Arde Guanajuato
¬ Augusto Corro jueves 12, Mar 2020Punto por punto
Augusto Corro
Ya son varios años que Guanajuato se encuentra aterrorizado por las actividades de la delincuencia organizada.
La violencia surgió cuando se incrementó el robo de combustibles conocido como “huachicoleo”.
Continuó con la guerra de los grupos criminales relacionados con la extorsión, los secuestros, el narcotráfico, etc.
Las autoridades registraron decenas de asesinatos y personas desparecidas.
Además se multiplicaron las acciones criminales contra la población que empezó vivir el acoso terrorista.
Desde las más modestas tortillerías hasta las empresas internacionales fueron víctimas de los extorsionadores.
En fin, Guanajuato desde enero de 2019 hasta la fecha ocupa el primer lugar como la entidad más violenta de México.
El robo de combustible enriqueció a los “huachicoleros” y les permitió actuar como dueños de vidas y haciendas.
El martes, los guanajuatenses vivieron horas de terror. La delincuencia organizada incendio vehículos y cerró puntos de accesos y salidas de vialidades que comunican con Celaya, Villagrán, Salamanca y Juventino Rosas.
Según las autoridades, esos actos delictivos fueron en respuesta a una investigación de la Fiscalía contra los integrantes del Cártel de Santa Rosa de Lima.
Desde muy temprano corrió el rumor de que elementos de Seguridad Pública habían capturado al líder de dicho grupo criminal, José Antonio Yépez (a) “El Marro”.
Las propias autoridades guanajuatenses desmintieron la versión de que el jefe de los “huachicoleros” fue detenido.
¿Hasta cuando habra resultados?
En Guanajuato se repite la espiral de violencia ocurrida en otras entidades desde que el presidente Felipe Calderón declaró la guerra a los cárteles de la droga.
Fue una decisión absurda que enlutó a México. Ocurrieron miles de asesinatos y desaparecieron cientos de personas.
Se trató de una lucha sin estrategia de parte del gobierno que enlutó a miles de hogares.
Algunos de los cárteles del narcotráfico en vez de desaparecer se multiplicaron. La fuerza pública se encontró con más enemigos.
Los contados policías mexicanos no pudieron vencer a la delincuencia organizada. En algunas ciudades optaron por servirle a la delincuencia. Surgió un contubernio criminal.
Un ejemplo claro fue lo ocurrido con los estudiantes de Ayotzinapa. Policías municipales, narcotraficantes y autoridades se aliaron para desaparecer a los 43 normalistas.
En más de un año de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador no ha podido detener, menos reducir las acciones de la delincuencia organizada.
Su política de no enfrentar la violencia con la violencia no funciona. Quizás se podrán conseguir resultados a largo plazo, pero lo que realmente importa es el presente.
La idea de abrazos no balazos contra la delincuencia solo sirve a los delincuentes que se sienten beneficiados con esos discursos de perdón, borrón y cuenta nueva.
¿Y la funcion de Durazo?
A veces es importante que las autoridades, principalmente los funcionarios de primer nivel, guarden silencio para no obstaculizar investigaciones delicadas.
Sin embargo, es necesario que los responsables de las áreas de Seguridad Nacional tengan una comunicación rápida y directa con los periodistas.
Sobre los hechos violentos en Guanajuato la información salía a cuenta gotas. La ausencia de comunicación produce rumores que se utilizan para atacar a los enemigos.
En este caso de la violencia en Guanajuato, el titular de Seguridad, Alfonso Durazo, debió explicar que fue lo que sucedió realmente en aquella entidad.
El mes pasado, en aquella entidad, el funcionario mencionado dijo que los grupos criminales que operan en Guanajuato serán acotados.
Todo mundo sabe que los problemas derivados de la violencia no son nuevos, que empezaron en sexenios anteriores.
Pero es obligación de las autoridades actuales brindar seguridad a la sociedad harta de violencia.
¿Y la Guardia Nacional (GN) cuándo empieza a rendir frutos? En Guanajuato los representantes de la ley tienen posibilidades de realizar una tarea que merezca el reconocimiento de propios y extraños.
Aunque por el momento Guanajuato viva aterrorizado por el sinnúmero de acciones criminales de delincuentes agradecidos con la política de los abrazos. ¿Usted que opina amable lector?