Trabajadores de la salud viven con el temor de adquirir la enfermedad
Elsa Rodríguez Osorio, Salud miércoles 6, May 2020Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
- Pacientes con parálisis cerebral 5 veces más vulnerables al coronavirus
- Las vacunas ayudan a prevenir enfermedades infecciosas
Durante la pandemia del COVID-19 los trabajadores de la salud se encuentran en una situación muy difícil, ya que, además de enfrentar jornadas de trabajo extenuantes atendiendo a los pacientes, viven con el temor de adquirir la enfermedad y contagiar a sus seres queridos. Estos son factores estresantes que deben atenderse, debido a que el exceso de estrés puede orillar a acciones más radicales como quitarse la vida. De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, en el mundo cada 40 segundos se suicida una persona, y al año cerca de 800 mil. En México, de 1970 a 2007, el suicidio se incrementó en un 275%, cobrando el mayor número de vidas en la población masculina. Ante esto, Voz Pro Salud Mental, hace un llamado a las autoridades y a la población a apoyar a este sector social que es fundamental para hacer frente a esta crisis sanitaria ya que se han registrado casos de agresión y rechazo por parte de la población hacia ellos. Aunado a lo anterior, muchos tienen un sentimiento de impotencia ante la cantidad de pacientes y los decesos registrados. El estrés postraumático es un trastorno mental que parte de una reacción emocional fuerte y duradera, provocada por un suceso perturbador como la crisis por la pandemia del COVID-19. Se puede combinar con depresión, ataque de pánico, ansiedad grave y uso excesivo de algunas sustancias. De acuerdo con especialistas en la materia, los síntomas son miedo, confusión, enojo, pesadillas, dificultad para conciliar el sueño, recuerdos recurrentes del evento e imposibilidad para expresar emociones por lo que debe ponerse atención al personal de salud ante cualquier síntoma que implique este impacto psicológico.
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Los pacientes con parálisis cerebral y discapacidades afines son 5 veces más vulnerables frente al nuevo coronavirus, pues son más propensos a afecciones respiratorias graves. APAC I.A.P., institución que brinda atención especializada a personas con parálisis cerebral, pone en marcha acciones para ayudar a disminuir los efectos negativos de la pandemia en su comunidad, en donde el 95% de las familias son de escasos recursos, uniparentales y trabajan en el sector informal. Entre las acciones que forman parte de su campaña “Unidos somos más fuertes” se encuentran: la entrega de despensas a familias de los beneficiarios que incluye medicamentos- como los anticonvulsivos-, gel antibacterial, cubrebocas, pañales, jabón y desinfectantes para la limpieza; así como terapias a distancia a través de las cuales los pacientes pueden continuar con sus terapias de rehabilitación y programas pedagógicos con el fin de mantener los avances logrados. Para que sus actividades puedan continuar y logren cubrir las necesidades de su población, la institución invita a la sociedad a realizar: Donativos en especie para continuar con la entrega de despensas. Donativos desde $100 pesos a través del siguiente link http://apac.mx/donacion; o en la cuenta BBVA Bancomer 0442648040, CLABE 012180004426480406. Estas donaciones son deducibles de impuestos.
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Las vacunas ayudan a prevenir enfermedades infecciosas potencialmente letales, tales como meningitis, pertussis, influenza y poliomielitis. Las vacunas preparan al sistema inmune para combatir infecciones y prevenir enfermedades. Sus productos biológicos que resultan de una serie de procesos científicos sofisticados y cuidadosos aseguran la calidad de cada aplicación. Cómo se elaboran las vacunas de acuerdo con Sanofi: se inicia en el laboratorio con la reproducción de virus o bacterias, donde se controla: la temperatura, el pH, oxigenación, esterilidad, y homogeneidad. Dependiendo de la vacuna los cultivos celulares pueden tardar desde 2 días hasta 3 meses. Con una pequeña muestra de cultivo celular, se pueden producir millones de dosis de vacuna. Los microorganismos son extraídos y sometidos a un proceso que eliminan cualquier rastro del medio de cultivo. Se inactiva el virus, es decir, que ya no es capaz de causar la enfermedad, permitiendo activar una respuesta inmunológica precautoria por parte del cuerpo. Se agregan conservadores en dosis pequeñas para garantizar la estabilidad, efectividad y potencia. Algunas vacunas son liofilizadas (deshidratadas) en forma de polvo para conservar su eficacia. Se usa en vacunas para enfermedades que causan brotes.