No pasó la “cortina de humo” lanzada por AMLO
Miguel Ángel Rivera miércoles 15, Abr 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Al tiempo de que, desde todos los rumbos, se convoca a la unidad nacional para superar los efectos que dejará la pandemia del coronavirus, el guía y conductor del país, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en vez de dar testimonio de su pregonada política de “abrazos no balazos”, reasume la condición de candidato en campaña y el carácter bélico que distinguió su larga campaña electoral 2006-2018.
Para empezar, hizo caso al reto de un sector empresarial en donde se habló de la posibilidad de adelantar la votación para revocar el mandato presidencial y se mostró dispuesto a que esa consulta se realice el año venidero, un año antes de lo que estipula la reforma constitucional aprobada por el llamado Constituyente Permanente.
Como los niños que amenazan con llevarse el balón si no se les permite jugar, el primer mandatario recordó que esa reforma constitucional fue propuesta por él mismo, por lo cual está dispuesto a ser el primer Presidente de la República sometido a tal prueba.
La posibilidad de adelantar la consulta para la revocación del mandato quedó sepultada el mismo día que la propuso López Obrador.
En su conferencia a distancia, los coordinadores de los grupos parlamentarios representados en el Senado –particularmente los integrantes del llamado Grupo Opositor, PAN, PRI, PRD y MC– expresaron su desacuerdo con la posibilidad de anticipar la votación para el año venidero, para lo cual sería necesario hacer un nuevo cambio en la Carta Magna. Esos grupos parlamentarios no tienen los votos suficientes para promover una reforma constitucional, pero sí los suficientes para detenerla, como se comprobó con la iniciativa original del presidente López Obrador, que proponía que la revocación del mandato se incluyera en las votaciones federales intermedias.
Como se sabe, el bloque opositor estuvo en desacuerdo porque no deseaba tener nuevamente a López Obrador en las boletas de la que se considera trascendental votación de 2021, en la cual se renovará la Cámara de Diputados federal y se elegirá a los gobernadores de casi la mitad de los estados de la República.
Luego de esa consulta, el coordinador de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado, Ricardo Monreal Ávila, dio por concluido el tema, por no existir las condiciones para alcanzar la mayoría calificada que requiere esa reforma constitucional.
“Está muerto el tema porque no lo aceptaron, no veo las condiciones para este propósito”, sentenció Monreal, también en conferencia de prensa virtual.
Exigen al presidente López Obrador dedicar todo su esfuerzo contra el Covid-19
En la reunión virtual de la Jucopo, el bloque opositor, calificó el intento de adelantar la votación para revocar el mandato “cortina de humo” o recurso para desviar la atención de lo verdaderamente importante, que es reducir los efectos de la pandemia por el coronavirus en la salud pública y en la economía nacional.
En particular, el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, afirmó que no caerán en el juego, pues la revocación del mandato ni siquiera figura en su agenda, pues su prioridad ahora es buscar soluciones para enfrentar al Covid 19 y su impacto en la economía mexicana.
Por su parte, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, pidió a López Obrador concentrase en encontrar una política sanitaria y económica eficiente, que no ponga en riesgo el presente de México y dejar de lado lo de la revocación de mandato.
“No son tiempos de pensar en distracciones electorales”, sostuvo el presidente del tricolor al sostener que la obligación de AMLO es concentrarse en la atención de la emergencia sanitaria y sus secuelas económicas.
A su vez, el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda consideró que México necesita un Presidente de la República concentrado en salvar vidas y en gobernar para todos, no preocupado por la debacle electoral de su partido.
“La crisis sanitaria y económica que enfrenta México no tiene precedentes en la historia. Exige un liderazgo que promueva no sólo la unidad nacional, sino un gran acuerdo para atender la emergencia económica que se avecina y contener con eficacia el avance de la epidemia de coronavirus. Sin embargo, el Presidente hoy está más atento a la política electoral”, advirtió.
