Los otros muertos del coronavirus
Alberto Vieyra G. jueves 2, Abr 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
En 1932 y tras la depresión económica que inicio en 1929 en EE. UU había 12 millones de desempleados, es decir el 24% de la población norteamericana se había quedado sin trabajo y cientos de empresas se fueron a la quiebra.
Casi un siglo después, el Coronavirus ha dejado en sólo 4 semanas, 3 y medio millones de desempleados en el país de las barras y las estrella, donde “el güero loco”, Donald Trump y el Congreso Norteamericano le han tenido que inyectar a la economía “gringa” un poderoso antivirus de más de 2 trillones de dólares, esto es, apenas el 10 por ciento del PIB mexicano, para evitar la quiebra masiva de pequeñas y medianas empresas en EU como ocurrió en 1932, pero sobre todo para palear el sufrimiento de los trabajadores de menos ingresos que tengan hasta mil 100 dólares por semana.
Donald Trump busca por todos los medios afianzar la reelección y como sabe que la economía norteamericana y de todo el mundo se encuentran en recesión, intento que la parálisis en Estados Unidos terminará el 12 de abril, pero alguna mente sensata le recomendó que no sería prudente porque la mortandad por la peste que actualmente azota al mundo se convertiría en su tumba política y por la cual llevaría a la quiebra a la nación norteamericana, por lo cual decidió que la cuarentena dure hasta el 30 de abril.
Por lo que a México se refiere, tristemente hay que decirlo como México tiene un “presidente cuenta chiles” o “negrero”, que no tiene ningún plan emergente para evitar que miles de pequeñas y medianas empresas mueran víctimas del Coronavirus, pues no contempla ningún apoyo económico para evitar que millones de empleos se pierdan, cuando México está urgido de crear nuevas fuentes de trabajo, tengo la impresión que López Obrador llego al poder para darle en la torre a la nación azteca. El señor López Obrador ha advertido que “Primero los pobres”, para los que tampoco contempla ningún plan emergente y para las empresas menos y al radicalizar su discurso demagógico insiste en dividir a los mexicanos culpando a los ricos y conservadores de todos los males que enfrenta el país. Lo único que ha prometido y lo que prometió en la campaña electoral de no subir impuestos, cuando en realidad los está haciendo.
Las cúpulas empresariales y expertos en economía, estiman que en caso de durar en México la crisis por el Coronavirus por 3 meses, como ocurrió en China y en Italia, podrían morir más de 700 mil pequeñas y medianas empresas, con lo cual se dejarán sentir en cascada millones de demandas laborales y México quedará todavía más a merced de las bandas criminales.
Como es lógico suponer, los otros muertos del Coronavirus superarán y con creses a los muertos de la pandemia que ya suman en todo el mundo más de 42 mil, de los cuales solamente 29 han muerto en México.
Yo me pregunto y seguramente usted también: ¿A qué se debe semejante fenómeno? ¿Será que los mexicanos, a falta de presidente de la república solo tienen la bendición de dios?…
En el Sector de Salud se dice recio y quedito, que hay la orden de mero arriba de no realizar pruebas porque la estructura hospitalaria del país no está capacitada para recibir a tantísima gente, como lo ordena la Organización Mundial de la Salud, que exige hacer pruebas, y pruebas y pruebas. Al gobierno de AMLO se le hace muy costoso la prueba que sale a razón de 3 mil pesos y el diario de Washington Post en un artículo del pasado lunes que bajo el título de ¡Urgente!… exige que México haga con urgencia pruebas y pone como ejemplo todos los Estados fronterizos entre México y Estados Unidos y para muestra un botón, pues mientras en Arizona hay casi mil infectados, de este lado, en Chihuahua solamente 6 casos.
El Coronavirus está convirtiéndose para AMLO y su partido Morena en un desastre político-electoral, pues al interior de esa lacra política se comienza a dudar que ante la estrepitosa caída de López Obrador que hoy privilegia a narcos, pueda seguir conservando su mayoría parlamentaria en la Cámara de Diputados.