Todos fregados
Freddy Sánchez martes 5, May 2020Precios y desprecios
Freddy Sánchez
“De todo como en botica”…
Eso justamente suele encontrarse en las búsquedas que uno hace en las redes sociales, intentando ponerse al tanto de la opinión social y, por supuesto, de las reacciones políticas.
Muchas de las veces, en lo que se halla puede haber desde lo reflexivo y bien argumentado hasta lo dicho solo por hablar. Vociferaciones comúnmente, a fin de lastimar las imágenes de hombres públicos o privados, que no gozan de la simpatía entre sus observadores con amplia capacidad de señalar lo que les parezca en las redes sociales.
En donde, por cierto, en una de las aludidas vistas apareció una crítica de alguien que como tantos lo han hecho, expuso su parecer sobre lo que a su juicio no ha sido adecuado por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en relación con dar apoyos económicos a todos los pequeños empresarios que lo pudieran requerir.
Algo que igual han criticado, diversos voceros de la oposición, y lo que el gobierno ha querido desmentir con distintas acciones como los préstamos de veinticinco mil pesos, además de la oferta institucional de que el setenta por ciento de la población, en especial la más necesitada, no carecerá de protección.
Un planteamiento que lógicamente, obliga a preguntar lo que se hará con ese otro treinta por ciento de los habitantes del país. Acaso, abandonarlos a su suerte en esta tremenda crisis económica que se está padeciendo.
Razón quizás de aquella crítica en una de las redes sociales, advirtiendo que no son suficientes los apoyos económicos oficiales para respaldar a todos los que lo requieren en las circunstancias presentes. Y ante ese dicho, alguien más que se unió al tema en estas conversaciones sociales mencionó el supuesto comentario de una persona que habría festejado la insuficiencia de auxilio gubernamental, diciendo que así los “fifís” sentirán “en carne propia”, lo que es vivir en la pobreza.
De tal suerte que tal cosa haya o no sido dicha, es lo de menos.
Pero, que ante lo que se vive en el país, pudieran estar haciéndose conjeturas sobre las verdaderas intenciones de Andrés Manuel acerca de dar o no dar apoyos institucionales al que lo necesite, sin discriminaciones de ninguna naturaleza, en realidad resulta inquietante.
En qué “cabeza” cabe la idea de que un gobernante, por mal que lo haya tratado la política y los motivos que pudiera tener para censurar el comportamiento de sus adversarios políticos llegara al poder con la insana intención de arruinarle la vida a una porción específica de la población que estaría catalogando de indeseable por sus condiciones de bienestar, y por ello, disponer cuanta acción pública permitiera empobrecerlos a como dé lugar.
Aberrante y perverso se vería un proceder como esos de parte de un hombre revestido de poder, puesto que dicha conducta tendría un matiz despreciable.
Tal como lo sería, naturalmente, que entre quienes votaron por el triunfo electoral en la presidencia de este país, a favor de quien detenta el cargo actualmente, pudiera haber esa clase de “enfermos de desamor al prójimo”, que “arden en deseos” de que desde el gobierno se logre disminuir las riquezas de los que tienen mucho e incluso bajar el nivel de bienestar de los que gocen de una posición económica mejor a la suya.
Como si en el mando presidencial estuviera una especie de supuesto “justiciero” dedicado a vengar las afrentas de los que menos tienen, ocupándose entonces de empobrecer a los más que se pueda, ante la imposibilidad de rescatar de su pobreza a todos los que la padecen, pensando quizás en que se sentirán “aliviados” de sus carencias subsistentes, si los demás sufren de las mismas desgracias personales que ellos.
Vaya tontería, que nadie por más incapaz que fuera de procurar el bien común, optaría en hacer a cambio de su incompetencia como si tratara inescrupulosamente de ver a todos fregados.