Juicio político
Alberto Vieyra G. martes 5, May 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El 7 de abril de 2005, se consumaría el desafuero contra el entonces jefe de Gobierno de la capital del país, Andrés Manuel López Obrador, promovido por el entonces presidente Vicente Fox y por una facción del PRD, en la cual figuraba la ex jefa de Gobierno, Rosario Robles. El desafuero contra López Obrador generaría históricas protestas y movilizaciones que obligaron a Fox y a la PGR a llegar a un acuerdo político con López Obrador, entre los acuerdos estaría el que no quedaría impedido para participar como candidato en las elecciones presidenciales de 2006.
Desde 2001, un ciudadano, propietario de un terreno conocido como El Encino, en Santa Fe, Cuajimalpa, promovió el desafuero de López Obrador, quien se negaba a acatar el amparo de un juez que le prohibía como jefe de Gobierno a continuar con esa obra pública dentro de ese predio.
¿Por qué hago historia?
Mire usted, el pasado mes de abril, el juez Segundo de Distrito de Baja California, José Eduardo Rodríguez Castillo, concedió un amparo a un particular de la Cervecería Infinito, Adolfo Solís Farías, para que Andrés Manuel López Obrador reorientara el Presupuesto Federal de 2020 privilegiando destinar la mayor cantidad de recursos al sector salud a nivel nacional, a proteger el empleo de millones de trabajadores y evitar destinar recursos a los proyectos sexenales como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas, el Tren Transístmico, el Aeropuerto de Santa Lucía y tal y tal.
Sin embargo, AMLO se pasó por los bolsillos dicho amparo con expediente 293/2020 y a través de un decretazo, hecho con los pies y con un absoluto desprecio al estado de Derecho, envío al mismo tiempo a la Cámara de Diputados una abusiva iniciativa de ley para que el órgano parlamentario le otorgue facultades extraordinarias para reorientar y manejar el Presupuesto Federal como le venga en gana, ignorando el amparo de dicho juez y en caso, de que López Obrador lo viole, como violó el amparo que motivó su desafuero en 2004, se haría acreedor nuevamente a otro juicio político que sin duda metería al país en una gravísima crisis política, que aunada a las crisis de salud pública que vive el país y a la recesión económica que presagia un desastre laboral y el cierre de alrededor de un millón de empresas, harían de México un auténtico polvorín.
Por lo pronto, la oposición del PRI, PAN, MC y PRD lograron el pasado viernes que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión convocara a un periodo extraordinario de sesiones de la Cámara de Diputados, aduciendo la emergencia sanitaria que impide la libre movilidad de la sociedad y las grandes concentraciones, pues en el Palacio Legislativo de San Lázaro debería reunirse los 500 diputados federales y no existen las condiciones para eso.
En realidad, López Obrador sufrió otro revés político, pues legisladores de su propio partido vomitan su grosera y grotesca iniciativa de ley, estamos ante otro intento para evitar que López Obrador viole el amparo del juez californiano y se haga acreedor nuevamente a otro juicio político. Pareciera que estamos ante aquella conseja popular que reza que: “Gallina que come huevos, aunque le quemen el pico”.