El Covid-19
¬ Augusto Corro lunes 16, Mar 2020Punto por punto
Augusto Corro
Los mexicanos debemos sacar lo mejor de nosotros mismos para enfrentar unidos la pandemia del coronavirus Covid-19.
Es esa enfermedad un mal mayúsculo que si lo enfrentamos con medidas preventivas adecuadas y acciones rápidas y efectivas los daños será menores.
Por ahora, no debemos permitir que nos arrastren los rumores que tanto dañan a la sociedad.
Es tiempo de reflexionar y entender que si tenemos enfrente la amenaza fatal del Covid-19, también contamos con recursos para superarlo.
Pero no será con el divisionismo de los mexicanos, pocos por cierto, que se empeñan en el manejo de noticias falsas. Actitudes mezquinas, llenas de odio, propias de seres irracionales.
Es oportuno dejar para tiempos futuros las críticas sin sentido y la inmadurez de los políticos que sólo buscan llevar agua a su molino.
Buscar las mejores salidas
México se encuentra en una situación difícil, compleja, con una lista de problemas de urgente solución.
En esa relación sobresalen la espiral de violencia que no podemos sacudirnos, la economía paralizada y la caída del peso, así como una polarización de la sociedad cada vez más aguda.
A los conflictos que ya se arrastraban hay que sumar la pandemia del Covid-19 que altera el funcionamiento integral de los países que invade.
El coronavirus produce inestabilidad en la economía y, principalmente, priva de la vida y enferma a miles de personas.
En México la crisis derivada de la pandemia se maneja bajo la responsabilidad de autoridades competentes. Con oportunidad y decisión empezaron a tomar medidas preventivas.
Decisiones que van desde cancelación hasta la suspensión de clases en todo el país a partir del 20 de marzo para prevenir los contagios. El receso será por 30 días.
La respuesta personal
Las autoridades tendrán que esforzarse en el cumplimiento de sus obligaciones. ¿Cómo debe ser nuestra participación personal?
La respuesta es: con responsabilidad total.
Cumplir con las normas de higiene para evitar el contagio: lavarse las manos, cubrirse al toser y estornudar, evitar saludos de mano y besos.
Sobre nuestra conducta personal, procurar una información seria, objetiva que nos evite caer en el pánico.
Vivir en una sociedad altamente comunicada, es fácil ser víctima de los rumores que nos llevar a imitar a la gente que nos rodea.
Que se ganó, por ejemplo, la compra masiva de papel higiénico.
Por otra parte es importante, sin exagerar la situación, atender a algunas manifestaciones de gripa, que podrían confundirse con el contagio del coronavirus. Aislarse en cuanto surja alguna sospecha de probable contagio.
Evitar las conglomeraciones como encuentros deportivos, fiestas, volar a otros países, etc.
Espíritu solidario
De acuerdo con las autoridades sanitarias se deben contemplar tres etapas sobre el desarrollo del Covid-19 en México.
Ahora estamos en la fase uno y vamos rumbo a la fase 2 que tendría la transmisión comunitaria del coronavirus, es decir, el contagio local entre personas que no hayan viajado a zonas de riesgo en el extranjero.
Así pues, lo difícil y complejo está por venir. Tendrá que repetirse la historia de la solidaridad de los mexicanos cuando es necesario enfrentar a la adversidad.
Hemos padecido epidemias, huracanes y terremotos y pudimos superarlos con gestos de unidad y solidaridad ejemplares. Sin mezquindades. Con una conciencia real de apoyo a quien lo necesita, al desvalido.
Esta vez, quienes viven en la pobreza volverán a sentir los efectos de la pandemia del coronavirus sin posibilidades de contar con la armas necesarias para defenderse. Ahí, en las zonas donde habitan los menos favorecidos es donde debe incrementarse la atención de las autoridades.
Todo pasa. Alrededor de unos tres meses, tendremos otro panorama de la difícil situación en la que nos encontramos. Estaremos en condiciones de iniciar una nueva vida llena de ilusiones, lejos, muy lejos, de la amenaza letal que hoy nos preocupa.