“Morenos” ofrecen modificar iniciativa de AMLO
Miguel Ángel Rivera jueves 30, Abr 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Otra vez, viene al caso la pregunta que se hizo popular en México previo a las elecciones presidenciales de 2006: ¿Usted le cree?
En aquellos años, la pregunta se refería al dirigente y candidato presidencial del PRI, Roberto Madrazo -descalificado por la dirigente magisterial Elba Esther Gordillo- y la respuesta era: “No”.
En la actualidad, la interrogante va dirigida al coordinador de la fracción de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados, Mario Delgado Carrillo. Y la respuesta se repite: “No”.
Ahora el asunto es la iniciativa presidencial para modificar la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, concretamente para dar libertad absoluta al presidente Andrés Manuel López Obrador para modificar el presupuesto en esta temporada de crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia por el coronavirus.
La propuesta presidencial generó, salvo en las filas de su partido, Morena (y aliados legislativos, PT, PES y PVEM), un repudio generalizado porque se considera que un cambio de tal magnitud vulnera el equilibrio entre los poderes federales que es la base de nuestro sistema político.
De acuerdo con esa división establecida en la Constitución General de la República, la Cámara de Diputados tiene la facultad exclusiva de aprobar el presupuesto federal y decidir el destino de los recursos. Esta facultad no la comparte ni siquiera con la otra Cámara del Congreso de la Unión, la de senadores, cuyos integrantes sólo pueden opinar acerca de la Ley de Ingresos, es decir, acerca de los impuestos y las tarifas de productos y servicios proporcionados por el Estado, pero no pueden opinar sobre la aplicación del presupuesto.
Esta responsabilidad única de la Cámara de Diputados es considerada la base del equilibrio entre poderes, pues aprobar el presupuesto y su aplicación es una de las muy contadas vías por las que el Legislativo puede tener algún control sobre las acciones del Ejecutivo, sobre todo en un sistema como el nuestro, de predominio del presidente de la República en prácticamente todas las áreas de la vida política nacional.
En menos de año y medio de ejercicio del actual gobierno federal, autodenominado de la Cuarta Transformación, ya hemos conocido numerosos testimonios de que la mayoría aplastante de que gozan “Morena y Asociados” responde en automático en forma afirmativa a las exigencias del Ejecutivo.
Reformas como la educativa, designación de funcionarios de órganos supuestamente “autónomos”, la creación de la Guardia Nacional y, sobre todo, la aprobación del presupuesto federal que se aplica el presente año son algunas de las muestras de que los legisladores “morenos” y aliados aplican sin cambios las propuestas de su jefe y guía moral, el presidente de la República.
Basta recordar que a fines de año anterior, cuando se revisaba la propuesta del Ejecutivo para el presupuesto federal hubo demandas, incluidas manifestaciones públicas, de organizaciones campesinas, presidentes municipales y hasta gobernadores que pedían cambiar el destino de los recursos federales sin que tuvieran respuesta positiva. Los diputados aplicaron sin cambios lo recomendado por el Ejecutivo.
Esto no es nuevo. Lo mismo ocurrió en gobiernos surgidos del PRI y del PAN, pero la llamada Cuarta Transformación llegó al poder con la promesa de cambiar procedimientos y sobre todo limitar los grandes poderes presidenciales.
Todavía ayer, al dar su respaldo a la iniciativa presidencial, el dirigente provisional de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, quien es diputado federal con licencia y que presidió la poderosa comisión de Presupuesto, que es la encargada de autorizar el gasto federal, la dio vuelta por completo a la hoja, al asegurar que los cambios solicitados por el primer mandatario
Contribuirán “a terminar con años de discrecionalidad en el manejo del presupuesto” y añadió que la reforma también ayudará a que el Ejecutivo no se vea atrapado en un escenario de caída de los ingresos tributarios o de emergencia económica.
