¿Irresponsabilidad?
Armando Ríos Ruiz jueves 26, Mar 2020Perfiles de México
Armando Ríos Ruiz
La aparición del coronavirus como una amenaza que desde el principio mostró tendencia a propagarse más allá de las fronteras de China, el país en donde se desarrolló a partir de quién sabe qué fenómeno y que se transformó rápidamente en motivo de observación mundial, se ha convertido en símbolo de pavor para unos y de menosprecio para otros.
El temor ha ido in crescendo, a raíz de que se afirmó que, por tratarse de una modificación del germen aparecido hace ya algún tiempo, más contagioso y en determinadas circunstancias más peligroso, porque además de la rapidez con que se propaga y contagia, de causar la muerte en personas de ciertas edades y de acuerdo con escenarios especiales, no existe aún cura para combatirlo.
Se ha dicho de todo en torno al caso. En las redes sociales apareció un video que asegura que se trata de un virus desarrollado en el laboratorio de alguna empresa fabricante de medicamentos y que inclusive ya existe la cura. Que aprovecha los medios de cada país para anunciar su peligrosidad y para crear la necesidad de una medicina que pronto saldrá a la venta y que dejará miles de millones de dólares a quienes se encargaron de propagar la noticia.
Cabe reflexionar entonces, por qué organismos internacionales importantes y países destacados, le han dado mucha importancia. La Organización Mundial de la Salud, señaló que ya existe una pandemia, debido a que fuera de China, el número de casos se ha multiplicado y los países afectados se han multiplicado.
Con este anuncio, dicha organización intenta impactar a países que presentan una lenta respuesta a adoptar las medidas pertinentes. Expresó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, que ha hecho llamados para que los países implementen acciones agresivas y urgentes. “Hemos sonado la alarma fuerte y claro”,
Países como Italia, en donde el brote se propagó de manera preocupante, por lo rápido, el Primer Ministro, Giuseppe Conte, decretó cuarentena para más de 16 millones de habitantes de la bota europea y dispuso que las medidas consisten en que todos los ciudadanos permanezcan en sus casas, con desplazamientos estrictamente por motivos de trabajo o de salud.
A través de la televisión y por medio de las redes sociales, el Primer Ministro declaró que firmaría un decreto con el lema “yo permanezco en casa” y anunció que toda Italia será zona protegida. Los números, añadió, dicen que ya hay un crecimiento de contagios importante, de personas que se recuperan y que mueren, desgraciadamente.
La canciller alemana, Angela Merkel, mencionó que los expertos consideran que entre 60% y 70% de la población mundial podría contagiarse.
Pero… infortunadamente, en México no ocurre lo mismo que en otros lugares, en donde sus gobernantes muestran desde ahora, preocupación.
Aquí, en repetidas ocasiones, el Presidente había manifestado que no hay que exagerar con el coronavirus. Tal expresión debe convertirse en un mensaje para los encargados de velar por la salud de los mexicanos, que de alguna manera influye para no tomar las precauciones necesarias y aplicar las medidas pertinentes una vez que llegue el momento, se trate de un problema grave o no.
Esa podría ser la razón por la que la Secretaría de Salud consideró que de momento no se requiere cerrar vuelos, fronteras o suspender actos masivos, todo lo contrario a las recomendaciones que de manera constante y preocupada se dan en otros lugares.
Aún más: nuestro gobierno también dice que estamos preparados para eso y más, porque nuestras finanzas están sanas, cuando todos los mexicanos sabemos que no hay capacidad para atender enfermedades comunes y que muchos niños mueren de cáncer y de otras enfermedades, por falta de medicamentos. ¿Qué tal el ejemplo del hospital de Pemex en Tabasco?