Seguridad
Armando Ríos Ruiz lunes 27, Abr 2020Perfiles de México
Armando Ríos Ruiz
Para el Presidente, aduanas es un “monstruo de 100 cabezas” que no ha podido limpiar, comparable con la gravedad de los homicidios del país. Pero viene una limpia en ese renglón, así como en el de migración. Enseguida manifestó que está satisfecho con su equipo de seguridad. “Nada que ver con lo que sucedía”.
Pues para muchos, si pondrá fin a las corruptelas de Aduanas, como combate a otros criminales, ya estuvo que la podredumbre crecerá a un ritmo insospechado, como han crecido los asesinatos y diversos ilícitos desde su llegada a la primera Magistratura.
Ni siquiera se necesitan estadísticas para advertir el crecimiento de la ola criminal. Se nota sin tener que preguntar. En la provincia y en la Ciudad de México es palpable el aumento de delitos patrimoniales y los asesinatos. Sin embargo, los números desmienten al mandatario.
Su fórmula para acabar con la criminalidad no funciona. ¿Acaso su presencia en la sierra de Sinaloa, cuando se entrevistó con la madre de El Chapo Guzmán, tuvo como finalidad pedirle que regañara a sus nietos? ¿O pidió a quienes allí estaban que pensaran en sus mamacitas porque sufren mucho, como aconsejó durante una visita a Tamaulipas?
No somos pocos los que sabemos que muchas madres se sienten orgullosas de lo que sus hijos hacen. En la Ciudad de México, se supo de una que le sermoneaba al marido: “¡aprende a tu hijo! ¡Él sí sabe robar! ¡Cada vez que sale regresa con algo que vale la pena!”
En Guerrero, muchas madres coadyuvan en las tareas de siembra y trasiego de droga e inclusive han encauzado a sus descendientes a imitarlas para aumentar las ganancias. Lo mismo ocurre en otros estados. Los hijos piensan en sus madres, porque ayudan en el mismo quehacer. En las mismas operaciones. O bien para allegarles dinero obtenido en sus actos ilícitos.
Muchos están conscientes de que la muerte los puede alcanzar pronto. Pero expresan que no les importa. Al fin y al cabo están enrolados en la delincuencia para dejar a sus familias con suficiente numerario.
“Nada que ver con lo que sucedía”, dijo, como si la delincuencia hubiera disminuido gracias a las acciones de la autoridad. Su secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo lo secundó cuando aseguró que se ha frenado “el aumento de los homicidios en la mayoría de las regiones donde están desplegadas las fuerzas federales”
Solo que un diagnóstico de las autoridades federales de seguridad, indica que marzo es el mes con más asesinatos en lo que va de esta administración, con tres mil muertos. Afirma además, que Guanajuato es la entidad con más víctimas por homicidio doloso. Más tardan en declarar, que en descubrirse la mentira.
La actividad criminal no ha decrecido un centímetro, a pesar de la pandemia. Los delincuentes no están en cuarentena. Es más, en muchas regiones del país impiden la entrada de personas a las partes serranas, en donde las tareas siguen inalterables, precisamente para evitar contagios.
El Institute For Economics and Peace dio a conocer en su estudio denominado Global Peace Index, que México es el tercer país más peligroso de América. Añade que el índice delictivo ha aumentado considerablemente y en poco tiempo ha alcanzado cifras alarmantes. También ha generado crisis de pánico entre los mexicanos.
Otro estudio revela que los feminicidios crecieron 43.75 por ciento el año pasado y que se registraron 197 mil 693 llamadas de emergencia para reportar casos de violencia contra mujeres. Es decir, hubo un incremento de 14.79 por ciento, comparado con 2018
El primer trimestre de este 2020 ha sido el más violento para las mujeres, con 964 asesinadas. 720 casos fueron clasificados como homicidios dolosos y 344 como feminicidios. ¿Podemos sentirnos orgullosos con estas cifras?