“Manotas”, dondequiera hay
Freddy Sánchez jueves 30, Abr 2020Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Bien hará Andrés Manuel “cuidándoles las manos” a los empresarios de altos vuelos para que no se aprovechen de los créditos que destinará el Banco de México con la participación de los bancos privados.
“La burra no era arisca, los palos la hicieron”. Un dicho que “cae como anillo al dedo”, en lo que se refiere a la imperiosa necesidad oficial de evitar abusos bancarios para favorecer a los empresarios multimillonarios de este país.
Y es que el destino de los 700 mil millones de pesos, que el Banco de México decidió usar en apoyo a las empresas e incluso personas físicas que requieran respaldo económico para paliar la crisis económica en proceso, lógicamente pude despertar apetitos voraces de algunos hombres de negocios.
Y de ahí que el gobierno federal hace bien en querer vigilar que los préstamos vayan a donde deban ir, (en rescate de pequeñas y mediadas empresas), y no grandes consorcios económicos que pudieran aprovechar la ocasión para recibir “una buena tajada” de los préstamos, que serán pagaderos con intereses inferiores a los habituales antes de la pandemia.
Entre mayor trasparencia y direccionamiento apropiado de dichos créditos, el gobierno procure que haya con su cuidado, indiscutiblemente que se dará tranquilidad a la sociedad en general en cuanto a que este rescate económico, obligado por las circunstancias de la pandemia, de ningún modo se traducirá en un nuevo desfalco económico contra la nación con la descarada intención de favorecer a los que más tienen.
Tal como sucedió en el pasado con el Fobaproa y otros usos indebidos de los dineros públicos para proteger intereses particulares, en detrimento del interés colectivo.
En ese aspecto, cabe decir entonces que no existe argumento creíble que invalide las acusaciones de Andrés Manuel hacia aquellos abusivos que con gran cinismo en la época de mayor esplendor del neoliberalismo, adoptaron sin reticencias las recetas macroeconómicas durante los gobiernos del PRI y el PAN, antes del cambio presidencial que ahora dirige Morena.
Y es que, nadie puede negar que los tecnócratas neoliberales en muchos aspectos del manejo económico hicieron cosas ventajosamente favorables para los grupos económicos más poderosos del país e incluso otros de origen extranjero, aprobando créditos con obligaciones institucionales de pago compartido con particulares, lo que redundó en graves perjuicios a las financias públicas.
Dicho pues con absoluta claridad: el neoliberalismo y la tecnocracia, que una y otra vez son objeto de señalamientos de corrupción por parte de Andrés Manuel, difícilmente pueden quedar absueltos de culpa por parte de la sociedad civil, habida cuenta de que incurrieron en decisiones que endeudaron al país, además de haber autorizado obras que sirvieron al enriquecimiento de los ricos más ricos.
Así que “meter las manos al fuego”, pretendiendo abonar a la buena reputación de la tecnocracia y el neoliberalismo, es un despropósito a favor de los buenos gobiernos, sin que esto signifique que en tiempos pasados todo fue malo y ruinoso para sociedad mexicana, debido a que los “conservadores” o “fifís” como los moteja el Presidente, sólo hayan abusado del poder sin aportar beneficios sociales, lo que también ocurrió.
Y hace falta mencionarlo, del mismo modo que hay que decir que los gobiernos populistas que antecedieron a la tecnocracia y el neoliberalismo, si bien tuvieron inclinaciones en favor de grupos marginados o vulnerables, su descrédito obedeció a sus propios excesos y malos manejos administrativos hasta que los electores se hartaron de soportarlos y los echaron del poder.
De modo que abusos y deshonestidades, por desgracia lo mismo se pueden encontrar en todo tipo de sistemas políticos, sean de derecha, de centro o de izquierda, promotores de políticas neoliberales o estatistas, con personajes honestos o corruptos, siendo imposible evitar a estos últimos porque en cuestión de pillerías, tristemente, “manotas”, dondequiera hay.