Los pendientes
Ramón Zurita Sahagún lunes 27, Abr 2020De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Entrando en la parte más complicada de la pandemia, el gobierno mexicano se encuentra con diversos obstáculos y un cerrado círculo del que no ha podido salir, en el que se combinan una serie de detalles que complican la situación.
No obstante la gravedad de la pandemia y la rigidez de las medidas, existen muchos sitios en los que parecen no entender y asumen las consecuencias, sin importar el contagio.
Hay otros temas de los más complicados como son las aduanas, cuya corrupción cimbra la estrategia diseñada para combatir con éxito el Covid-19 o coronavirus.
Y es que las aduanas, sin el efecto del coronavirus, han sido desde siempre fuente de contagio y corrupción de quienes llegan a esas oficinas. Lo son, tanto las terrestres como las marítimas, tanto así que se pensó en el pasado reciente que la Marina se hiciese cargo de las portuarias.
Esta tan enraizada la corrupción que dos directores han sido relevados en el lapso de 18 meses del arribo de la 4T, sin poder erradicarla.
Es cierto que el gobierno mexicano ha conseguido aterrizar parte de las compras realizadas en el extranjero de insumos necesarios para la atención de los pacientes contagiados, así como para la prevención de los que no lo están, que van desde respiradores y equipos de higiene, como son cubrebocas, batas, guantes, gel antibacterial, etc, pero también se requiere de las compras del sector privado para surtir el extenso mercado nacional.
Y es ahí donde se encuentran las trabas, toda vez que las mercancías compradas en el extranjero son retrasadas en su entrega y quedan congeladas hasta que se dan los arreglos entre los encargados de las aduanas y los importadores de dicha mercancía, lo que deriva en un mercado negro, con precios elevados.
A eso, se le añade el cambio de protocolos en algunos países exportadores como China que supervisan estrictamente los productos, después de las reiteradas quejas de que sus materiales eran catalogados como de nivel mínimo, lo que retrasa surtir los productos indispensables para combatir la pandemia, incluidos los medicamentos, tales como paracetamol, hidroxicloroquina y tocilizumab, entre otros.
El reciente cambio de director de Aduanas puede ser el detonante para que los protocolos de liberación de mercancía sean más expeditos y los productos no alcancen precios tan elevados y se pueda surtir el mercado nacional, cuando menos en esos rubros.
Y es que mencionado la elevación de precios y los abusos que se vienen cometiendo en ese sentido, se tienen los ejemplos de dos cadenas de supermercados que fueron sancionadas por incrementar los precios de algunos productos, aunque faltan otras, ya que se resiente el impacto en los precios en frutas y verduras que súbitamente elevaron sus precios.
Otro de los renglones donde se incrementaron sensiblemente los precios a raíz de la pandemia es el de los servicios de paquetería y mensajería por las empresas del ramo, los que arbitrariamente subieron los precios de envíos en más de un 50 por ciento, cuando la gasolina bajó sensiblemente sus precios.
Los abusos subsisten en algunas regiones, principalmente en aquellas en entró en vigor la “ley seca” y la venta de licores y cerveza se maneja al estilo de los años veinte en que imperaba la prohibición en Estados Unidos, aunque ahora con la variante en que los grupos conformados para su distribución lo hacen en forma domiciliaria.