Caos en la Ciudad de México
¬ Mauro Benites G. viernes 1, May 2020Municiones
Mauro Benites G.
La pandemia que vivimos vino a agudizar todas las crisis en que vivimos los capitalinos, pero, la cosa es asi de brutalmente sencilla: por lo menos la quinta parte de los mexicanos que viven -¿viven?- en la Ciudad de México no tiene un empleo ni modo de ganarse la vida honradamente. Tienen que ganársela, por supuesto, de ahí vienen todos los problemas que están ahogando a esta ciudad. No vale hacer cuentas con los que vivimos en la capital, que ya son menos que los de fuera.
De la periferia de la Ciudad de México entran todos los días a esta terrible metrópoli por lo menos dos millones de personas que vienen a ganarse el sustento, como sea, si es posible honradamente, mejor. Y esta es una de las mejores características de nuestra gente pobre: que quiere ganarse el sustento por medios honrados, entre otras poderosas razones por quedar en manos de la policía de México, es una de las cosas peores que pueden sucederle a nadie. La policía no ha sido cambiada, porque no puede ser, y es un enorme cuerpo de virtuales delincuentes, que usan su condición para sacarle dinero a los demás, una gran parte de los desempleados se han dedicado al comercio informal convirtiéndose en un bien necesario en este tiempo, y nadie puede acusar a esa gente de delito alguno como el que no sea el existente ya en el comercio cuando lo entendemos los mexicanos. Todos esos seres humanos esperaban que la jefa de Gobierno los apoyaría y los ayudaría.
Es que no comprendieron la terrible condición de la gobernadora de la Ciudad de México, tiene que entender, ante todo, a los habitantes de vida normal, que tienen un trabajo del que viven ellos y sus familias. Es inevitable que la jefa de Gobierno, con las mejores palabras, pero con los brazos de la policía, mueva a los comerciantes ambulantes hacia lugares donde dejen de serlo. Pero la tragedia consiste en que los lugares creados para esa gente no son propios para el comercio. Ellos venden a la gente conforme pasan por la calle. Inicialmente aceptaron esos lugares, pero pronto se dieron cuenta de que por allí no pasaba nadie. Y lógicamente volvieron a las calles. Hoy, Claudia se desespera y manda a reprimir a esa gente que en cuanto se va la policía vuelven a instalarse. Es un problema terrible que no se va a resolver al instalar locales comerciales. Es un problema creado por la gente que no debía vivir aquí, pero que ha llegado a la capital para quedarse. Y no es eso lo peor: todos los días y las noches, llegan miles de mexicanos del interior de la republica cargando a sus mujeres y a sus hijos, para instalarse como Dios les da a entender, sobre todo con los parientes que se adelantaron, en una pieza donde duermen cinco es para que duerman diez. la ciudad empieza a no tener el agua y la luz necesaria, pero eso ¿Quién va a preocuparse de ello? La jefa de Gobierno debió pensar muy bien antes de lanzarse a ganar la Ciudad de México que va a salir muy disminuida y desprestigiada. Y el problema no tiene solución, y menos en la crisis económica y social que se nos avecina y mucho menos con la ineptitud, populismo y mentiras del actual régimen. Será hora de que surja una alianza opositora, verdaderamente opositora y propositiva.