Simple politiquería
Ramón Zurita Sahagún jueves 16, Abr 2020De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Tres fueron los intentos que realizó Yucatán para separarse de México. El primero cuando se declaró la independencia y aprovechó la disolución de la Nueva España y se declaró independiente, el segundo frustrado en 1841 y el tercero, en 1844 que duró más años y terminó hasta el final de la guerra México-Estados Unidos.
En ninguno de los dos prosperó el asunto y Yucatán y toda la península continúan formando parte de los Estados Unidos Mexicanos, aunque a Yucatán sí le costó perder años después parte de su territorio con la creación de los estados de Tabasco, primero, Campeche, después y Quintana Roo, al final.
Esos son de los pocos intentos serios de uno de los estados de la federación por separarse de ella y dejar de formar parte de la República Mexicana.
Ante la pandemia y falta de recursos para enfrentarla, cuatro entidades Jalisco, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas piden cambios en el pacto fiscal, para hacerse de mayores recursos, especialmente a los que aportan mayores cantidades de recursos a la federación.
La actitud adoptada por Enrique Alfaro (Jalisco), Miguel Riquelme (Coahuila), Jaime Rodríguez (Nuevo León) y Francisco Javier García (Tamaulipas), cabezas de estos reclamos, se considera sumamente ventajosa de su parte y busca presionar al gobierno federal, aunque se cataloga como alejada de un intento de separación de la Federación.
Más bien, los cuatro gobernantes, buscan aprovechar el río revuelto ante la emergencia para sentar las bases de sus propios proyectos, con vistas hacia 2024.
Uno solo de esos gobernadores, Jaime Rodríguez, termina su gestión con los comicios federales del año próximo y su gestión está considerada como sumamente desastrosa, aunque ya ha mostrado ambición por la Presidencia de la República, donde fracasó en 2018.
De los otros tres, dos de ellos están apuntados como fuertes prospectos de sus respectivos partidos hacia la contienda presidencial: Enrique Alfaro y Francisco Javier García.
En el caso de Alfaro parecía el elemento adecuado para presentarse como el principal opositor de la 4T y un personaje que, tal vez, podría cohesionar a otros partidos a su alrededor, aunque se fue quedando rezagado. El gobernador de Jalisco entró en pugna con su otrora amigo Carlos Lomelí, representante del gobierno federal en su entidad y se fue desgastando, por lo que advirtió su oportunidad para recuperar bonos, entrar en plena disputa con el gobierno federal y ponerse a la cabeza de los inconformes con los recursos que salen de la Federación.
Francisco Javier García se encuentra deseoso por participar en la contienda presidencial, siguiendo un esquema similar al del fallecido Rafael Moreno Valle. Su posicionamiento en las encuestas de los gobernadores mejor evaluados y su pretensión por dejar en el poder a su consorte, así lo adelantan.
El otro Miguel Riquelme, no tiene ambiciones tan grandes y es solamente un alfil de los dueños del terreno coahuilense, la familia Moreira.
Algunos han visto esto como un intento de rebelión de los gobernantes para romper con el pacto federal y hasta independizarse, similar al que narramos en los primeros párrafos, pero en realidad se trata de enmendar el pacto fiscal, solamente y mostrar que cada uno de ellos cuenta con tamaños para llegar a la Presidencia de la República.