Educación y trabajo virtuales una opción ante la pandemia, pero aún con fallas
Jorge Luis Galicia Palacios martes 28, Abr 2020Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Las mañaneras, un riesgo para la salud de comunicadores
Vaya nueva realidad que muchos acaban de descubrir luego de la encerrona domiciliaria, obligatoria y riesgosa si no se cumple, con motivo de las acciones contra la pandemia. En materia laboral y educativa, por ejemplo, la opción para algunos ha sido lo que hoy en día pomposamente se conoce como home office, para los que trabajan desde casa y educación en línea o virtual, para quienes reciben clases vía internet y también por esa vía, envían sus trabajos o tareas a maestros que imparten la educación a distancia.
Se han preguntado cuántos de esos trabajadores o estudiantes han cumplido con su cometido sin chistar, es decir que en sus domicilios ya cuentan con las herramientas necesarias como es una computadora y estar conectados al internet, seguramente muchos, pero no hay duda que a otros tantos se les ha complicado su existencia porque, aunque tengan computadora no tienen servicio de internet o viceversa. Entonces la pregunta obligada en estos casos es ¿y si no cuentan con ninguna de estas dos opciones?
No es desconocido que muchos padres de familia ya de por sí sufrían en tiempos de la normalidad del calendario escolar cada vez que a sus hijos les dejaban tareas que solo con una computadora e internet podrían resolver, como tampoco es un secreto que quienes cuentan con red telefónica y están conectados al internet, una y otra vez tienen problemas con las señales y más en horarios cuando al parecer todo mundo se conecta. ¿O qué alguien nos diga que nunca ha tenido fallas de conectividad?
Ahora bien, nos preguntamos si en tiempos del Covid-19, que por cierto a todo mundo nos agarraron por sorpresa sus efectos en la salud, todos a los que aplica el trabajo o la educación virtual ¿estaban preparados para las actividades en línea?, tal vez, por los tiempos que vivimos de modernidad y todo eso que las nuevas generaciones llamas el internet de las cosas, una mayoría nos diga que esta realidad para ellos no fue sorpresa, pero de ahí a decir que todos ya estaban preparados hay una sana distancia, y sí, igual que ellos, nuestra opinión es que fueron mandados a la guerra y sin fusil, y hasta cierto punto, son precisamente esos sectores lo que siguen dejando constancia de la existencia de una selectividad en los campos laboral y educativo, y aunque eso ya existía desde antes del coronavirus, igual que ese bicho, no lo veíamos o, más bien, en estos casos, no se querían ver.
Es cierto, el avance tecnológico nos ha facilitado muchas cosas, con internet ya no es necesario acudir a bibliotecas, ya no es necesario acudir a realizar trámites bancarios, una o dos veces por semana se puede hacer home office, y muchas, muchísimas, otras cosas se nos ha facilitado por la vía virtual, pero hay que reconocer que ese mundo no es de fácil acceso para la gente que apenas les alcanza para comer o para la educación básica de sus hijos, y en ese sector se ubica la mayoría de la población, así que para ellos no ha sido fácil quedarse en casa, y de esa realidad muy pocos hablan.
Va mi resto.- Ya que estamos en eso de la era del internet, nos hemos enterado del contagio que tuvo un persona del área de comunicación social de la Secretaría de Salud, misma que asistió, por su trabajo, a una de las reuniones de prensa que ofrece todos los días el primer mandatario, Andrés Manuel López Obrador, y que de alguna manera esa asistencia puso en riesgo a todos quienes cubren las llamadas mañaneras informativas.
Y uno se pregunta, por qué si en materia de comunicación ya existe la opción de las conferencias virtuales no se opta por esa nueva forma de practicar el ejercicio periodístico y la función pública.
Conferencias virtuales, por ejemplo, las ha puesto en práctica el coordinador de la bancada parlamentaria de Morena en el Senado de la República, el zacatecano Ricardo Monreal Ávila, y en una extensión de ese ejercicio hasta ha dado clases a sus alumnos de la Facultad de Derecho de la UNAM, sin exponer a sus oyentes, haciendo uso además de las redes sociales para enviar posturas o mensajes sin tener la necesidad de estar cerca de sus pares en el recinto legislativo.
Queda claro, el país vive momentos de crisis y en la función pública no se debe regatear nada para proteger a todos quienes, en el ejercicio de la cobertura informativa, dan seguimiento a diversas actividades del sector público. Ya hubo un contagio y afortunadamente eso no pasó a mayores consecuencias entre el personal que asiste a las mañaneras.
Es cierto, hemos sido claros que el uso de computadoras y el internet aún siguen siendo de uso selectivo entre la población, pero es un hecho que la mayoría se informa a través de ellos, que por así decirlo son instrumentos propios de los diversos medios informativos y en ese contexto no estaría mal que, al menos en estos tiempos de la pandemia, las mañaneras se llevaran a cabo de forma virtual, ya hubo un riesgo que pudo haber derivado en un contagio de grupo ¿para qué seguir exponiendo a todos quienes asisten a esas conferencias matutinas?, y hasta ahí porque como veo doy.