pues, con todos esos rituales que no se ven mucho en muchos lados, me recuerdo los viajes en esas zonas donde las flores son cultivadas y ahora destruidas, porque no hay celebraciones de entierros ni de noviazgos ni de muertos ni de nacimientos, como que dejamos en los tiempos del coronavirus a un lado los detalles del amor o de los recuerdos, y esto en verdad que nos pone tristes…
En temporada de lluvias es un espectáculo caminar por los campos y tener la dicha de ver las plantas y los jazmines con sus olores en las casas, recorrer los montes para encontrar las azucenas que tienen ese olor tan especial y con la cual se hacen ramos que los niños van vendiendo a las parejas, no importa si son enamorados, la gente las compra y brindan como una señal de buena voluntad y de afecto, hay los famosos girasoles, no los que dan las semillas, sino los que salen en los caminos que forman los ramos hermosos de la naturaleza. En lo personal, me encanta ir a los mercados de nuestro pueblo, me gusta más mucho más comprar en los puestos y platicar con los y las marchantas y ver a las mujeres que venden las flores o las macetas en cada temporada y preguntar cómo se llaman y ver las plantas y cómo y cuando se riegan o cuándo hay que ponerles fertilizante natural, en fin, en la casa se siembran limones y chayotes y chiles de árbol, de agua y habaneros que son mis preferidos, todos los como recién cortados, también hay jitomates y nopalitos, en fin, no se piense que yo los cuido, me hacen el favor de cuidarlos o sembrar los rábanos y los ajos la gente que nos apoya en la casa y lo hacen con mucho afecto y cuando llegan y me dicen; “Mire, es de la cosecha”, les veo las caras de alegría y satisfacción y es cuando entiendo que la tierra tiene vida, que es por ello que cuando caminamos por los montes o estamos entre árboles como que nos llaman y nos hacen pensar y calman y nos dan paz y nos dan alegría y vida, por ejemplo, sembré hace algunos años un árbol de pirul, era apenas una varita cuando la sembré y lo hice porque cuando construyeron la casa se perdió otro pirul que ya estaba con algo de años y como siempre recuerdo a los abuelos y a la gente del racho rameando y limpiando las malas vibras de los muchachos a los que les “hicieron ojo”, pues para mí, el pirul, sigue siendo un árbol mágico y ahora, al paso de los años, desde la ventana de mi recámara lo veo enorme lleno de ramas y acogedor de pájaros y de vez en cuando, algunos loros que desde hace años soltamos de sus jaulas y se fueron para regresar de vez en cuando.
No se puede tener muchos árboles ni plantas ni frutos porque desde hace algunos años un grupo de pillos se apropió del agua que era para todos y las vende a los hoteles y a las escuelas y a los que cobardemente van y les pagan para que les den el servicio, sabiendo que todos los miles de dinero que recogen de la zona no es para hacer mejoras ni para tener una mejor zona, sino para que se la roben y embolsen los que manejen el tema, y bueno, a pesar de que se llame San Felipe del Agua, pues la hay para los que les pagan y no para los demás, y no hay autoridades ni gente que los meta al orden porque ellos son la fuerza y tienen la protección de algunos políticos que les dejan hacer porque son los que controlan los votos y manejan a los borregos que andan por necesidad a su lado. Sin embargo, el cerro de San Felipe del Agua es hermoso, está al norte de la ciudad frente a frente de Monte Albán que se ve como pintadito desde mi recámara y así, ahora, veo cómo por las transas de los políticos se pierden zonas verdes porque se venden los montes y se van llenando de casas y ya pocos hacen las labores de mantener los montes y las zonas verdes, pero así es la modernidad y las corruptelas de los políticos y no importan de qué partido sean, todos, al final, son iguales, solo buscan de donde chingarse los $$$$$.