Diputados de Morena aseguran que corregirán la iniciativa presidencial
Mientras legisladores de todos los partidos de oposición manifestaran su rechazo a aprobar la iniciativa presidencial, el coordinador de los diputados de Morena, Mario Delgado, sostuvo que los legisladores modificarán la iniciativa presidencial en materia de reorientación del gasto, para definir primero qué se entiende por “emergencia económica” y que, en caso de una “cirugía mayor” al presupuesto, el Ejecutivo lo reenvíe a los legisladores para que lo aprueben.
Además, aseguró que el presidente López Obrador “no actuó discrecionalmente”, como en el pasado, pues el mandatario optó por la legalidad, en vez de recurrir a la “enorme flexibilidad” del manejo del presupuesto que permiten los procedimientos actuales.
“El gobierno tiene que ajustar su presupuesto a la nueva realidad y a las nuevas prioridades: la atención a la salud, que no falte dinero para los programas sociales ni tampoco para los nuevos microcréditos que van a apoyar a pequeñas empresas y a trabajadores formales e informales”, dijo el presidente de la Jucopo.
En un mensaje en redes sociales difundido antes de que las comisiones responsables discutieran la iniciativa presidencial, Delgado insistió en que una de las opciones del Ejecutivo era “hacer lo que hubiera querido, simplemente informarlo a la Cámara, y el año que entra (2021) conoceríamos los detalles en la Cuenta Pública; así le hicieron todo el tiempo los gobiernos anteriores. Entre lo que aprobaba la Cámara y lo que finalmente se ejercía había enormes diferencias”.
La otra opción, añadió el coordinador legislativo, fue legislar en la materia.
Explicó la reforma establecerá cuándo se dan las condiciones de una emergencia económica, con parámetros de Banco de México o del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, a partir de los cuales se pueda hacer la declaración correspondiente.
Recordó que actualmente el Ejecutivo puede hacer cambios considerables en el Presupuesto, de lo cuales sólo tiene que informar a la cámara, que a su vez únicamente puede dar una opinión. De aprobarse las reformas, añadió, cuando sea necesario realiza cambios mayores, cuando el presupuesto requiera cirugía mayor, el Ejecutivo tendrá que enviarlo nuevamente a la cámara para que la cámara lo apruebe, porque es la única facultada, según la Constitución, para aprobar el Presupuesto de Egresos”.
Esta atribución “es muy importante en la división de poderes y en nuestra democracia”, insistió el coordinador de los diputados de Morena y ex secretario de Finanzas del gobierno de la Ciudad de México.
Por otra parte, Delgado pidió a los ciudadanos no a hacer caso de desinformaciones.
“¡No hagas caso de las campañas mentirosas de la derecha! Vamos a actuar con mucha responsabilidad y vamos a aprovechar esta reforma para profundizar nuestra vida democrática”, manifestó en uno de sus mensajes en redes sociales, el cual concluyó con un: “¡No te vamos a fallar!”.
Por eso, como advertimos al principio de esta columna, la respuesta a las promesas de Delgado es “no te creo”, pues aunque han circulado rumores en el sentido de que dentro de las filas mismas de Morena hay diputados que no están de acuerdo con ampliar las facultades presidenciales, en la realidad sólo uno de los legisladores de ese partido ha expresado abiertamente su inconformidad y ése es el experimentado Porfirio Muñoz Ledo.
Mientras tanto, siguen los vaticinios negativos acerca de los efectos de la pandemia.
Al participar en el foro o convocado por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID),Tomás Bermúdez, señaló que si bien la contingencia sanitaria afectará a todo el mundo, México será de los países más afectados debido a sus características, por lo que es necesario que tanto las empresas como los trabajadores cuenten con liquidez.
A su vez, el representante del Banco Mundial (BM), Pablo Saavedra, insistió en que se debe proteger al empleo y a las empresas. Subrayó que en promedio, cuando un trabajador pierde su puesto laboral, al reincorporarse a otro empleo, lo hace con un menor salario y con productividad más baja, lo cual para el país se traduce a una recuperación económica más lenta.