Lo peor para López Obrador es que esta polémica reactivó a una de sus pesadillas, el ex presidente Felipe Calderón, quien también le demandó dejar de lado los distractores y concentrarse en resolver esta situación que vive nuestro país por el coronavirus.
Mediante mensaje en las redes sociales, Calderón demandó a López Obrador dejar de pensar solo en él y poner por delante los intereses de México.
“México en la peor crisis económica y sanitaria de la era moderna; el Presidente debe estar concentrado absolutamente en estos temas, no distraerse ni querer distraer. Pensar en México, no en él mismo”, escribió el ex mandatario.
A la andanada de comentarios en contra del presidente López Obrador se sumó una demanda conjunta de los gobernadores surgidos del PAN, quienes demandaron al gobierno federal atender de manera inmediata y con carácter de urgente cinco puntos concretos contra la emergencia el coronavirus.
Los mandatarios de Acción Nacional, que integran el llamado GOAN, son Mauricio Vila Dosal, de Yucatán; Martín Orozco Sandoval, de Aguascalientes; Javier Corral Jurado, de Chihuahua; José Rosas Aispuro, de Durango; Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, de Guanajuato; Francisco Domínguez Servién, de Querétaro; Carlos Joaquín González, de Quintana Roo; Francisco Javier García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas, y Carlos Mendoza Davis, de Baja California Sur.
Los gobernadores panistas pidieron un “inventario transparente y verídico” de la capacidad hospitalaria, médica y de medicamentos del sector salud federal en cada uno de los estados; más pruebas médicas, pues “lo que no se puede medir no se puede combatir”; suficientes mascarillas, repartidas a la brevedad, conforme a las recomendaciones de la OMS; ventiladores suficientes para atender a pacientes graves; y presupuestos extraordinarios etiquetados para cubrir la demanda general por la pandemia del coronavirus.
Los mandatarios precisaron que hasta el momento los estados han recibido lo que por ley les corresponde y que tenían programado para su operación normal, pero no se les ha otorgado ningún recurso extraordinario.
AMLO, también mal calificado en el extranjero
Como un desmentido a los intentos oficiales de hacer aparecer la política mexicana para enfrentar el coronavirus como modelo a seguir en todo el mundo, ayer se dio a conocer una encuesta internacional en donde el presidente López Obrador aparece entre los peor calificados gobernantes de América Latina.
“Los expertos le pasan factura al (presidente) mexicano Andrés Manuel López Obrador (19 por ciento de aprobación, puesto 10), que tardó en tomar medidas contundentes frente a un virus al que tiende a menospreciar, y al brasileño Jair Bolsonaro (16 por ciento, puesto 11), que ha tildado de simple “gripita” al Covid-19 y ha desautorizado a gobernadores por ordenar toques de queda.
Así dice un párrafo de una nota informativa difundida por la agencia informativa EFE basado en un estudio de la agencia especializada en investigación de mercados Ipsos que consultó entre el 27 de marzo y el 6 de abril a 353 líderes de opinión y periodistas acerca del comportamiento de los líderes de 14 naciones de América Latina.
El despacho destaca que, en momentos de crisis, es donde la gente más evalúa a sus líderes y en una situación extrema como la del coronavirus, gobernantes como el uruguayo, Luis Lacalle Pou, y el peruano, Martín Vizcarra, son vistos como ejemplos de buena gestión, mientras que sus pares de Brasil, Jair Bolsonaro, y de Venezuela, Nicolás Maduro, son criticados por una reacción tardía.
Según el estudio de Ipsos, los encuestados consideran que Uruguay y Argentina son los que mejor están afrontando la pandemia, con una aprobación del 62 por ciento, seguidos por Perú (59 por ciento), Colombia (56 por ciento) y Chile (51 por ciento).
En una escala media se ubican Bolivia (38 por ciento), Cuba y Panamá (36 por ciento) y Ecuador (32 por ciento), mientras que con una calificación negativa aparecen Brasil (14 por ciento), México (12 por ciento ) y Venezuela (11 por ciento).