Tiempos de realidad
¬ Sócrates A. Campos Lemus viernes 3, Abr 2020¡Que conste,.. son reflexiones!
Sócrates A. Campos Lemus
Se ha generado una inmensa cantidad de mensajes que en vez de informar, desinforman, en vez de calmar inquietan, en vez de hacernos reflexionar nos hacen violentos y viscerales. Unos hablan de aumento de la violencia y es cierto, hay signos de aumento y de tragedias que se dan en muchos sitios, los grupos criminales aprovechan las condiciones y hacen de las suyas, van a la rapiña y al saqueo, no para tener alimentos en sus casas sino para robar artículos de valor, teléfonos, televisores, equipos modulares, en fin, son organizados por medio de las redes sociales y se lanzan a golpear en donde menos vigilancia existe, otros, incluso más audaces, tratan de robar cajeros en los bancos y en algunos casos camiones que transportan mercancía en las carreteras o en las entradas a las ciudades donde descargarán, muchos grupos se dedican a cobrar el famoso “derecho de piso” con extrema violencia y matan para dar la muestra de lo que van a hacer si se niegan a pagar.
No se podrá negar que al final del día, miles de gentes se quedan sin empleo, que tenemos más de doce millones de mexicanos que viven en el comercio informal buscando el sustento día a día y que de pronto se quedan sin clientes, sin lugares y sin posibilidad de ocuparse en otras cosas, miles de mexicanos tienen que salir a buscar el pan nuestro de cada día y van al trabajo o en su busca en camiones contaminados o caminando y exponiéndose a los asaltos callejeros de pillos o de gentes desesperadas.
Seguramente la crisis y la desocupación y las angustias y los miedos alientan al consumo de dogas como una forma de evadir la realidad y miles se quedan en el vicio y en la dependencia y son fácilmente presas de esos grupos criminales y las mujeres son usadas en la trata y la prostitución, muchos jóvenes pasan iguales peligros y los viejos pues se van agotando hasta la muerte. Hemos comentado que crecí en barrios bravos, en la Lagunilla y Tepito, vimos muchas cosas en la juventud y sin duda, ahora, al tiempo, vemos a muchos de aquellos jóvenes quedados en la zona de los teporochos, en los de los piquetes o la marihuana, en la metanfetaminas o en el opio y la heroína y algunos en el fentanillo, tenían en sus días ingresos y podían adquirir la droga en su total dependencia, pero la crisis mundial y la China llegó a golpear la zona de Tepito y La Lagunilla, no hay mercancías, se frenaron las entregas, se perdieron clientes y se fugaron los dineros y la droga empezó a surtirse más. pero no pagaban y la violencia aumentó, el “territorio” controlado por algunas bandas locales ahora es disputado por otros grupos que antes no podían ingresar porque estaba bien surtido y no faltaba, pero en la crisis esto también falló y entonces, los otros grupos de delincuentes dicen: “por qué le surtiría a los que siempre nos han competido si puedo tomar la zona? y hay violencia extrema y disputa a balazos sin abrazos.
En las tiendas y comercios del Centro, los robos aumentan y los callejeros son una realidad en cada esquina, el negocio de la prostitución se cae y genera desocupación y clara violencia para controlar a las mujeres y hombres que son explotados por los viejos “padrotes” que llegan de Tlaxcala o de Puebla y de la Ciudad de México, ya no tienen para pagar su protección y entonces hay descontrol y violencia en contra de los policías corruptos, el negocio del contrabando está frenado y sucede lo mismo, solamente operan por los precios y los controles, aunque baja el consumo el contrabando de bebidas embriagantes y ahora hasta se ven las ofertas y los precios bajan más cuando los restaurantes ya no consumen lo de antes y no se pude comercializar en calles, solo los medicamentos chafas, robados o clonados siguen siendo bien recibidos y comprados en los tianguis al igual que la ropa de paca o la ropa usada, pues no hay para más y es necesaria. Tal como en la crisis de 1929, donde las dos única ramas empresariales que no quebraron fueron la de la comida y la del vestido, ahora, pensamos que la de mayor impacto en el mercado será la industria farmacéutica y la de comunicaciones en internet o telefónicas, porque es, al final de cuentas, el único medio de mantenerse comunicado en la real incomunicación y la tragedia.
Cuando se quiere cambiar la realidad es necesario conocerla y no ocultarla, por desgracia, he conocido a muchos y muchas admiradores de Andrés Manuel López Obrador que cuando uno habla de tales temas piensan que es uno de esos “chayoteros” que le atacan y es que el dogmatismo y la intolerancia no les deja pensar ni entender lo que es la comunicación en los tiempos actuales y se lanzan con violencia, resentimiento y coraje, como si fueran en verdad las fieras y son totalmente comparadas con los intolerantes y dogmáticos de la ultraderecha. Es necesario hablar de muchas cosas, decir o tratar de mostrar la realidad no es atacar al Presidente, al contrario, es jugar para que todos salgamos beneficiados, porque ya hemos señalado que para cambiar la realidad es necesario conocerla. Nos podremos imaginar que López Obrador conoce muchas cosas que pasan en los pueblos porque sabe que debe conocer la realidad y no guiarse por lo que le cuentan o cuentean sus lambiscones que también los hay de su lado, así que es bueno que se conozca lo que hay no negar de que no existen, por ejemplo, los aumentos de precios en las tortillas, los huevos, el pollo y en otros productos necesarios, solamente porque nos dicen que hay inspectores recorriendo los mercados y la neta pues no es verdad, porque cuando uno llega al mercado o al súper y La Mega, pues las cosas son distintas y los precios se suben y se bajan, como la bolita, así que son tiempos donde todos debemos cooperar, y la mejor forma de hacerlo los que tecleamos es comentar sobre la realidad y lo que sucede en las calles que recorremos, no es para chingotear al residente, no, no son tiempos para ello ni seria lo correcto en una situación de crisis real, es para que todos cooperemos para solucionar lo que no anda bien… ojalá lo entiendan las y los que quieren aparecer como las nanas de AMLO cuando dicen que lo “cuidan y están a su lado” desde hace muchos años… ojalá dejaran la intolerancia y el dogmatismo y se pusieran a reflexionar y en muchos casos a estudiar. AMLO, lo aseguramos no necesita de “nanas que lo cuiden”, sino de fieles soldados que le sigan.