Creamos al que manda
Armando Ríos Ruiz miércoles 18, Mar 2020Perfiles de México
Armando Ríos Ruiz
Creamos a nuestro Presidente y a ver a dónde vamos a parar. Al inicio de su mandato, pronosticó Plenamente convencido, que con la 4T, México crecería al cuatro por ciento. La realidad demostró también plenamente, que no sólo estaba equivocado, sino que nuestro crecimiento se hizo añicos al quedar en cero.
En otra ocasión aseveró que el peso ocupaba segundo lugar en fortaleza y que se había apreciado con relación al dólar. Cualquiera, con ínfimo conocimiento de la economía mexicana, advierte que es tan volátil, que no puede decir lo anterior por la seguridad de incurrir en una mentira. Más cuando faltan aún algunos años para terminar el actual mandato.
Es imposible adivinar qué problemas pueden advenir, que contribuyan a desestabilizar una economía tan frágil como la nuestra. Por lo pronto, el súper peso ya está casi a 24 por cada dólar, debido a un problema a nivel mundial, que nadie imaginó aparecería tan inesperadamente: una alimaña invisible.
También dio a entender que por el sólo hecho de haber llegado la milagrosa 4T al gobierno y de haberse instalado Tabasco en la Presidencia, llegarían flujos de dinero extranjero. Aseguró que ya arribaban a México 18 mil millones de dólares. El jefe de la Unidad de inteligencia Económica Global, de la Secretaría de Economía, desmintió. Dijo que el semestre más alto se había vivido en 2013, con la venta de Grupo Modelo, que significó un ingreso de 13 mil millones.
En fin, son tantas mentiras, que sería imposible enumerarlas. Spin, el taller de comunicación política y The Washington Post, el prestigiado diario estadounidense, coincidieron en que, entre el mandatario mexicano y el de la Unión Americana, el nuestro le da la chueca y las malas al segundo, en materia de disparar falsedades a discreción.
Es tan precisa la medición de ambas empresas, que las dos sostienen que el Presidente mexicano realizó 18 mil 983 afirmaciones “no verdaderas” hasta el 24 de enero de 2020; mientras que el extranjero pronunció 16 mil 241 hasta el 19 de enero de 2020.
También hay quien asevera que en cada conferencia mañanera incurre en casi 60 por ciento de frases falsas o mentiras a medias. Parece que el exquisito, flamante e ingenioso poeta español, Antonio Machado, se inspiró en él, cuando escribió: “¿Dijiste media verdad?/ dirán que mientes dos veces/ si dices la otra mitad”.
Ahora que el mundo vive días interminables de angustia por la aparición del llamado coronavirus, que ha forzado a los mandatarios de todos los países del mundo a adoptar medidas preventivas serias; conscientes de que, mientras no se conozca una realidad diferente se hace obligatorio proteger a la población, en México, nuestro mandatario no se cansa der pregonar que no es cierto.
Se sabe que existe una carencia de medicamentos tal, que no ha sido posible allegar a los enfermos del país lo más elemental para su curación y que muchos mueren, sencillamente porque la atención es nula. De muchas partes de la provincia llegan noticias de ese tipo, como las que se refieren al suministro de medicinas caducas o adulteradas, convertidas en armas mortales, venenosas, que ya han cobrado muchas vidas.
En la gira por Guerrero, el Presidente manifestó que tenía fe en que México saldría adelante y que no resultaría afectado por la pandemia. Es posible curarse con fe, de acuerdo con lo que afirman muchos psicólogos, pero no es suficiente cuando se trata de un mal que se expande por todos lados y no existe cura para frenarlo. Además, muy pocos tienen facultades para usar la fe como medicina.
Ha aconsejado hacer lo que en otros países prohíben terminantemente: abrazarse y besarse, principales medios de transmisión de enfermedades, hasta cuando no existe alarma. Con el ejemplo predicó en la misma gira, cuando besaba a niños sin ninguna previsión. Tal vez efectivamente, se trata del símil de Cristo y muchos nos hemos resistido a creerle.