Diputados “bisagra”
Freddy Sánchez martes 28, Abr 2020Precios y desprecios
Freddy Sánchez
El gran duelo de fuerzas entre ciudadanos que apoyan o rechazan al gobierno de Andrés Manuel, ya tiene fecha: a mediados del próximo año. Será justamente con motivo de la renovación de la Cámara de Diputados de carácter federal.
Los legisladores que fueron electos por tres años que concluirán en 2021, (de aprobarse en tiempo y forma el reglamento pendiente que articule la reelección de los legisladores), podrán permanecer en activo si logran ser reelectos hasta por doce años. Mismo tiempo que podrían ejercer los de nuevo nombramiento como representantes populares.
Varias cuestiones sobre la materia, (conviene aclarar), continúan siendo algo que podría modificarse, en una u otra forma, en beneficio o perjuicio de los partidos políticos con presencia nacional actualmente y, por lo mismo, representados en el recinto de San Lázaro.
En ese aspecto, se antoja previsible que la fuerza mayoritaria de Morena (con el aval de los partidos que se sumaron a su conquista del poder sexenal), se mantengan firmes para apoyar los ajustes legales realizados, al aprobarse la reelección de diputados, esperando lógicamente que todo sea favorable a los intereses de quienes ya detentan esos cargos.
Pero, sea como fuere, en la práctica el resultado de la confrontación entre ciudadanos, decidirá el rumbo de la política nacional para la segunda parte del periodo sexenal que dio el poder presidencial a Andrés Manuel.
El que, como es lógico, necesitará de la continuación de un partido político o varios de su confianza en la construcción de los acuerdos legislativos que le permitan la aprobación de nuevas leyes y reformas legales, encaminadas a darle mayor consistencia y solidez al proyecto de “la Cuarta Trasformación”.
Sin el gran poderío que actualmente tiene el partido que llevó al mando presidencial a Andrés Manuel, debe darse por descontado que si además llegara a carecer del respaldo de los partidos que ya figuran en la brega de la política nacional y los de nuevo registro ante el INE, inequívocamente la capacidad de acción del gobierno actual sufriría de un inevitable menoscabo operativo.
Lo que justamente la oposición a Morena se propondrá lograr al renovarse la integración de la cámara baja.
Porque, de conseguir que los nuevos actores políticos en vez de inclinarse a servir a los intereses de los “morenistas”, se constituyan en un gran frente opositor al gobierno federal, los cambios camarales le serán muy caros a lo que representa y está atrás del mando legislativo político del Partido del Movimiento de Renovación Nacional.
Y por esa justa razón, los ciudadanos con capacidad electoral, serán el factor determinante para que “la Cuarta Transformación” prosiga su camino sin mayores obstáculos o por el contrario encuentre una ruta tapizada de “piedritas y piedrotas” plantadas con toda la intención de que el gobierno de Andrés Manuel se trompique y con ello se vayan dando las condiciones para su “debut y despedida” sexenal.
A lo que contribuiría, una cosa: si los graves problemas de la inseguridad no se resuelven y cada vez crece mayormente la inseguridad, además de que los programas sociales se conviertan en “amortiguadores” de escasa duración para los padecimientos de índole social.
“Y ahí está el detalle”, (diría el autor de esa frase), puesto que dependiendo de hacia dónde se incline el ánimo electoral, para cerrar filas con Morena o devolverle poder a la oposición en la Cámara de Diputados, será lo que favorezca o perjudique los actos de gobierno en la segunda parte del sexenio
En ese tenor, el derrotero de la participación de nuevos actores políticos electorales, aparte del rumbo que decidan tomar los que ya tienen cabida en las elecciones intermedias, dará o quitará capacidad de dominio a los morenistas.
Habrá que ver entonces que tanto influye en la renovación de la cámara baja, la nueva inclusión electoral de lo que bien podríamos resumir como el arribo a la política de partidos “satélite” y diputados “bisagra”.