Sector patronal se adelanta al gobierno federal
Miguel Ángel Rivera martes 28, Abr 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Casi en contra del gobierno federal mexicano, pero con el respaldo de un organismo internacional muy respetado, como es el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el sector patronal de México arrancó un programa de rescate de la economía, severamente afectada por la crisis internacional aparejada con la pandemia del Covid-19.
De paso, los organismos cúpula del sector empresarial arrebataron al gobierno de la llamada Cuarta Transformación el poder de convocatoria para conocer el sentir y las demandas del resto de la sociedad nacional.
Para empezar, el Consejo Mexicano de Negocios (CMN) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID Invest) anunciaron un programa de créditos hasta por 12 mil millones de dólares para apoyar las cadenas productivas y a las micro, pequeñas y medianas empresas que padecen la contingencia por el Covid-19.
Además, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar Lomelín, convocó al público en general y no sólo a empresarios a participar en la Conferencia Nacional para la Recuperación Económica, una serie de 11 mesas virtuales, iniciadas ayer lunes, que terminarán mañana, miércoles, para debatir cómo impulsar la actividad económica del país cuando termine la pandemia.
El foro empezó mal para el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues se escucharon críticas del gobernador panista de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis, quien actualmente preside la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), en la cual participan varios mandatarios que han estado en desacuerdo con la forma como el gobierno federal enfrenta la pandemia y la falta de acciones para tratar de superar la crisis económica.
Sin unidad nacional, altura de miras, espíritu republicano, orden, planeación, ni políticas publicas adecuadas y oportunas, tendremos un sexenio de recesión y generación acelerada de la pobreza”, advirtió Mendoza Davis.
En la Conferencia Nacional para la Recuperación Económica convocada por el CCE, el también presidente en turno de la Conago lamentó la lentitud en la manera de reaccionar del gobierno federal ante el escenario de crisis de salud y económica que atraviesa el país y criticó que las medidas de apoyo que han anunciado para los sectores más desprotegidos solo son “aspirinas” para tratar una enfermedad grave y compleja como la que sufre el país que de poco servirá para la reactivación que se requiere.
“No estamos en contra de que se entreguen recursos a quienes más lo necesitan, pero el regalo en efectivo terminan siendo aspirinas para tratar una enfermedad grave y compleja y de poco ayudarán a la recuperación económica si no ayudamos a las empresas a su liquidez para que sobrevivan la crisis y mantengan las fuentes de empleo , circunstancias extraordinarias requieres soluciones extraordinarias”, dijo el mandatario de Baja California Sur.
También señaló que el gobierno federal mantiene oídos sordos a las peticiones de ayuda para poner en marcha un Acuerdo Nacional que ayude a reactivar al país con medidas contracíclicas. “No hubo eco a nuestros planteamientos”, recalcó el mandatario estatal.
Pero tampoco del lado de la llamada Cuarta Transformación fueron bien recibidas las acciones de los organismos cúpula del sector empresarial.
En su conferencia mañanera de ayer, el presidente López Obrador manifestó inconformidad. El jefe del Ejecutivo, que antes rechazó las propuestas de los empresarios, dijo: “no me está gustando el modito de que se pongan de acuerdo y quieran imponernos sus planes. ¿Cómo que se aprueba un acuerdo y que Hacienda lo avale? ¿Qué estamos aquí de floreros? ¿Qué el Presidente se entera de que hay un acuerdo y nada más van a pedirle a Hacienda que lo avale?”.
López Obrador advirtió que hay prepotencia en las acciones de los empresarios y, añadió:
“A ver, no es pleito, no es confrontación. Bueno, sí, confrontación de ideas, pero a nadie de ellos que están aquí les va a gustar un Fobaproa dos”, agregó. También indicó que no hay problema pues esos créditos se van a pagar, pero dejó en el aire otra pregunta: “¿Cuál es la garantía? Las reservas, no. Las reservas son de la nación, del pueblo de México”.
