La respuesta social
¬ Augusto Corro lunes 20, Abr 2020Punto por punto
Augusto Corro
¿Cuál es la respuesta de la sociedad que enfrenta al coronavirus (Covid-19) una de las pandemias más destructoras de los últimos tiempos?
Plantados en la objetividad se podría decir que una porcentaje elevado de la población tiene una idea exacta del peligro que nos amenaza.
Sin embargo, no todos responden al llamado de solidaridad de las autoridades para luchar juntos contra el virus que a su paso deja desolación y muerte.
Concretamente, un sinnúmero de personas, la mayoría jóvenes, se muestran reacios a quedarse en casa.
El aislamiento no es por gusto. Es una medida de las más efectivas para limitar la acción del virus, altamente contagioso.
Pero ayer, domingo, los vecinos, en bola, optaron por sacar el perro a pasear y a hacer su ejercicio en los camellones como están acostumbrados.
La indolencia, la falta de solidaridad, quizás la nula información sobre el avance del Covid-19 tiene a parte de la población ignorante de lo que pasa a su alrededor.
Quizás las autoridades debieron promover en que consiste el daño que provoca el virus en el organismo humano. Con saber un poco de esa forma es para ni siquiera asomarse a la puerta.
Desafortunadamente hay muchos jóvenes que se sienten inmortales. Y la verdad sea dicha, no es tiempo de fanfarronadas; ni de hacer a un lado las exhortaciones de las autoridades a cumplir con las medidas sanitarias.
Así pues, las autoridades deben incrementar sus mensajes para invitar a la población que no exponga a contagiarse del virus y poner en riesgo su vida por salvar la de otros.
Todos los que formamos parte de la sociedad estamos obligados a solidarizarnos y a unirnos para luchar contra la pandemia que nos azota y que suma miles de muertos en todo el mundo.
También la respuesta social no es tan positiva como se deseara. En otras ocasiones, ya comentamos en este espacio, que los médicos, enfermeras y enfermeros son objeto de agresiones por grupos de rufianes violentos.
Mientras en otros países los trabajadores de la salud reciben un merecido reconocimiento social, incluso hasta el tratamiento de héroes, aquí en México son humillados y atacados por sujetos desorientados.
Esas personas ignorantes que agreden a los médicos, enfermeras y enfermeros no ignoran o no quieren saber que se trata de seres humanos, quienes están en el frente de batalla contra el virus y que corren un alto riesgo de contagiarse.
Es larga la lista de profesionales de la salud muertos en los diferentes países azotados por el coronavirus.
¿Y qué ocurre en México? Pues en varias ciudades, los ciudadanos que no entienden la labor de los médicos, enfermeras y enfermeros, asumen actitudes de violencia inconcebibles.
En algunas situaciones, los trabajadores de la salud son agredidos a golpes, les lanzan escupitajos y los echan del transporte público. Son, pues, humillados. Aflora la falta de civilidad de las personas. Las agresiones físicas se extienden a los supermercados, calles o las propias salidas de los hospitales, a veces por el simple hecho de ir uniformados de blanco.
Ante esa actitud de una parte de la sociedad, las autoridades optaron porque los médicos, enfermeras y enfermeros cuenten con transporte especial para evitar los ataques de los trogloditas.
Además, la fuerza pública se encargará de brindar seguridad en los hospitales donde son atendidos los afectados por el virus.
La Fase 3
La semana pasada, Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, dijo que la llegada de la Fase 3 del Covid-19 es inevitable.
Señaló que es imposible detener el contagio de este nuevo virus, pero sí se puede abonar a su reducción.
Como sociedad, nos toca colaborar con las autoridades de salud que convocan a quedarse en casa. Es muy necesario hacerlo para cuidar la salud de la familia y la nuestra.