Obra de Tren Maya, a empresa con malos antecedentes
Miguel Ángel Rivera viernes 24, Abr 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Cada vez que tiene oportunidad –es decir, todos los días– el presidente Andrés Manuel López Obrador repite su sermón en el que sostiene que la llamada Cuarta Transformación tiene como pilares fundamentales la austeridad y la lucha contra la corrupción.
Sin embargo, también casi cotidianamente hay sucesos que hacen dudar de que las reprimendas presidenciales tengan eco entre sus colaboradores.
El más reciente motivo de duda surgió del anuncio del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) en el sentido de que la primera etapa de una de las obras más preciadas de López Obrador, el Tren Maya, fue concesionada a un consorcio encabezado por la trasnacional de origen portugués Mota-Engil, uno de los principales 30 grupos empresariales de Europa.
La sorpresa radica en que ese consorcio está incluido en la relación de los “consentidos” del anterior régimen encabezado por el ahora investigado –junto con sus más allegados colaboradores– ex presidente Enrique Peña Nieto, bajo sospechas de irregularidades en la entrega de contratos de obras públicas.
Una de las principales concesiones logradas por Mota-Engil en el pasado sexenio fue la línea tres del tren ligero de Guadalajara, que lleva un considerable retraso, a pesar de que su costo original se fue a casi el doble. El pasado 20 de enero, el presidente López Obrador, informó que las obras habían concluido y que la inauguración de este sistema de transporte masivo, que une los municipios de Guadalajara, Zapopan y Tlaquepaque, estaba prevista para los primeros días de abril, los cuales ya quedaron atrás, sin que se haya confirmado el inicio de operaciones.
En la misma conferencia de prensa mañanera, el secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), Javier Jiménez Espriú –que tan severo ha sido para juzgar aparentes irregularidades del sexenio anterior– informó que la obra tendrá un cotos 78 por ciento superior
al presupuesto inicial. La obra civil se inició el 7 de agosto de 2014 con una inversión proyectada de 17,692 millones de pesos y se pensaba concluir en 2017, pero después de varios ajustes tanto en el gobierno anterior como en el actual, la inversión total llegó a 31,500 millones de pesos.
Esto, en lo que se refiere a la situación en México y a una de las obras supuestamente estelares del gobierno de Peña Nieto, pero no la única en la que tenía interés el consorcio de origen portugués, el cual, según otras fuentes, en el pasado sexenio obtuvo otros contratos por valor aproximado de 700 millones de dólares, especialmente con trabajos para Pemex.
Mota-Engil también concursó para realizar parte de las obras del cancelado aeropuerto internacional en la zona de Texcoco, concretamente para construir el Centro Intermodal de la Transporte Terrestre, pero en este caso no logró su objetivo, por lo que se inconformó con el proceso de licitación al que calificó de “ilegal” la decisión de las autoridades de declarar “desierta” la convocatoria.
El poderoso consorcio también ha participado en obras de otras naciones latinoamericanas, como Colombia, Perú y Paraguay, no siempre con resultados positivos.
En Colombia, ha resentido acusaciones de incumplimiento al participar en un ambicioso programa de mejoramiento de las instalaciones escolares de ese país. A final de cuentas, el ministerio de Educación canceló el contrato. Mota-Engel solo entregó 17 colegios dejando 118 en etapa de diseño y 113 en construcción.
Además, en Perú, Mota Engil, ha sido reiteradamente mencionada como parte de la trama de corrupción internacional a cargo de la brasileña Odebrecht.
Otro antecedente que fue omitido por la llamada Cuarta Transformación es que el consorcio portugués recurre ampliamente a la subcontratación –el tan criticado outsorsing– y deja las obras a cargo de empresas locales. Esto se confirmó en Colombia, donde los empresarios locales, Oscar René Avella, Hans Cadena y Gerardo Uribe denunciaron que la trasnacional les quedó a deber miles de millones de pesos colombianos por trabajos que les traspasó.