En respuesta a una pregunta acerca el esquema de financiamiento acordado por el Consejo Mexicano de Negocios y el BID, López Obrador advirtió: “Si no es a cargo del presupuesto, adelante, pero si es a cargo del presupuesto, no lo acepto. Si no es con el aval del gobierno, no hay problema, bienvenida”.
No es dinero del gobierno, respondieron los dirigentes empresariales
De inmediato, se produjo la respuesta del Consejo Mexicano de Negocios (CMN) y el BID-Invest, cuyos voceros aclararon que se trata de una operación entre organismos privados que no involucra dinero del gobierno.
En conferencia telefónica, ambos organismos indicaron que al señalar que el programa cuenta con el respaldo de Hacienda, es debido a que la dependencia, como todos los países miembros, es accionista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y aunque no se necesita su “aval”, previamente dio el visto bueno al considerar que es un incentivo para las cadenas de valor.
El empresario Antonio del Valle Perochena señaló que es “impreciso decir que Hacienda está avalando, porque no es así, está respaldando como accionario del BID y como autoridad máxima financiera del país. No hay aval crediticio alguno porque no hay recursos del gobierno, no se incrementa la deuda del país, es una operación privada”.
De nueva cuenta, como ha sucedido en otros temas, el presidente del CMN comentó que en este caso, “el Presidente tuvo un mal entendido, Hacienda no está avalando en términos crediticios estas operaciones”.
Explicó que el financiamiento a las pequeñas y medianas empresas por parte del CMN y del BID consiste en un esquema de financiamiento inverso, el cual tiene como ancla a las grandes empresas. Es decir, las mipymes que son proveedoras de esas compañías “venderán” sus facturas por cobrar al BID, el cual les dará liquidez de inmediato.
Precisó también que, debido a los flujos de caja que manejan las grandes empresas, las Mipymes deben esperar tres meses para cobrar por los servicios o productos que ofrecen. Esto va a cambiar con el anunciado programa, diseñado para apoyar a 30 mil Mipymes por un monto de hasta 3 mil millones de dólares en los primeros tres meses. Esto implica que, por tratarse de un fondo revolvente, tiene el potencial de incrementarse a 12 mil millones de dólares (290 mil millones de pesos) en un año.
Por separado, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar, advirtió que el sector privado no pretende confrontarse y pidió dejar atrás las divisiones y posiciones partidistas o ideológicas para sostener un “diálogo de altura” a fin de enfrentar la crisis de salud y económica derivada de la emergencia sanitaria por el Covid-9.
“No queremos la confrontación; no es momento de diferencias…”, sostuvo el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
En el marco de la Conferencia Nacional para la Recuperación Económica convocada por el organismo que preside, Salazar exigió “no etiquetar comentarios” y precisó que nunca se ha pedido rescatara a las grandes empresas “ni se ha pedido el salvamento de nadie”, sino un Acuerdo Nacional que enfrente los problemas de liquidez del sector productivo donde las clases más desprotegidas serán las más afectadas en caso del quiebre de compañías.
“No debemos etiquetar comentarios sino ir al fondo para dar solución a los problemas”, destacó el dirigente empresarial.
Mientras tanto, como ya lo hicieron sus correligionarios del Senado, Morena y Asociados están listos en la Cámara de Diputados a arriesgar su propia salud para cumplir con el deseo del presidente López Obrador de que le cedan su facultad para el manejo del presupuesto federal.
De acuerdo con los informes que han circulado en San Lázaro, los diputados –que fueron los primeros en suspender labores para prevenirse del contagio del Coronavirus– podrían reanudar labores para revisar y aprobar esta misma semana en comisiones la iniciativa presidencial para decidir sobre el presupuesto, pero como el periodo ordinario de sesiones termina el jueves 30, se convocaría a un periodo extraordinario en los primeros días de mayo para complacer la orden presidencial.