El programa “A Todo Corazón” del IMSS, ha atendido a 28 mil derechohabientes
Elsa Rodríguez Osorio, Salud jueves 5, Mar 2020Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
- Soriana Fundación, lleva energía eléctrica y calefacción a Jiquipilas, Chiapas
El IMSS, de 2015 a la fecha ha atendido a cerca de 28 mil derechohabientes con el programa “A Todo Corazón”, con enfoque que va desde la prevención de enfermedades cardiovasculares hasta la rehabilitación en pacientes que ya pasaron por un infarto. La doctora Gabriela Borrayo Sánchez, jefa de Área comisionada al programa A Todo Corazón-Código Infarto del IMSS, explica que en lo preventivo, incluye promoción de hábitos saludables desde la infancia; e identificación de factores de riesgo en pacientes con alta probabilidad de sufrir un infarto o evento vascular cerebral. Para un mejor tratamiento, el programa implementó el Código Infarto en dos vertientes: el diagnóstico oportuno a través de una red de atención que agiliza las acciones para identificarlo y el tratamiento, ya sea con medicamento intravenoso para eliminar el coágulo que está causando el infarto, o mediante una intervención en la Sala de Hemodinamia mediante una angioplastia con balón y colocación de una malla o “Stent”. Otros ejes son la prevención y atención de complicaciones en terapia intensiva y la rehabilitación temprana de pacientes que sobrevivieron al infarto. “Código Infarto nos ha permitido en casi cinco años mejorar la oportunidad del tratamiento en 58% de los casos; disminuido las complicaciones en 43% y la mortalidad en 60%. También han disminuido los días de estancia, dos de terapia intensiva, uno de hospitalización y diez de incapacidad laboral”, destaca. Respecto a la identificación de factores de riesgo previo a un infarto o enfermedad cerebrovascular, la especialista indicó que es de gran importancia identificar y dar tratamiento a quienes cursan con síndrome metabólico, padecimiento que tiene al menos tres de cuatro características de otras enfermedades: obesidad; diabetes o intolerancia a la glucosa; hipertensión arterial y elevación de las grasas en la sangre (dislipidemia).Una persona con obesidad, presión de más de 140 y glucosa superior a 110, tiene síndrome metabólico. También el tabaquismo es un factor de riesgo para sufrir padecimientos en el corazón, aunque no se considera como un componente de la enfermedad metabólica. En el Seguro Social se atiende a 4.45 millones de personas con diabetes, de las cuales 2.63 millones son mujeres (59%). De 7.48 millones de derechohabientes por hipertensión arterial, 4.51 millones son pacientes del sexo femenino (60%). El Instituto cuenta con el Registro Nacional de Síndromes Coronarios Agudos en el que se ha analizado a más de 37 mil pacientes, y en los cuales la mujer tiene mayor porcentaje de factores de riesgo. El 72% de las mujeres tienen hipertensión arterial, en comparación al 55% por de los hombres; 54% de tienen diabetes por 40 de hombres y en colesterol alto, la relación es de 38% mujeres y 35% de hombres. El único factor de riesgo que cambia es el tabaquismo, con 54% de hombres fumadores por 28% de mujeres.
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Por 4 años consecutivos, Soriana Fundación, a través de su proyecto “Da luz y bienestar a tu vida”, llevó energía eléctrica y calefacción a la comunidad Lindavista, en el municipio de Jiquipilas, Chiapas, donde se instalaron estufas ecológicas y paneles solares en 40 viviendas, beneficiando a más de 160 habitantes, además de 3 salones de clase y una iglesia. El proyecto de la Fundación consiste en la instalación de filtros de agua, paneles solares y estufas ecológicas en diversas zonas de alta marginación del país para mejorar la calidad de vida de los habitantes en comunidades rurales para disminuir el uso de combustibles fósiles y recursos naturales. Con una inversión de $3.6 MDP, del 2016 al 2020, 158 familias han sido beneficiadas gracias a este proyecto en municipios de Veracruz, Chihuahua, Tabasco y Chiapas. Claudia Aguado, subdirectora de la Fundación, afirma que existen muchas comunidades que viven en condiciones muy desfavorables y que no tienen acceso a electricidad o agua potable, por lo que, a través del programa se apoya a que las familias puedan tener una mejor calidad de vida. Entre los beneficios sociales de este programa, se encuentran: uso de energía amigable con el medio ambiente; mejora de la salud de las familias el evitar consumo de leña o fuentes fósiles como medio de iluminación evitando la inhalación de sustancias tóxicas; ahorro familiar al evitar el consumo de leña; apoyo a la disminución de tala de árboles, entre otros.