Faltan los días de más riesgo
Ramón Zurita Sahagún jueves 30, Abr 2020De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Qué está pasando con el coronavirus en México, nadie se explica su crecimiento y rápida propagación en zonas que no parecían tan riesgosas, mientras que en otras el contagio ha sido más lento y las víctimas fallecidas en menor número del estimado.
Hasta donde conocemos, la epidemia se inició en Wuhan, provincia de China, sitio del que se produjo la alarma a nivel mundial. Pronto se supo que llegó a Europa y algunas naciones asiáticas como Corea del Sur y por ese tiempo se conocieron de los primeros casos en México.
Procedentes de Vail, Colorado, de uno de los tantos puentes festivos que hay en México, el Covid-19 se viralizó y algunos de los viajeros se diseminaron en la CDMX, otros más en Nuevo León, varios más se trasladaron a Puebla, alguno llegó a Tabasco y de ahí surgieron los primeros contagios, los que crecieron a raíz de que el virus se incrustó en Europa.
Chiapas y Sinaloa fueron otras de las entidades en las que surgieron algunas personas que dieron positivo, pero parecían casos aislados, en un inicio.
Dentro de este panorama que todavía no pintaba con negros nubarrones, comenzó a surgir la inquietud de varios gobernadores que demandaba más recursos, toda vez que se carecía de equipo médico y de higiene para combatir el mal.
Algunos de ellos acudieron a medidas extremas, otros procedieron a amenazar a sus gobernados, profiriendo amagos al gobierno federal de romper con el pacto fiscal federal. Uno de ellos llegó al extremo del insulto para invocar a que la población se mantuviera en casa.
El gobernador de Yucatán fue uno de los primeros en asumir medidas extremas, estableciendo multas para quienes no respetaran las medidas emergentes. La de Sonora hizo lo propio. En Tabasco hasta se llegó al extremo de determinar “ley seca”.
De los primeros contagiados fueron los de Garza García, Nuevo León, población considerada la más rica del país. Ahí entendieron muy bien del riesgo y se evitó una mayor propagación, mientras en otras la expansión fue mayúscula.
Tabasco, Sinaloa y Yucatán, se convirtieron en estados con un gran índice de contagios en relación al número de habitantes de cada uno de ellos, cuya población es similar. Qué sucedió, si los gobernantes asumieron sus respectivos compromisos y determinaron las medidas emergentes, similares a las de otras entidades, donde el virus no está siendo tan dañino.
El de Jalisco se alteró, tomó sus previsiones anunció la compra de cientos de ventiladores y de otros insumos necesarios y pasó el tiempo sin que se los surtieran, mientras los contagios crecieron.
Chiapas fue de los primeros estados en que se conocieron los contagios y hoy registra una de las tasas menores de infectados y fallecidos.
Y mientras son peras o manzanas, se entra en la diatriba de quien hace las cosas bien o mal. Se exigen resultados, con todo y las fallas que se les endilgan a unos y otros, pasan los días y, afortunadamente, la situación no ha llegado a los extremos de Italia, España, Inglaterra, Francia y, principalmente, Estados Unidos.
Faltan los días marcados como los de mayor riesgo, pero ojalá se sigan atendiendo las recomendaciones y las medidas consideradas de emergencia, para que las cosas no pinten tan mal como algunos auguran.
Primero fue China la que salió avante, ahora algunas naciones de Europa, parecen haberlo superado, ojalá México lo consiga pronto.
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Finalmente, Javier Lozano Alarcón, el converso político, no será vocero de Coparmex, ya que fue desinvitado por Gustavo de Hoyos. Lozano se quedó con las ganas y con su candente verborrea para abrir fuego contra el gobierno federal y, espacialmente, el presidente López Obrador.