Fonatur informó que Mota-Engil México, en convenio con China Communications Construction Company, Gavil Ingeniería, Eyasa y Grupo Cosh, ganaron la licitación para construir el primer tramo del Tren Maya. Este primer tramo corresponde al tramo de Palenque, Chiapas, a Escárcega, Campeche, y el monto ofertado fue por 15 mil 538 millones 133 mil 56.79 pesos.
La licitación pública internacional consiste en que el consorcio ganador construirá la plataforma y vía del Tren Maya, se encargará del suministro de materiales y de la elaboración del proyecto ejecutivo.
“Como lo ha instruido el presidente Andrés Manuel López Obrador, los proyectos prioritarios del gobierno de México continuarán como medidas para mitigar las consecuencias económicas derivadas del Covid-19. En ese sentido, el Tren Maya se establece como la obra de infraestructura más importante y un detonador clave de empleo y desarrollo en el sur-sureste de México”, detalló Fonatur.
Indicó que con la construcción de los primeros cinco tramos se generarán cerca de 80 mil empleos en lo que queda del año 2020 para la región del sureste de México.
Además, detalló que la oferta elegida fue analizada por expertos de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), quienes revisaron las 14 propuestas y concluyeron que el consorcio encabezado por la empresa Mota-Engil México, en convenio con China Communications Construction Company, Grupo Cosh, Eyasa y Gavil Ingeniería, representaron la mejor relación calidad-precio.
La igualdad de género no es una concesión, aseguró la secretaria general del PRI
Al participar en la videoconferencia “La violencia de género en tiempos de Covid-19”, la secretaria general del PRI, Carolina Viggiano, sostuvo que la igualdad de hombres y mujeres es una conquista y en ningún momento se tiene que ver con perspectiva clientelar, sino con visión de Estado.
La dirigente del tricolor se refirió en especial a la violencia que enfrentan las mujeres en esta etapa de confinamiento y denunció la falta de sensibilidad mostrada por el gobierno federal para apoyarlas, así como el la reducción de presupuestos a programas para beneficiar a mujeres y niñas vulnerables.
Viggiano aseguró que para avanzar en el camino de la igualdad y llegar al México que todos deseamos, “no puedes ser necio, porque la realidad es más necia que tú. Necesitamos un gobierno que reconozca que las cosas ya cambiaron. Por ejemplo, que el dinero que se quiere invertir en una refinería como la de Dos Bocas tenga otro destino, dadas las circunstancias que vivimos, para invertirlo en las mujeres, en reactivar la economía, en los niños y las niñas”, puntualizó.
A su vez, la Secretaria de Gestión Social, Lorena Piñón Rivera -organizadora de este ciclo de videoconferencias sobre temas concernientes a la Pandemia-, señaló que la etapa del confinamiento no es lo más agradable en muchas familias, por el estrés del encierro, el sistema patriarcal y la crisis económica, que propician un incremento en la violencia familiar.
Destacó que el PRI es un partido de compromisos y uno de ellos siempre ha sido con las mujeres, ya que ellas son el pilar fundamental de las familias y la sociedad; además de que por la lucha incansable de muchas de ellas, se consiguió el voto y ahora la paridad de género.
Finalmente, Piñón Rivera indicó que el mes de marzo fue uno de los más violentos para las mujeres en lo que va del año.
De acuerdo con un estudio de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud), Quintana Roo ocupa el primer lugar nacional con el 77 por ciento en el cumplimiento de las medidas para prevenir mayor cantidad de contagios por la pandemia del Covid-19.
Esto ha sido posible en gran medida por la aplicación del programa ¡Quédate en casa!, con la participación de la gente, el trabajo coordinado con las presidentas y los presidentes municipales, y el apoyo de las fuerzas armadas, la Guardia Nacional y la Policía Quintana Roo.
Las acciones emprendidas por el gobernador Carlos Joaquín para salvar vidas, proteger a las familias y atender la recuperación a través del plan Juntos Saldremos Adelante, fueron reforzadas al entrar en la fase tres de la pandemia.
Estas acciones consisten básicamente en restringir la movilidad de las personas y la convocatoria a la solidaridad para conservar los empleos.