Manuel Velasco, el nuevo estratega político
Ramón Zurita Sahagún viernes 24, Abr 2020De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Si en algo ha cambiado el Partido Verde Ecologista de México es en los nombres de sus figuras guías. Por lo demás, sigue siendo el mismo partido acomodaticio, catalogado como bisagra, cuyos votos son necesarios para el partido mayoritario y se consideran los más caros de México.
Desde que encontraron que en la alianza con el partido poderoso les deja buenos dividendos, el PVEM no ha dejado de hacerlo. En 2000 se alió al PAN y sus votos no aportaron demasiado, por lo que les fue negada la moneda de cambio que pedían (la secretaría de Medio Ambiente), estuvieron con el ganador de la Presidencia de la República.
Seis años después, fracasaron rotundamente y apostaron por un PRI desgastado que fue enviado al tercer lugar, pero obtuvieron su recompensa, una buena bancada de diputados y senadores, encabezada por el heredero del partido, Jorge Emilio González.
2012 les representó una buena tajada al ir nuevamente con el PRI que les obsequió la candidatura al gobierno de Chiapas y su primer gobernador, Manuel Velasco Coello.
Durante ese lapso de alianza con el PRI, el Verde se fue desdibujando, sus estrategas principales: el llamado “Niño verde”, Jorge Emilio González, dueño del partido se hizo adulto, aunque no creció en experiencia y Arturo Escobar, el más hábil de los verdes, fue enviado a su casa, después de un rápido paso como subsecretario de Gobernación. Jorge Emilio fue exhibido en un video y Escobar acusado de delitos electorales.
De pronto se quedó sin figuras, ya que Manuel Velasco en su desempeño como gobernador de Chiapas no mostraba el crecimiento necesario para tomar el control del partido y el nuevo dirigente nacional, Carlos Alberto Puente no creció políticamente.
Y cuando nadie lo imaginaba ocurrió el despertar de Velasco Coello, dejó de ser el nuevo “Niño verde” torpe, manipulado en su gobierno por su madre y otros familiares y adquirió presencia.
Creó partidos locales a su servicio y mantuvo alianzas con varios partidos. Apoyó al candidato presidencial del PRI, manteniendo cercanía con el abanderado de Morena. Sembró al candidato que Morena quería para gobernar Chiapas, Rutilio Cruz Escandón, y cuando éste intentó rebelarse, impulsó la candidatura por el Verde de uno de sus fieles colaboradores, Fernando Castellanos, a quien había logrado colocar como alcalde de Tuxtla, para darle un susto y doblarle las manos a Rutilio.
De esa forma, Velasco Coello dejó en claro quien maneja el PVEM, mantuvo sus partidos locales y se congració con el ganador de la Presidencia de la República. No conforme con ello, obtuvo su lugar en el Senado de la República, continuó gobernando Chiapas hasta que terminó su periodo y llegó a coordinar la bancada del Verde, tan necesaria para la suma de votos con Morena y la aprobación de reformas constitucionales.
Hoy, Manuelito es toda una revelación política que sabe negociar y obtener grandes recompensas para su partido que es la bisagra que requiere Ricardo Monreal en el Senado de la República. Su partido, el PVEM sigue siendo lo mismo de siempre, un simple apéndice, importante para negociar y obtener canonjías, sin aporte alguno a la vida política.
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Resultó duro el paquete de la corrupción en Aduanas y Ricardo Ahued decidió renunciar y regresar al Senado de la República, donde estará listo para el caso de que Cuitláhuac García no mejore y continúe cometiendo torpezas en el gobierno de Veracruz y no exista necesidad de convocar a elecciones extraordinarias, a partir del primero de diciembre próximo.