El mundo previene el desastre económico, ¿y México?
Roberto Vizcaíno lunes 23, Mar 2020Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Creo que el reto del coronavirus no tiene lado bueno. Todo lo que genera es para mal. Lo que hemos visto aquí y en todos lados hasta ahora ha sido un desastre: de muerte, de amenazas a la salud de millones, cierre de países enteros, la inmovilidad un aislamiento para cada persona que, impuesto, se convierte en tortura, pero apenas comenzamos a vislumbrar una de sus peores consecuencias, la del derrumbe económico y financiero en todos sus niveles.
Los gobiernos, sus jefes de Estado, las instituciones y organismos relacionados con ello, anuncian la movilización de fondos multimillonarios para hacerle frente a esta parte de la pandemia.
Quizá vivo en la luna, pero yo no he sabido nada de ningún plan emergente del gobierno de la 4T que encabeza Andrés Manuel López Obrador para apoyar a las empresas todas, desde las enormes hasta las más pequeñas, a los hoteles, a los restaurantes a los changarros, al comercio informal, a los campesinos, a los productores, a los sindicatos, a todo los trabajadores del país que van a verse afectados por el paro de la producción y de la vida en México y el mundo.
No he escuchado ni leído qué se va a hacer para garantizar el abasto de básicos para la población, para que no falta leche, pan y frijoles o arroz y carne. Para que siga funcionando la telefonía y el internet.
Nada. Cero. Yo no he sabido nada sobre eso.
Vi la patética escena de AMLO riendo, festejando que hoy la gasolina es más barata en el país. Pero nunca dijo que eso fue debido a la guerra petrolera iniciado entre Rusia y Arabia Saudita que ha derrumbado el precio del petróleo en el mundo. Y que ello traerá más problemas que beneficios para los mexicanos.
Lo más que he visto son llamados aislados a enfrentar el tsunami financiero y económico que ya toca nuestras puertas. Uno es del senador de Morena José Narro Céspedes, quien advierte que “no podemos apostarle a paralizar el país” sin con ello llevar a la “banca rota a una parte muy importante de la planta productiva nacional”.
Ninguneado, sometido por AMLO, el aguerrido senador y ¿líder agrario?, advierte que México requiere un programa emergente para reactivar la economía.
Presidente de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del Senado, un presidente legislativo un tanto políticamente castrado, sugirió sin mucha vehemencia que es necesario adelantar el gasto de inversión y social del gobierno federal, así como “un pequeño porcentaje de deuda” pública.
“Necesitamos inyectarle recursos a la economía para que se pueda reactivar y pensamos que seguramente se va a requerir un pequeño piquete, un peño porcentaje de deuda. Yo sé que al Presidente no le gusta, pero es lo que necesitamos”, susurro para no levantar enojos.
Recordó que otros países han decidido salvar de la parálisis a sus sectores productivos y económicos, de servicios, y que, como van las cosas, en México se va a sentir pronto la parálisis en el sector agrícola.
No lo dijo, pero es obvio que eso significa que pronto habrá escasez de alimentos. Entonces las reacciones por la pandemia se convertirán en una ola contra el Gobierno.
¿O AMLO piensa esgrimirle a esa ola sus estampitas del detente?
Monreal sí ve la ola
En este contexto, Ricardo Monreal, el líder político más importante dentro del Legislativo, indicó que “el COVID-19 ha puesto en alerta y nerviosos a los mercados, y los países tratan de calmarlos con estímulos cuantiosos.
“EUA destinará inicialmente un billón de dólares; Italia, 27,500 millones de euros; Francia, 300,000; España, 200,000 y el Banco Central Europeo, 750,000.
“Balancear la economía es importante y respetable, pero los estímulos no han podido disipar la desesperación, la incertidumbre y el miedo que diariamente están experimentando las y los habitantes de países que han tomado estas medidas. Los daños son incalculables e inevitables.
“Sin excesos, el presidente @lopezobrador… ha llamado a la calma y la solidaridad. Y sin caer en alarmismos, se aplican ya las recomendaciones de expertos y científicos para proteger la salud de la población; también se apoya económicamente a quienes son más vulnerables. Confiemos”.
Difícil, complicada la posición de lealtad del zacatecano hacia la evidente incapacidad de su Jefe Político.
Pedir confianza ante la inacción es una de las osadías sociales mayores. Ojalá y en verdad AMLO haga en verdad algo que no lo deje colgado de la brocha como parece ocurrirá.
Reaparece el que se creía políticamente muerto
Cierto, no han reaparecido hoy ni Enrique Peña Nieto o Luis Videgaray, ni José Antonio Meade o alguno más de esa estirpe, pero el pasado fin de semana la red social circuló con fuerza un largo video de Ricardo Anaya y otro más del Jefe Diego y varios memes aduciendo que a México le urge cambiar de Presidente.
Incluso apareció uno de un influyente periodista colombiano, de Daniel Samper Ospina a quien miles siguen en la región sur del continente, y en especial las clases dominantes, política y empresarial.
Samper Ospina recupera las imágenes de AMLO con su estampita del detente y en su beso-chupete a una niña para mostrar a un personaje no sólo más que populista sino un tanto “extraño” en sus afecciones hacia los niños.
Amigos con relaciones en los más altos niveles del gobierno, la política y el dinero en esa región, nos comentan que el mandatario mexicano ha rebasado todas las perspectivas en esos sectores y es hoy el abierto hazme reír de todos.
Obvio es decir que la pérdida de respeto y confianza impactará en cualquier otro trato o acuerdo entre ellos. Los Jefes de Estado del continente (y más allá con seguridad) lo ven como un patético bufón.
Anaya, quien desde la elección presidencial desapareció de la vida pública, reapareció con un mensaje solidario, directo, estudiado, coherente respecto del combate a la pandemia, que ha elevado el clamor en ciertos sectores quienes comenzaron a pedirle reconsiderar su relanzamiento por la presidencia.
Cierto, falta mucho para eso, pero la obviedad indica que Anaya está de regreso.
Y está de regreso no sólo frente a AMLO, sino para los panistas que con Marko Cortes no dan una por más que le buscan.
Y está de regreso sobre todo cuando Felipe Calderón y Margarita están a punto del reconocimiento de su partido político que correrá justo dentro del segmento de los ciudadanos que se solidarizan con el panismo.
Es obvio que estamos frente a un relanzamiento estudiado, que aprovecha la coyuntura social, económica y política no sólo de la pandemia del coronavirus, sino sobre todo del estrepitoso fracaso de Andrés Manuel López Obrador y su 4t.
Un momento especial en el que todos los analistas ven que ocurre en ausencia de un opositor fuerte, consolidado, un fracaso que todos ven inaprovechado por las oposiciones en México.
Anaya reasume en un par de minutos de su video en redes, su posición como el candidato presidencial más fuerte a vencer por AMLO.
La obviedad nos dice que el experimentadísimo López Obrador no lo vio venir. Le salió frente a sus narices cuando menos lo esperaba.
Y la sorpresa, amigos, en política es el mayor plus de una decisión.
Pero creo que AMLO no fue el único sorprendido por Anaya. También lo fueron la cúpula panista y los Calderón.
El golpe está dado. Y Anaya siempre demostró fuerza, ingenio y disciplina. Y sobre todo ambición. Ya veremos que ocurre.
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