Bajo advertencia, no hay engaño
¬ José Luis Arévalo martes 5, May 2020De frente y claro
José Luis Arévalo
Las imágenes vistas de lo sucedido el viernes en el Hospital Las Américas de Ecatepec, son lamentables, tristes y nos dejan un nudo en la garganta al ver la desesperación de un grupo de personas por saber de sus familiares y posteriormente por exigir la entrega de sus cadáveres.
Y puedo estar seguro que episodios como éste se han de vivir en otros nosocomios rebasados por el número de contagiados y en donde los médicos hacen todo lo humanamente posible por salvar la vida a los enfermos.
Pero déjeme poner sobre la mesa la siguiente reflexión: ¿no se nos avisó con tiempo que esto podría pasar?, ¿no se nos ha pedido desde mediados de marzo hasta el cansancio que la única manera de evitar el contagio es quedándose en casa? Pues si ya lo sabíamos porqué esta actitud desafiante de parte de la sociedad mexicana al no cumplir con la instrucción.
En estos casos, ¿en quién recae gran parte de la responsabilidad del número de enfermos y los lugares disponibles en los hospitales? Porque usted como yo, hemos visto en imágenes (y otros de manera presencial), como cientos de personas no dejaron de ir a la Central de Abasto de compras o al mercado de La Viga, en plena emergencia y sin algún tipo de protección sanitaria, y muchos siguen yendo a los tianguis o mercados “sobre ruedas”.
De igual forma, también nos hemos enterado de las fiestas clandestinas realizadas, justamente en Ecatepec, zona donde se encuentra el mencionado hospital de Las Américas. ¿O me van a decir que estas recomendaciones no llegaron a esos lugares?
El caso es que ante la llegada de cientos de contagiados, es un hecho que no se le puede culpar a la autoridad de algo que se veía venir y que podría haber sido menos, si parte de la sociedad hubiera acatado la orden.
Entre la incredulidad y la soberbia que tanto nos caracteriza y de la que ya habíamos escrito hace unas semanas, las personas que por desgracia están contagiadas o han perdido a algún familiar, andan buscando culpables de algo que ha estado en sus manos evitar.
Así que a prepararse porque esta semana vendrá lo peor. Que no nos espanten las cifras; ya que seguramente las autoridades sanitarias ya lo tienen contemplado. No en vano han instalado varios hospitales alternos en espera de cientos de enfermos y han insistido en que las personas que presenten síntomas ya no vayan a los nosocomios que están saturados.
Y ya que hablamos de hospitales saturados, lo que nos lleva a pensar en la necesidad de más respiradores, ¡vaya tema de la venta de estos equipos por parte del hijo del director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett! Y no es que el presidente López Obrador esté involucrado en un caso de corrupción; más bien, entre el mínimo control que hay en los mandos medios y bajos de esta 4T -en la que tanto se pregona con el rechazo a la corrupción-, y las adjudicaciones directas, son muchos los que no actúan como lo desea quien los llevó al poder.
Y es de esperarse que así como en este caso, le puedo asegurar que ha de haber muchos que no dejan de sacar provecho de estar ahora en el poder sin importar el cargo que ocupen. Al tiempo… ya veremos de quién hablamos cuando el boomerang de la política venga de regreso y nos demos cuenta que en la auto bautizada 4T, la corrupción sigue permeando.