Aproximadamente el 18% de la población adulta en México padece insomnio

Cápsulas de la salud

Elsa Rodríguez Osorio

El insomnio es el trastorno más común del sueño, lo que provoca si no se trata, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, aumento de peso, diabetes, depresión y ansiedad, así como accidentes de tráfico, trabajo y en el hogar. “Aproximadamente el 18% de la población adulta en México padece insomnio”, señaló el doctor Alejandro Jiménez-Genchi, presidente de la Academia Mexicana de Medicina del Dormir en el marco de la conmemoración del Día Mundial del Sueño, que se conmemora el 13 de marzo, bajo el lema: “Mejor sueño, mejor vida, mejor planeta”. “Una persona adulta requiere al menos siete horas seguidas de sueño para levantarse renovado y con el cerebro recargado para desarrollar sus actividades diarias de forma normal. Los minutos que día tras día no son aprovechados durante el sueño se suman y con el tiempo cobran una factura imposible de resarcir. Esta factura puede cobrar hasta 10 años de vida”, destacó el especialista. El insomnio es un trastorno del sueño que consiste en la dificultad para dormir y permanecer dormido mínimo siete horas seguidas. Se clasifica en transitorio (tres días a la semana, hasta por dos semanas), de corta duración o agudo (de una a cuatro semanas) y crónico (por más de cuatro semanas). “El insomnio es un problema que debería tratarse como un tema de salud pública nacional, ya que una de sus manifestaciones, la somnolencia diurna, desencadena una significativa disminución de la percepción sensorial, la capacidad de atención, concentración en el trabajo e incrementa la posibilidad de sufrir un accidente fatal, que puede impactar a otras personas”, destacó el doctor Ricardo Bello, Neumólogo y especialista en trastornos del sueño, Tesorero de la Academia Mexicana de Medicina del Dormir. Existen terapias cognitivo-conductuales especializadas en el insomnio y tratamientos farmacológicos como zolpidem, una sustancia activa que induce el sueño de manera efectiva, mejorando la calidad del sueño y por lo tanto, le permite al paciente mantenerse activo al día siguiente. La ventaja de este medicamento es que la persona logra tener un sueño reparador, estar más alerta y por lo tanto ser académica o laboralmente más productiva. Lo anterior tiene un impacto positivo en la calidad de vida en los pacientes que padecen de insomnio”, afirma el doctor Agustín Osorio, Gerente Médico del Sistema Nervioso Central de Psicofarma, laboratorio mexicano que recientemente cumplió 45 años en el mercado y que cuenta con un portafolio interesante para tratar diversos trastornos neuropsiquiátricos a precios muy accesibles, lo que favorece el apego a tratamiento.

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Recomendaciones de alimentación a tomar en cuenta de acuerdo con las diferentes etapas de la vida. De la mujer Bebés: Desde el nacimiento hasta los primeros dos años de vida, no existe mejor alimento para el ser humano, hombre o mujer, que la leche materna. .Niñas: Lo más importante es garantizar un crecimiento saludable. La clave está en llevar una dieta variada, abundante en: frutas, verduras, cereales integrales, productos lácteos y fuentes magras de proteínas (pollo, pescado, huevo, frijol y lentejas). Adolescentes: Alimentos ricos en calcio y hierro son muy importantes. Obtener suficiente calcio es importante para todas las edades, pero es particularmente importante durante la adolescencia y la adultez temprana, cuando los huesos lo absorben. Las tortillas, los lácteos y las sardinas son ejemplos de alimentos ricos en calcio. No olvides que para absorberlo necesitamos en nuestra alimentación vitamina D la cual la podremos encontrar en la yema de huevo, salmón y el atún. Y para tener hierro es importante consumir muchas verduras de hoja verde, carnes rojas y leguminosas. Adulta joven: Entre los 20 y 30 años es el rango de vida donde se considerada que la mujer está en la etapa de mayor fertilidad. Por lo que se recomienda tener una buena suplementación que incluya ácido fólico, hierro y calcio, esenciales durante este momento. Adulta y adulta mayor: En esta etapa el metabolismo suele volverse más lento y el gasto energético suele ser más bajo. También disminuye el metabolismo de la grasa, por lo que aumenta la retención de líquidos y la grasa se acumula en zonas localizadas, especialmente el abdomen. Para combatir todo esto se recomienda ingerir alimentos ricos en fitoestrógenos, como la soya, elegir verduras y frutas frescas, que son fuente de antioxidantes, fibra y vitamina C y consumir a diario alimentos ricos en calcio y omega 3; Nueces y aguacate, por su contenido de grasas buenas; té verde y chocolate amargo, por su contenido de antioxidantes, podrían estar siempre presentes en esta etapa.

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